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Espió el PRI a la Universidad de Colima



Domingo 03 de Marzo de 2019 9:22 am

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Tatiana Clouthier, Porfirio Muñoz Ledo y Diego Fernández de Cevallos aseguraron que el espionaje lo hacía a través de la Dirección Federal de Seguridad o de la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales


Tres de los opositores al régimen priista de los 80 y 90, Tatiana Clouthier, Porfirio Muñoz Ledo y Diego Fernández de Cevallos, aseguraron que no es novedad el espionaje que distintas administraciones del tricolor hicieron sobre ellos, e incluso a la Universidad de Colima, a través de la Dirección Federal de Seguridad o de la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales.

El vicepresidente del Senado, Jorge Carlos Ramírez Marín (PRI), advirtió que falta transparencia en lo que el gobierno hace hoy en materia estratégica de Inteligencia y que “necesitan estar seguros de que ese instrumento de la seguridad del Estado no se usará contra los adversarios.

“Me parece irrelevante y raro que un gobierno que dice que no se fija en el pasado abra el pasado; lo relevante es saber qué está pasando ahora”.

En entrevista con El Universal, la diputada por Morena, Tatiana Clouthier, dijo que sabía que la espiaban a ella, a sus hermanos y a su padre, Manuel J. Clouthier.

Recuerda que afuera de su casa siempre había alguien y reveló que su padre siempre trataba de perderlos: “Lo de la seguida no era siempre a mí. A veces, cuando llegaba mi papá, había un hombre ahí parado, afuera de mi casa. Cuando andábamos con él en campaña, en el 86, siempre decía: ‘Ahí vienen los de Gobernación’, o a veces incluso se metía en algún lado y salía en otro carro para escapar. Era la constante”, aseguró.

Por su parte, el ex candidato presidencial del PAN, Diego Fernández de Cevallos, también dijo que el espionaje no era noticia y que lo siguen haciendo, pero que lo tiene sin cuidado, porque en su vida tiene mucho de qué arrepentirse, pero nada de qué avergonzarse.

El diputado por Morena, Porfirio Muñoz Ledo, subrayó que tampoco le sorprende que lo hayan espiado, porque el Estado mexicano a todo mundo espiaba, y que no era importante este seguimiento.

ACTORES Y CANTANTES

Silvia Pinal desconoce si agencias de inteligencia mexicana, como reveló ayer El Universal, la tenían como objeto de investigación, al igual que a su compañero Ignacio López Tarso, Juan Gabriel y María Félix.

La estrella de la época de oro del cine mexicano indica que jamás tuvo nada que esconder.

“Yo no andaba nunca en nada que yo no pudiera decirlo al aire a la gente y que lo supiera, me imagino que Nacho igual”, indicó.

“Si me estaban investigando sin saberlo yo, no lo puedo saber, no lo sé. Que Dios los bendiga ¿no?”, expresó.

El nombre de Pinal figura entre artistas, comentaristas deportivos, políticos e intelectuales que fueron investigados por la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales y la Dirección Federal de Seguridad, que luego derivaron en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional.

Esto, según se extrae de documentos desclasificados y que se encuentran en el Archivo General de la Nación.

EMPRESARIOS, UNIVERSIDADES E IGLESIAS

Elementos de la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales (DGIPS) y la Dirección Federal de Seguridad (DFS) —antecesora del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen)— vigilaron, por lo menos desde la década de los 60 hasta los 80, a organizaciones empresariales, universidades, normales rurales, obispos e iglesias de distintas religiones.

En una revisión hecha por El Universal al índice de expedientes desclasificados en el Archivo General de la Nación (AGN), se detalla que los aparatos de inteligencia de los gobiernos priistas espiaron a las principales organizaciones empresariales y a sus integrantes.

Elementos de inteligencia de la DFS vigilaron diversas reuniones de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex); así lo detallan 91 fojas de 1977 a 1981 provenientes de un expediente desclasificado en 2018.

Mismo caso ocurrió con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), cuyo expediente, liberado el año pasado, informa que el organismo fue vigilado de 1981 a 1983.

Raúl Baillères, uno de los principales empresarios del país, también fue investigado y seguido por la DFS en 1954; lo mismo ocurrió con Eugenio Garza Sada, hijo del fundador de la Cervecería Cuauh-témoc y quien creó el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey.

En el largo listado del AGN también se encuentran documentos que indican que casi todas las normales rurales del país fueron espiadas: destacan la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero, y la Escuela Normal Rural en “El Mexe”, en Hidalgo, en las cuales estudiaron los guerrilleros Lucio Cabañas y Genaro Vázquez.

Este espionaje gubernamental llegó a universidades públicas y privadas, como a la Universidad Autónoma Chapingo, la Universidad Autónoma de Nuevo León, la Universidad Obrera de México, la Universidad de Sonora, la Universidad Autónoma de Colima, la Universidad de Guadalajara y la Universidad Autónoma de Guadalajara, así como a la Preparatoria Popular Tacuba de la UNAM.

Desde que llegó a la Diócesis de Cuernavaca, Morelos, Sergio Méndez Arceo, impulsor de la Teología de la Liberación, fue espiado por el Estado mexicano; así lo detallan siete cajas en el AGN que abarcan de 1956 a 1985 y que contienen al menos 3 mil fojas desclasificadas.

El ex obispo de Tehuantepec, Oaxaca, Arturo Lona Reyes, conocido como “El Obispo de los Pobres”, y quien suma casi una docena de atentados, también fue objeto de vigilancia entre los años 1973 y 1985.

El fundador de Los Legionarios de Cristo y acusado de pederastia, Marcial Maciel, fue otro religioso espiado por el gobierno mexicano, debido a que así consta el archivo creado por la DGIPS el 29 de julio de 1972.

EL UNIVERSAL



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