Queda libre “La hiena de Querétaro”; concluyó su condena

Jueves 25 de Abril de 2019 12:00 am
+ -Claudia Mijangos mató a sangre fría a sus 3 hijos hace 30 años
Después de
estar en el Centro Femenil de Reinserción Social de Tepepan en la Ciudad de
México ayer por la tarde fue liberada Claudia Mijangos al cumplir sentencia de
30 años por el homicidio de sus tres hijos en la capital del Estado en abril de
1989.
Autoridades de la subsecretaría del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México confirmaron que obtuvo su libertad, y fue entregada a sus familiares de quienes reservó su identidad.
¿QUÉ SUCEDIÓ EN 1989?
El 24 de
abril de 1989, Claudia Mijangos asesinó a sus hijos Claudia María, de 11 años;
Ana Belén, de 9 años; y Alfredo, de 6 años; en su casa ubicada en el número 408
de la calle Hacienda del Vegil, colonia Jardines de la Hacienda.
La mujer fue detenida por autoridades y en su primera declaración acusó al padre Ramón de manipular su mente, de haber ocasionado su divorcio y de ordenarle que matara a sus hijos.
Foto de Diario de Querétaro
Sin embargo,
después reconoció haber matado a sus hijos y tras su declaración, se le
realizaron estudios clínicos que arrojaron que padece epilepsia del lóbulo
temporal, acompañado de una perturbación de la personalidad tipo paranoide.
¿QUÉ SUCEDIÓ CON ELLA TRAS SU
DETENCIÓN?
Luego de ser
detenida, Claudia fue trasladada al penal de San José el Alto, en la capital de
Querétaro, donde fue sentenciada a 30 años de prisión por el asesinato de sus
hijos.
Tras ser diagnosticada, fue trasladada al área psiquiátrica del reclusorio de Tepepan, en la Ciudad de México, el 10 de septiembre de 1991. Familiares de la mujer acusaron que el penal no tenía mantenimiento y que estaba en condiciones de abandono.
Aspecto actual de la casa de Mijangos
Luego de 30 años, Claudia obtuvo su libertad, pero deberá ser sometida a pruebas clínicas que determinarán su estado de salud mental y establecer si podría enfrentar su libertad, la cual solo llegaría si un familiar se compromete a hacerse cargo de ella, pues estaría medicada de por vida. En tanto, el padre Ramón fue enviado a España por la Iglesia tras el asesinato y aunque la mujer señalaba que él le correspondía su amor, nunca habló al respecto y hasta la fecha, poco o nada se sabe sobre él.