Cae asesino de catedrático de la UNAM, era su “amigo”
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Martes 05 de Febrero de 2019 11:39 am
+ -Tras el ataque el sujeto dejó una playera ensangrentada, con comparativos genéticos se pudo determinar su culpabilidad
El pasado 20
de enero se cometió el asesinato de un catedrático de la Universidad Nacional
Autónoma de México que quedó asentado en el expediente CI-FMC/MC-1/
UI-2S/D/00101/01-2019 de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de
México (PGJCDMX).
La víctima de
nombre Fernando “N”, profesor de Lenguas, se encontraba en su domicilio cuando
fue atacado.
El presunto
homicida Enrique Pablo “P”, era trabajador de limpia y “amigo” del profesor,
por eso pudo entrar a su casa en la colonia Lomas Quebrada, en la alcaldía
Magdalena Contreras, sin forzar la cerradura.
El agresor
resultó con heridas, en el lugar dejó una playera ensangrentada.
Después se
dirigió al Hospital Materno Infantil para que lo atendieran de las heridas. Ahí
dejó sus datos y luego se ocultó.
Por unos días
se metió a una casa en la colonia Barros Sierra que creyó estaba abandonada,
pasó varios días hasta que los dueños regresaron y el presunto homicida tuvo
que escapar.
En esa casa
dejó unos calcetines, unos zapatos… y la receta médica que le dieron en el
hospital. Ahí estaba su nombre completo.
Los dueños de
la casa allanada fueron a la Procuraduría a denunciar que alguien se había
metido. Llevaron los zapatos, los calcetines y la receta médica.
Al revisarla,
los policías descubrieron que era de la fecha en que el profesor fue atacado,
pertenecía a alguien que tenía heridas cortantes en ambos brazos. Y de
inmediato asociaron que su sospechoso del homicidio huyó con lesiones
similares.
Fue así que
los agentes de la PDI llegaron hasta ese hospital. Los doctores les dieron el
nombre de Fernando “N” y les confirmaron que tenía heridas cortantes.
Los agentes
de la Policía de Investigación (PDI) llevaban días buscando pistas para dar con
el homicida. Lo mismo pasaba con los peritos que analizaban la sangre hallada
en la ropa y en la escena del crimen.
Un
comparativo genético confirmó él era el asesino.
Los archivos
de la policía tenían ya su nombre, pues tiempo atrás estuvo preso por un robo.
Así los agentes fueron a buscarlo. Durante un par de días hicieron vigilancia,
hasta que lo atraparon.
Aunque negó
el crimen, el comparativo genético de su sangre y el de la playera hallada en
el lugar del crimen, no dejó duda: resultaron positivos. El homicida ya está
preso en el Reclusorio Oriente.
El expediente
ya es analizado por un juez de control penal.