Enterrados vivos o lanzados a hogueras… así torturaba “El Chapo”
Viernes 25 de Enero de 2019 12:07 pm
+ -Isaías Valdez, exguardaespaldas y exsecretario de Guzmán, narró en Nueva York la forma en que Guzmán Loera habría torturado a sus rivales
Fueron
balazos a la cabeza y cuerpos lanzados a hogueras o enterrados vivos.
En escabroso
detalle, un testigo relató ayer, durante el juicio que se celebra en Brooklyn,
tres asesinatos cometidos por el propio Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2006 y
2007.
Durante tres
meses de juicio se ha oído varias veces testimonio sobre los asesinatos que
Guzmán ordenó, pero nunca los cometidos por él mismo.
Isaías
Valdez, exguardaespaldas y exsecretario de Guzmán, dijo que el primero ocurrió
cerca de Bastantitas, en Durango. Se trató de un miembro del cartel rival de
los Arellano Félix que Ismael “El Mayo” Zambada le envió a Guzmán en una
avioneta.
“Venía
bastante torturado”, dijo Valdez, agregando que eso enojó a “El Chapo”, ya que
no podría sacar demasiada información de él.
Guzmán no
visitó al secuestrado durante tres días hasta que finalmente lo interrogó.
Después ordenó a sus hombres trasladarse a otro campamento cercano a un
cementerio, también cerca de Bastantitas. Se metió al secuestrado en una
especie de gallinero allí.
“Apestaba.
Estaba podrido ya”, dijo Valdez, quien explicó la historia de forma gráfica,
detallando cada movimiento de Guzmán y sus hombres.
Finalmente,
Guzmán ordenó que sus hombres construyeran un hoyo en el cementerio, pero avisó
que intentaran que la víctima no los oyera mientras excavaban. El secuestrado
estaba atado de pies y manos y fue trasladado al lado del hoyo. Guzmán, que
llevaba una pistola pequeña de calibre 25, interrogó de nuevo al secuestrado y
mientras éste le respondía le disparó.
“A chingar a
tu madre”, narró Valdez que Guzmán dijo a la víctima. Después “El Chapo” ordenó
que se le enterrara en el hoyo.
“Todavía la
persona trataba de respirar, pero así lo enterramos”, dijo Valdez.
El segundo
asesinato explicado fue de dos miembros de los Zetas, otro cartel rival. En una
llamada, Guzmán se enteró de que se los enviaban. “Chavalones, nos mandan un
regalo”, dijo Valdez que Guzmán les comentó a sus trabajadores.
También era
2006 o 2007, en Durango. Cuando llegaron los secuestrados, Guzmán pidió a sus
empleados que los fueran ‘calentando’, lo que significa que pedía que empezaran
a golpearlos. Valdez dijo que el mismo Guzmán los apaleó durante largo tiempo
con un tronco y con un arma.
“Hijos de su
pinche madre”, dijo Valdez que Guzmán les gritaba.
Tras ordenar
que se hiciera una hoguera, los hombres de Joaquín trasladaron a ambos Zetas en
cuatrimotos cerca de esta. Mató a cada uno de ellos de un tiro en la cabeza y
luego ordenó que se lanzaran los cuerpos al fuego. “Que no queden ni los huesos”,
dijo, según Valdez.
“El Chapo”,
uno de los narcotraficantes más conocidos que existen y exlíder del cartel de
Sinaloa, se ha declarado inocente de supuestamente acumular una fortuna
multimillonaria a través del tráfico de toneladas de cocaína y otras drogas
desde México a Estados Unidos. De ser encontrado culpable enfrentaría una
posible sentencia a cadena perpetua.
Durante el
testimonio de Valdez, Guzmán se mostró atento y escuchó con atención al
testigo, quien era conocido en el cartel como “Memín”.
Valdez, un
exmiembro de las fuerzas especiales del ejército mexicano, dijo que trabajó
posteriormente para Guzmán desde 2004 hasta 2013. Empezó como guardaespaldas,
después pasó a ser su secretario y más adelante fue enviado a Honduras para comprar
propiedades para el cartel. Posteriormente se encargó de la seguridad de dos
hijos del líder del cártel y finalmente se hizo piloto; transportaba mariguana
y cocaína.