Pactan EU y China nueva tregua en su guerra comercial
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Sábado 29 de Junio de 2019 12:21 pm
+ -El presidente de EU, Donald Trump, y su par chino, Xi Jinping, acuerdan una nueva tregua en su guerra comercial, lo que da un respiro a las tensiones bilaterales.
El presidente
de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, acordaron hoy
una nueva tregua en su guerra comercial, por la que Washington frenó la
imposición de nuevos aranceles a China y accedió a permitir que las empresas
estadunidenses vendan productos a la tecnológica Huawei.
Durante una
reunión de más de una hora en la ciudad japonesa de Osaka, donde ambos
participaban en la cumbre del G20, Trump y Xi accedieron a reanudar las
negociaciones comerciales y aparcaron la amenaza estadunidense de extender sus
aranceles a todas las importaciones chinas.
“Vamos a
trabajar con China desde donde nos habíamos quedado, para ver si podemos llegar
a un acuerdo”, dijo Trump en una conferencia de prensa al término de la cumbre
en Osaka.
Trump había
amenazado con imponer aranceles de entre el 10 ó el 25 por ciento a unos 325
mil millones de dólares en importaciones chinas, lo que había alarmado a los
mercados internacionales y a numerosas empresas en estadunidenses, que temían
aumentos de precios en algunos de los productos más cotizados por los
consumidores.
El acuerdo
con Xi implica que esos gravámenes están fuera de la mesa por ahora, pero
Estados Unidos mantiene en vigor sus aranceles a productos chinos por valor de
250 mil millones de dólares, y China conserva sus gravámenes a importaciones
estadunidenses por 110 mil millones de dólares.
DISCORDIA POR HUAWEI
Las medidas
estadunidenses contra la tecnológica china Huawei centraron buena parte de la
negociación, puesto que Estados Unidos vetó este año la venta de componentes
estadunidenses a esa tecnológica china y mantiene una orden de extradición
contra su directora financiera, Meng Wanzhou, detenida en Canadá.
Trump afirmó
en su conferencia de prensa que había “acordado (con Xi) que las empresas
estadunidenses puedan vender productos a Huawei”, aunque después afirmó que el
Tesoro mantendría una reunión en los próximos días para decidir definitivamente
si levanta el veto a la entrega de componentes estadounidenses a Huawei.
El Tesoro
incluyó a mediados de mayo a Huawei en una lista negra que impide a las
empresas estadounidenses proporcionarles componentes originales sin la
aprobación del Gobierno, por sospechar que la firma china, líder en el
desarrollo de la tecnología 5G, pudiera aprovechar esos sistemas para el
espionaje.
Como
consecuencia, compañías como Google anunciaron que dejaban de prestar servicios
tecnológicos a la empresa china, una situación que inquietó a millones de
usuarios de teléfonos móviles en el mundo ante la incertidumbre por las futuras
actualizaciones del sistema operativo Android.
Trump no
aclaró hoy si el veto a Huawei se levantará por completo, al afirmar que los
equipos cuya venta había acordado permitir serían aquellos “que no presenten un
gran problema de seguridad nacional”.
También
aseguró que China había accedido a comprar “grandes cantidades” de productos
agrícolas de Estados Unidos, aunque Pekín ya asumió ese compromiso en diciembre
pasado, como parte del acuerdo para iniciar negociaciones comerciales que Trump
y Xi alcanzaron en Buenos Aires.
RESPIRO
Esas
conversaciones se detuvieron en mayo, cuando Trump perdió la paciencia con
China y subió del 10 al 25 por ciento los aranceles a 200 mil millones de
productos chinos, lo que llevó a Pekín a imponer tasas a productos
estadunidenses por valor de 60 mil millones.
Al comienzo
del encuentro en Osaka, Xi aludió a la llamada “diplomacia del ping pong”, por
la que los deportistas de ambos países ayudaron a impulsar el restablecimiento
de relaciones diplomáticas en 1971, para intentar que Trump suavizara su postura
en el plano comercial.
La
cooperación y el diálogo son mejores que las fricciones y la
confrontación", defendió Xi, sentado frente al mandatario estadounidense y
junto a sus respectivas delegaciones.
El acuerdo
permitió a Trump cerrar con buen sabor de boca su ajetreada participación en la
cumbre del G20, marcada por las críticas que hizo en una entrevista a algunos
aliados a los que luego vio en persona y por su contraste con el resto de
potencias en lo relativo al cambio climático, reflejado en la declaración
final.
Trump volvió
a exhibir más comodidad con los líderes de tendencias autoritarias, como el
ruso Vladimir Putin o el príncipe heredero Mohamed bin Salman, que con aliados
tradicionales de Estados Unidos.
En un momento
de encrucijada en varias prioridades de su política exterior, como Irán o
Venezuela, Trump abandonó la cumbre con la perspectiva de un posible encuentro
este domingo en la frontera intercoreana con el líder norcoreano, Kim Jong Un,
un saludo rápido que le permitiría llenar titulares sin asumir compromisos.