Foto de niña migrante gana el World Press Photo 2019
Viernes 12 de Abril de 2019 11:41 am
+ -El jurado de la 62º edición de estos galardones consideró la imagen como “la foto de prensa mundial del año”
La niña
migrante que lloraba en la frontera entre México y Estados Unidos, una captura
de la caravana que buscó romper muros contra las políticas de "tolerancia
cero" del presidente Donald Trump, tomada por el estadounidense John
Moore, ganó este jueves el World Press Photo a la fotografía del año.
El jurado de
la 62º edición de estos galardones consideró la imagen como "la foto de
prensa mundial del año" y celebró que haya representado "una protesta
pública por la polémica práctica" propuesta en Estados Unidos de separar a
los menores inmigrantes de sus padres, algo que no llegó a ocurrir a la
protagonista de la foto de Moore, la niña Yanela Rodríguez, que viajaba con su
madre Sandra.
Se trata de una imagen "sorprendente, única, relevante, memorable", en palabras de Whitney C. Johnson, presidenta del jurado de este concurso, que otorga la máxima distinción del fotoperiodismo a nivel mundial.
"Te
dice mucho de la historia de forma inmediata y, al mismo tiempo, realmente te
hace sentir conectado con lo ocurrido. Esta foto muestra un tipo diferente de
violencia, la psicológica", añadió Alice Martins, fotoperiodista y miembro
del jurado del World Press Photo.
Moore
capturó la fotografía la noche del 12 de junio de 2018 al sur de Texas, en una
zona conocida como el valle del Río Grande, en la frontera entre México y
Estados Unidos.
El fotógrafo
estadounidense viajaba con un grupo de agentes fronterizos cuando se topó con
varias familias, "más de una docena de personas" que marchaban hacia
Estados Unidos, pero que fueron trasladadas por los funcionarios de frontera a
un centro de solicitantes de asilo, explicó Moore a Efe.
La protagonista de la foto es una niña asustada, que lloraba mientras era arrestada por los agentes, después de caminar desde Honduras, junto a su madre, durante un mes. Fue detenida, al igual que el resto de migrantes, y fueron obligados a entregar sus pertenencias personales, documentos e incluso los cordones de sus zapatos, y dejando en el aire su anhelo de llegar a Estados Unidos.