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Todos los caminos llevan a… Roma



Domingo 24 de Febrero de 2019 8:58 am

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Las estrellas se alinean una vez más a favor de México en la meca del cine mundial, Hollywood, en la entrega del premio más codiciado por todo el medio cinematográfico el Óscar, a favor del mexicano Alfonso Cuarón, quien con su más reciente y autobiográfico filme, Roma, en el que cuenta la historia de su familia cuando él era niño a principios de los años setentas, convirtiéndose en el centro de la atención internacional con una película deliciosa, tanto por sus detalles técnicos cuidados al extremo, como por la fotografía impecable que él mismo realizó en formato de blanco y negro, además de la escenografía minuciosamente elaborada que nos remonta a esa época cuidando los más mínimos aspectos del México urbano de esos años, todavía costumbrista con el ambulantaje callejero, los niños jugando en las calles, la comida típica en puestos y la convivencia social de todas las clases en los mismos espacios. 

Roma hace de momentos simples y cotidianos una odisea visual y llena de emociones que nos hacen entender mejor la vida de esa época, cuando todo era más simple y las familias se reunían en la noche a ver juntos el televisor conviviendo con la servidumbre, en este caso el personaje Cleo interpretado por Yalitza Aparicio, la ayudante doméstica de esa casa y también nana de los niños, quien hace una actuación memorable que mereció su nominación a mejor actriz y poner la mirada en las mujeres indígenas, que por tantas décadas han sido olvidadas.

Roma ya tiene un primer lugar, al ser la primera película mexicana grabada en español como idioma original nominada a mejor película en la historia de los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMPAS), que otorga la codiciada estatuilla como reconocimiento a lo mejor del cine mundial, los Óscares.

En Roma podemos ver la influencia de Luis Buñuel en Los Olvidados y una forma de hacer cine un tanto minimalista, haciendo más con menos donde no podemos separar la forma y la técnica del fondo de la historia; están tan amalgamadas, que si se empieza analizando las tomas, los silencios en los diálogos y otros aspectos, se termina entendiéndolos y justificándolos por la forma en que se cuenta la misma y el contexto en que se da, no en dos planos sino en uno solo. 

Es una simbiosis magistral, mágica, que dentro de una narrativa aparentemente simple no nos aleja de las emociones de los personajes, en especial de Cleo, el personaje central de la película, quien con su lealtad y entrega de amor y servicio constante a la familia, es tratada en la trama, al igual que toda la servidumbre de esa época, con exigencia, gritos, horarios de tiempo completo, ya que ahí dormía, y siendo fácilmente culpada de las frustraciones y problemas de todos los miembros del hogar.  

Cuarón aprovecha la historia para contarla a través del eslabón más débil de la familia, que es Cleo, quien siempre termina siendo el centro del hogar en todos los momentos y proyecta el reflejo de la historia de una sociedad clasista, racista, que continúa hasta nuestro días; basta ver los comentarios públicos que se han hecho hoy en día por diferentes actores y actrices, en su mayoría caucásicos, en México, sobre el hecho de que se haya nominado a un Óscar como mejor actriz a la protagonista de Roma, Yalitza Aparicio, oaxaqueña, indígena 100 por ciento, mixteca por parte de su padre y triqui por parte de su madre; pareciera que Octavio Paz revive en su Laberinto de la Soledad, cuando nos decía que los mexicanos no terminamos de aceptarnos y buscamos ser lo que no somos. 

Esta película pone en la mesa del debate muchos temas que pareciera que no queremos ver la mayoría: el racismo, la discriminación de los indígenas, de las mujeres, de los pobres, el abuso laboral de los más desprotegidos y nos hace reflexionar para mejorarlo. Cuarón honra a su niñera y empleada doméstica al contar esta historia donde ella es el centro de lo que sucede en esa casa, pero no deja de mencionar lo injusto del trato que se le daba al exhibirlo en la película, quizá sea una forma de redimirse al hacerlo y de provocar un diálogo en un tema tan sensible en nuestra sociedad y en el mundo. 

La actuación de Yalitza es espectacular, pero es tan fuerte el racismo en nuestra comunidad, que algunas personas educadas me han comentado que ella no actuó, sino que simplemente fue ella. Es inquietante pensar que por ser indígena algunos la asocien con ser sirvienta, cuando en la vida real es una maestra de primaria de origen indígena; creo que tenemos que aprovechar el momento y debatir este tema para buscar ser mejores como sociedad.

Los vientos corren a favor de Roma; no es un secreto para nadie que la Academia siempre ha manejado un toque político sutil en sus premiaciones y en este momento la agenda demócrata y anti-Trump de Hollywood se hace presente al decirle al mundo que un mexicano crea arte de primera calidad, y que una actriz indígena puede ser nominada a la mejor actriz en un premio que tiene competencia en todo el mundo, es decirle de frente a Trump y al establishment: Los mexicanos son exitosos y hacen arte con calidad, y a una actriz indígena se le puede reconocer como la mejor del mundo, evidenciando su desdén por la política del Presidente de los Estados Unidos. 

Esta agenda impulsa a Roma, y se junta “el hambre con las ganas de comer”, es decir, la agenda demócrata de Hollywood y del estado de California, impulsan este filme como bandera de lo que defienden en cuanto a sus ideas libertarias y a los derechos de las minorías.

Otros de los pilares fuertes que hacen a Roma un filme ganador es la gran apuesta de la empresa productora Netflix, de realizar películas con calidad artística y no sólo comercial, es un momento de inflexión importante para la empresa y por eso la ha impulsado con una promoción nunca antes vista a nivel mundial. Cuando Netflix le apostó a no solamente comprar derechos de series para transmitir contenidos propios, inició un gran proyecto que fue la serie House of Cards, logrando un gran éxito y que le permitió posicionarse como líder en la generación de series propias; ahora está haciendo lo mismo con filmes y le está apostando a hacer películas de arte, con reconocimiento mundial, ganadoras de Óscares, que le den prestigio como casa productora de cine y que no necesita salir a los circuitos cinematográficos tradicionales, recordemos que Roma se presentó a través de la plataforma de Netflix, y sólo se exhibió en muy pocas salas de cine tradicional. Netflix no quiere depender de los estudios y las casas productoras que dominan el mercado de la creación cinematográfica tradicional. 

Este impulso que le está dando a la película Roma, por todo lo que para ellos implica comercialmente, es parte de la fuerza que tiene detrás, más allá de la calidad como película, que es innegable.

Roma fue seleccionada para representar a México en la categoría de “Mejor película de idioma extranjero” (Foreing Language Film) y después fue nominada por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood a nueve categorías más: como Mejor Película (Alfonso Cuarón), Mejor actriz protagónica (Yalitza Aparicio), Mejor actriz de reparto (Marina de Tavira), Mejor fotografía (Alfonso Cuarón), Mejor director (Alfonso Cuarón), Mejor diseño de producción (Eugenio Caballero y Bárbara Enríquez), Mejor edición de sonido (Sergio Díaz, Skip Lievsay), Mejor mezcla de sonido (Skip Lievsay, Craig Henighan, José Antonio García) y Mejor guión (Alfonso Cuarón).

Nadie puede negar que esta década le ha pertenecido a los directores mexicanos en Hollywood; en los últimos 8 años desde 2010, tres mexicanos han ganado cuatro Óscares a mejor director: en 2013, Alfonso Cuarón, con Gravity; en 2014, Alejandro González Iñárritu, con Birdman, y en 2015, con El Renacido; en 2017, Guillermo del Toro, con La Forma del Agua; de estas películas dos lograron el Óscar a la mejor película: Birdman en 2014 y La Forma del Agua, en 2017. 

Hoy, Roma tiene 10 nominaciones y grandes posibilidades de llevarse la estatuilla a Mejor director una vez más, con lo que Cuarón obtendría su segundo Óscar en esta categoría. A la fecha ya ha sido multipremiada en diferentes festivales internacionales alrededor del mundo en los últimos meses, desde su estreno en el Festival de Venecia el 30 de agosto de 2018, lo que la pone como una de las favoritas. 

Las estrellas se alinean una vez más para el mexicano Alfonso Cuarón. Parafraseando la famosa frase del libro romano El Mundo de los Mapas: “Todos los caminos llevan a Roma”.


Directo a ganar el Óscar.

Óscar Jiménez Lizárraga



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