Siete razones por las que no pierdes peso a pesar de que estés a dieta
Domingo 21 de Octubre de 2018 7:25 pm
+ -Ponerse a dieta cuesta, esto es algo que no podemos negar
Cuando tenemos ciertos patrones incorrectos de alimentación, muy reforzados además por el ambiente obesogénico que nos rodea. Una vez que nos ponemos y nos enfrentamos al esfuerzo y compromiso de cambiar nuestro estilo de alimentación hay muy pocas cosas que sean más frustrantes que el ver que a pesar de todo no perdemos peso.
Todavía es peor si nos damos cuenta de que no estamos
perdiendo peso, pero no sabemos por qué. Si es que nuestro cuerpo ha llegado ya
a una edad en la que adelgazar resulta de lo más complicado o es que estamos
haciendo algo más. Para salir de dudas y que podamos ponerle remedio a esta
situación, os contamos cuáles son las razones más habituales por las que no
perdemos peso a pesar de estar a dieta.
CONSUMIR BEBIDAS AZUCARADAS
Las calorías - y los nutrientes - no solo las consumimos por
medio de comidas, sino por medio de las bebidas que consumimos. Es posible que
a veces se nos olvide contar las calorías de ese café que nos tomamos, o de ese
smoothie con tan buena pinta. En otras ocasiones, por desconocimiento u olvido,
se nos olvida que algunas bebidas, como los zumos - incluso aunque sean caseros
- tienen grandes cantidades de azúcar.
Por supuesto, para qué hablar de las bebidas alcohólicas. Si
hacemos dieta durante toda la semana, pero el fin de semana salimos y
consumimos alcohol, la ingesta de calorías será mucho más grande de lo que
nosotros nos creemos. Ser conscientes de estos, de lo que bebemos y lo que eso
supone para nuestra dieta, nos ayudará a tomar mejores decisiones y escoger
bebidas como el agua, la limonada casera o los tés.
EXCEDERNOS CON LAS RECOMPENSAS
Recompensarnos por las metas logradas es básico para
mantener la motivación cuando estamos intentando lograr una meta y,
personalmente, creo que es algo que debe hacer. Sin embargo, no puede hacerse
de cualquier manera. Es estupendo que nos premiemos por haber hecho esa serie
en el gimnasio que tanto nos cuesta o que en un momento del fin de semana
comamos algo que nos apetece mucho por una buena semana de dieta.
Sin embargo, debemos controlar cuáles son estos premios. La
realidad es que no somos demasiado eficientes quemando calorías por medio del
deporte - a pesar de que hacer ejercicio es necesario para nuestra salud y
ayuda a perder peso -. Por mucho ejercicio que hayamos hecho ese día, no
podemos comernos una hamburguesa con sus patatas y refresco porque no, no lo
hemos compensado con el deporte.
NO CONTROLAR LAS PORCIONES
Lo ideal al seguir una dieta es, por supuesto, que
consumamos alimentos saludables que nos aporten buenos nutrientes y que huyamos
de productos azucarados y ultraprocesados. Sin embargo, la otra realidad es que
si queremos adelgazar necesitamos conseguir un déficit calórico con nuestra
alimentación.
Esto quiere decir que, aunque nuestra alimentación se base
en comida saludable y recomendada en una dieta, necesitaremos controlar las
porciones y el número de calorías. Por poner un ejemplo, los frutos secos son
un alimento totalmente recomendado en una dieta saludable, pero si nos comemos
un tazón entero, lo más posible es que estemos sobrepasando el número de
calorías que necesitamos para perder peso.
NO DORMIR LAS HORAS SUFICIENTES
Este es un error que podemos estar cometiendo y en el que
puede que ni siquiera pensemos. ¿Qué tiene que ver las horas que duerma con el
que pierda peso? os preguntaréis. Pues según algunas investigaciones mucho más
de lo que imaginamos.
Dormir poco o mal parece alterar algunas hormonas como la
leptina y la grelina. Esto afecta seriamente a nuestra sensación de hambre,
haciendo que aumente hasta en un 25% lo que, queramos o no, afectará a nuestro
peso. Además de esto, dormir poco afecta a nuestra temperatura corporal
reduciendo el gasto energético que hacemos y además nos da más tiempo para
comer. En definitiva, cómo y cuánto durmamos afecta a nuestro peso, así que lo
mejor es cumplir con nuestras horas de sueño.
ELIMINAR DEMASIADOS ALIMENTOS DE LA DIETA
Algunas dietas nos instarán a eliminar de nuestra dieta
grupos enteros de alimentos: grasas e hidratos de carbono suelen ser los
primeros nominados para abandonar nuestros platos. Sin embargo, realizar una dieta
tan limita, que nos prive de una serie de nutrientes no siempre es la mejor
idea.
Lo primero, porque las dietas tan estrictas con muy
difíciles de seguir, lo que hace que la adherencia a ellas sea peor y, además,
que nuestro organismo se estrese generando ansiedad. Pero, además, es que puede
traernos problemas para la salud. Tanto las grasas como los hidratos son
necesarios para mantener sano nuestro organismo. En vez de eliminarlos por
completo debemos elegir grasas e hidratos buenos y controlar las porciones.
NO HIDRATARNOS BIEN
Según indican varias investigaciones, beber agua nos ayuda a
perder peso de manera más efectiva cuando estamos en un plan de adelgazamiento.
Uno de los motivos es que el consumo adecuado de agua parece incrementar el
metabolismo y, por tanto, el gasto energético.
Por tanto, olvidarnos de beber agua o desplazar el consumo
de esta bebida por otras menos adecuadas es un grave error que puede estar
evitando que perdamos la cantidad de peso que esperamos.
TENER ALGUNA CONDICIÓN MÉDICA O GENÉTICA
A veces lo estamos haciendo todo bien y aún así no hay
manera de perder peso. La realidad es que hay algunas enfermedades genéticas
que aumentan el riesgo que tenemos de engordar y que hacen más difícil que
perdamos peso.
Puede ser un problema de tiroides u hormonal. Sea como sea,
lo mejor que podemos hacer si sentimos que aún haciéndolo todo bien nos cuesta
demasiado adelgazar es acudir a nuestro médico de modo que pueda valorarnos e
informarnos de cuáles son nuestras opciones.