Cuando el Wifi es más popular que Gabriel García Márquez
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Martes 05 de Febrero de 2019 5:36 pm
+ -Quienes visitan la Biblioteca Pública Municipal Gabriel García Márquez no llegan a leer, sino a ver redes sociales; así la incultura en estos tiempos de cólera.
¿Cuál es la
clave de wifi? Esa es la pregunta más frecuente que Óscar Fernández debe
responder cada día cuando trabaja como bibliotecario en la Biblioteca Pública
Municipal Gabriel García Márquez.
Fernández,
serio con gorra deportiva, prefiere que los niños que se acercan a la pequeña
biblioteca de este municipio del departamento del Magdalena, en el Caribe
colombiano, lean libros, hojeen los dos mil 300 títulos que tiene la sala y
disfruten del legado de su paisano más ilustre, el Nobel de Literatura de 1982.
“Me molesta
que vengan pidiendo la clave de wifi para meterse en las redes. Yo quiero que
vengan aquí para adquirir hábitos de lectura, una costumbre que está muy
perdida en nuestro medio, no sólo en Aracataca también en todo el mundo”,
lamenta.
Al fin y al
cabo, en este lugar, en Aracataca, nació el 6 de marzo de 1927 Gabito -nombre
cariñoso para referirse a García Márquez- y ese hecho debería animar al consumo
de libros.
Este pequeño
poblado del Caribe donde se encuentra la biblioteca que lleva su nombre es
mundialmente conocido por inspirar el pueblo ficticio de Macondo, protagonista
de la novela Cien años de soledad.
Fernández
entiende que los niños deben leer en honor a ese Nobel que llenó el mundo de
mariposas amarillas, vallenatos y pasiones caribeñas con apellido Buendía.
La biblioteca
donde él trabaja se inauguró en octubre pasado y estos días ha tenido ajetreo
con motivo del Hay Festival, un evento que trata de acercar la cultura a la
calle. Con motivo del festival, la ministra colombiana de Cultura, Carmen
Vásquez, visitó la localidad y anunció un taller de periodismo comunitario para
jóvenes de Aracataca en coordinación con la Fundación Gabriel García Márquez
para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI).
El proyecto,
que adopta el nombre de “Cronicando”, trata de “preservar el legado de García
Márquez y formar a los niños de Aracataca en el periodismo”, una pasión del
Nobel, según dijo la ministra.
Este tipo de
actividades forma parte del espíritu de la biblioteca que cuenta con espacios
de extensión bibliotecaria y cursos de inglés. Además, con una sala de
consultas virtuales, una larga librería con forma de ola y una plaza a la
entrada del recinto para leer, siempre y cuando la temperatura exterior, con
una media anual 27 grados centígrados, lo permita.
Según
Fernández, poco a poco y a pesar de la pasión por las redes sociales, los niños
se acercan a la biblioteca.