Escasez de lluvia, por factores climáticos, no por cañones
Reportaje Especial
Martes 25 de Junio de 2019 8:04 am
+ -Pueden deshacer el granizo, pero no impiden las lluvias; su efecto, limitado a un área reducida, cuando se utilizan; científicas de la UNAM desmienten el mito de los cañones: No hay evidencia científica
El retraso del temporal de lluvias ha preocupado a la población. ¿Por qué no llueve? ¿Por qué se forman nubes de tormenta, parece que darán agua y al final se disipan?
-A mí me dijo una señora de Comala que se pone feo el cielo, como que va a llover, y luego oye los cañonazos y ya no llueve- comenta coloquialmente una mujer mientras atiende a sus clientes en el Mercado Obregón.
En redes sociales, los comentarios menudean más o menos en el mismo tono. Unos, la mayoría, recriminan a los usuarios de cañones, sin más información que las versiones que corren aquí y allá, sin comprobación alguna. Los menos, lo niegan. Ningún comentario tiene sustento científico, como es frecuente en esos foros similares al chacoteo cotidiano, al chisme.
¿Puede la potencia de esos artefactos modificar el régimen pluvial de modo que causen sequía?
Los cañones antigranizo comenzaron a utilizarse en Europa hace mucho tiempo para proteger los viñedos. A la fecha, se usan, está vigente una regulación, los viticultores se organizan para impedir las granizadas que, de caer, les causan la pérdida de la cosecha. Las máquinas se fabrican bajo regulación legal.
En el sur de Jalisco, primero, y en Colima, después, un movimiento de agricultores reclamó por el uso de cañones granífugos, como se les llama técnicamente. En julio de 2015, agricultores, ganaderos, defensores de los derechos humanos, profesores y personas en lo individual se manifestaron en las calles de Ciudad Guzmán contra el uso de cañones. Acusaban a agroindustrias del sur de Jalisco de alterar con esos artefactos el régimen de lluvias. Científicos de la Universidad de Guadalajara estudian desde entonces el caso.