Con higiene y vacunación se previene la hepatitis
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Sábado 18 de Mayo de 2019 7:58 pm
+ -Ingesta de agua o alimentos contaminados y contacto con fluidos infectados, causan la enfermedad, señala la Secretaría de Salud.
La Secretaría
de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado informa que consumir
alimentos y agua en condiciones salubres, evitar el contacto con fluidos
infectados y con grupos de población de alto riesgo, además de aplicar la
vacunación, contribuyen a prevenir la hepatitis o inflamación del hígado
causada principalmente por cinco virus que también dan origen a cirrosis y
cáncer de este órgano.
La hepatitis
viral es causada por uno de los cinco virus, llamados tipo A, B, C, D y E, de
los cuales el A y E son provocados generalmente por la ingestión de agua o
alimentos contaminados; mientras que los B, C y D se producen por el contacto
con líquidos corporales infectados.
Asimismo,
expuso que la hepatitis A se transmite por comer o beber alimentos o agua
contaminados con heces fecales infectadas con este virus. Puede causar síntomas
debilitantes y hepatitis fulminante (insuficiencia hepática aguda),
desarrollando estos signos con mayor frecuencia en adultos que en niños, entre
los cuales causa ictericia (coloración amarillenta de la piel y mucosas) en más
del 70% de los casos.
La hepatitis
B, cuya infección se puede volver crónica, es transmitida por contacto con
fluidos infectados (sangre, semen, saliva, etcétera) y causa fatiga extrema,
vómitos, orina oscura, y piel y ojos amarillentos, provocando un mayor riesgo
de morir por cirrosis hepática y cáncer de hígado.
Aun cuando la
vacuna contra la hepatitis B es el principal pilar de la prevención, las
prácticas para la seguridad de las inyecciones, eliminar inyecciones
innecesarias e inseguras, pueden ser eficaces para proteger contra la
transmisión de este virus.
Y la
hepatitis C, que también puede progresar a cirrosis y cáncer de hígado, se
transmite principalmente de forma parenteral, es decir, entra al cuerpo vía
intravenosa, subcutánea o intramuscular, incluyendo inoculación por uso de
drogas inyectables, lo que puede suceder por el uso material infectado como
agujas de acupuntura y jeringas, así como piercings y tatuajes.
Como no hay
vacunas para prevenir la infección por este virus, la Secretaría de Salud
indica que la prevención depende de la reducción del riesgo de exposición al
virus en el entorno sanitario, en los grupos de población de alto riesgo como
los consumidores de drogas inyectables y en los contactos sexuales.