Histórico fallo en Coahuila: Tribunal encuentra culpable al Padre Meño por pederastia
Viernes 28 de Septiembre de 2018 12:30 pm
+ -El Padre Meño quedará bajo prisión y escuchará su pena hasta el próximo miércoles
Tras 17 días de audiencias, anoche el Tribunal de Juicios Orales en Piedras Negras encontró culpable al sacerdote Juan Manuel Riojas Martínez, padre Meño, por actos de pederastia.
Con este fallo histórico en el proceso con el expediente
05/2018 en el Distrito Judicial de Río Grande, se informó que el padre Meño,
fue culpable por el delito de violación calificada y violación en grado de
tentativa bajo condición de ministro de culto.
Hugo Flores, abogado de Javier Calzada, la víctima, apuntó
que tras la presentación de los últimos alegatos por parte de ambas
representaciones sociales, fue determinado el fallo condenatorio, en donde se
agregó que el padre Meño quedará bajo prisión y escuchará su pena hasta el
próximo miércoles.
Por otro lado, Carlos Flores, abogado del sacerdote, sostuvo
que después de la audiencia programada para el 3 de octubre donde se individualicen
las sanciones, se tendrá un plazo más para presentar recursos de impugnación,
que adelantó serán agotados.
“Se desarrolló un desahogo idóneo de las pruebas, nosotros
sentimos que cumplimos con nuestra teoría del caso, y es por eso que vamos a
interponer nuestra teoría de apelación”, expuso Flores.
Este sería el cuarto caso en lo que va del año donde la
Iglesia Católica se ve en el escándalo. Hace unas semanas, el cura Carlos López
fue sentenciado a 63 años de cárcel por haber agredido a un joven en la Ciudad
de México.
El caso del denunciante Javier Calzada dio inicio desde
marzo del 2017, cuando el exseminarista lo acusó de violación mientras
permanecía en su estancia clerical del Seminario de Piedras Negras adscrito a
la misma Diócesis.
Dichos actos, según la denuncia de la víctima, fueron
ejecutados por el padre Meño, cuando el denunciante tenía 15 años de edad.
No fue hasta agosto del 2017, tras cinco meses de permanecer
prófugo, cuando el padre Meño se entregó voluntariamente a las autoridades,
quienes ofrecían una recompensa de 200 mil pesos.