Mienten, yo nunca construí otro nivel: directora del Colegio Rébsamen
Miércoles 26 de Septiembre de 2018 11:21 am
+ -Mónica García Villegas, directora de la escuela que se derrumbó el 19-S y causó la muerte de 26 personas, asegura que sólo remodeló su departamento
La Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México ha mentido a los medios de comunicación y a los jueces en torno a la situación legal del Colegio Rébsamen y la construcción de un cuarto nivel en el inmueble, obra a la que se atribuye el derrumbe del lugar en el sismo del 19 de septiembre de 2017, hecho que causó la muerte de 26 personas, aseguró Mónica García Villegas, dueña y directora del plantel.
En la primera parte de una entrevista con Imagen de la
Noche, con Ciro Gómez Leyva, García Villegas ofreció su versión sobre la
situación legal del inmueble y el derrumbe ocurrido tras el sismo del año
pasado, por el que tiene dos órdenes de aprehensión en su contra, una por el
homicidio culposo de 26 personas y otra por el uso de documentación falsa.
Aseguró que la “han enjuiciado y señalado como responsable
de las muertes ocurridas en el Rébsamen, sin darle la oportunidad de
defenderse, ni a sus abogados de ejercer su derecho de defensa”.
Desde la clandestinidad, la propietaria del Colegio Rébsamen
señaló que la procuraduría capitalina teje una serie de mentiras para ordenar
su detención, pese a que violaron un procedimiento solicitado ante dos jueces
de control y argumentaron que a ella se le buscó en su domicilio, mismo que
tenía en el colegio.
“Ellos argumentaron que me buscaron en mi domicilio, en el
Colegio Enrique Rébsamen. ¿Cómo voy a vivir ahí?, ¿Cómo voy a estar ahí?, ¿En
qué cabeza cabe? El documento ya estaba, por eso ellos, extendieron la orden de
aprehensión”, enfatizó.
Cuestionada sobre si se piensa entregar a las autoridades,
García Villegas no consideró justo que una persona que sea inocente tenga que
“ir ni un minuto a la cárcel”. Reclamó que lo único que pide es “un juicio
justo, bajo la norma y lo que a mí me corresponde”.
“Me ha costado mucho en este proceso de 33 años el ganarme
el cariño, el respeto y la admiración de mis niños. Eso es lo que pretenden
quitarme. Eso, a una maestra como yo, no se lo quita nadie. Por eso estoy en
donde estoy y las cosas se van a aclarar”, sentenció.
García Villegas argumentó que ella nunca construyó un cuarto
piso en el colegio de su propiedad y dijo contar con las dos licencias de
construcción para ambos edificios. Precisó que la obra consistió en una
remodelación de madera para el asoleadero.
Yo nunca construí un cuarto piso. Yo cuento con las dos
licencias de construcción de ambos edificios que se extendieron en 1983. Yo
vivo ahí desde 1984. Fue una remodelación de madera para un asoleadero, que
terminó en un procedimiento administrativo que derivó en una multa que se pagó
en 2014. Fue una remodelación, el departamento ya existía, documéntense y
verifiquen”, explicó.
Mónica García Villegas aseguró que la documentación del
inmueble donde estaba la escuela es pública y está disponible en la página de
la delegación Tlalpan. Señaló que todas las modificaciones al inmueble están
registradas en Google Maps desde el año 2009.
Insistió en que se hable con la verdad sobre la situación
del inmueble. Además, desestimó que haya habido actos de corrupción para
obtener las licencias y avanzar en las ampliaciones del lugar. Dijo no conocer
a Claudia Sheinbaum, quien fuera delegada en Tlalpan cuando el Colegio Rébsamen
se derrumbó en 2017.
Aseguró que siempre contrató servicios especiales que le
informaran sobre la situación de los inmuebles del colegio. Agregó que en 2014
el arquitecto Juan Mario Velarde, director Responsable de Obra; el Ingeniero
civil, Francisco Arturo Pérez Rodríguez, corresponsal de seguridad estructural;
y el arquitecto Juan Apolinar Torales, DRO, certificaron e informaron a la
delegación de Tlalpan que los inmuebles se encontraban en condiciones de uso.
Señaló que posterior a la evaluación, recurrió al
responsable de obra, Isaac Rueda Romero, quien le indicó que la estructura del
colegio no presentaba ningún daño y por lo tanto se podía trabajar.