Reaparece jefe del Estado Islámico; promete seguir lucha
Lunes 29 de Abril de 2019 1:29 pm
+ -Se difunde un video de Abu Bakr al Bagdadi por primera vez en cinco años; advierte que “la batalla del Islam contra los cruzados es larga”
El líder del
grupo terrorista Estado Islámico (EI), Abu Bakr al Bagdadi, reapareció hoy en
un video por primera vez en cinco años.
En el video,
Abu Bakr al Bagdadi, de orgen iraquí, asegura que "la batalla del islam
contra los cruzados es larga", pese a la derrota del EI en Siria el pasado
marzo.
Al Bagdadi se refiere al último bastión del EI en Siria, la localidad de Al Baguz, de donde los yihadistas fueron expulsados el pasado marzo, lo cual puso fin al 'califato' que el grupo radical proclamó en 2014 en los territorios que controlaba en este país y en Irak.
La batalla
de Al Baguz terminó y en ella fue evidente la barbaridad de los cruzados contra
la nación musulmana, al mismo tiempo que fue evidente la paciencia y coraje de
la nación musulmana, lo cual arrancó el corazón de los cruzados", dice el
líder que no mira a la cámara sino que se dirige a sus acompañantes.
El autorpoclamado 'califa' aparece sentado en el suelo, sobre unos cojines y con las piernas cruzadas, con una larga barba sin recortar y la cabeza cubierta por un pañuelo negro, y a su lado se puede ver un rifle apoyado en la pared de una habitación en la que se encuentran otros hombres no identificados.
Asimismo,
agradeció los sacrificios de todos los "mártires" que murieron en esa
y en otras batallas, y aseguró que el EI ha realizado un total de 92
operaciones en ocho países, sin especificar cuándo.
Por el
momento no se dio a conocer la fecha en la cual fue grabado este video,
difundido en internet y cuya veracidad no ha podido ser comprobada.
La última vez que había sido visto Abu Bakr al Bagdadi fue en 2014 en la mezquita de Al Nuri, en Mosul, cuando proclamó la creación de su ‘califato’ en Siria e Irak, hoy extinto.
Desde entonces no se tenían registros de su paradero, que algunos medios y servicios de inteligencia ubicaban en la frontera entre Irak y Siria, y en varias ocasiones se especuló sobre su posible muerte durante ataques militares por parte de Estados Unidos, Irak y Rusia, pero nunca se pudo confirmar.