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Nogueras, entre la historia y el arte de Alejandro Rangel



Domingo 28 de Julio de 2019 8:57 am

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A Nogueras se llega por un camino empedrado, rodeado de árboles de mamey, higueras, parotas y ceibas. Al fondo se observa el espectacular Volcán de Fuego y la entrada destaca por las coloridas flores de bugambilias

NOGUERAS, COMALA. La comunidad de Nogueras se envuelve de belleza, es un pueblo lleno de naturaleza, historia y cultura. La ex hacienda con su iglesia, el jardín y las calles fueron testigos del auge de la producción del alcohol de caña, pero también fueron inspiración del artista Alejandro Rangel Hidalgo.
A Nogueras se llega por un camino empedrado, rodeado de árboles de mamey, higueras, parotas y ceibas. Al fondo se observa el espectacular Volcán de Fuego y la entrada destaca por las coloridas flores de bugambilias.


El centro de la comunidad tiene el estilo de Alejandro Rangel, pues a finales de 1970, el artista decide embellecerlo y hacer una reurbanización del centro, coloca empedrado muy fino en la calle principal, crea el jardín que es un teatro al aire libre, rodeado de árboles de cítricos y lámparas con el diseño rangeliano, al igual que las fachadas de las casas, en donde anteriormente vivían los trabajadores de la Hacienda.
Al fondo está la ex Hacienda de Nogueras, que tuvo se auge durante la época del Porfiriato, y actualmente es el Centro Cultural Nogueras de la Universidad de Colima.


La finca de la Hacienda data del Siglo 17, su capilla fue dedicada a la Virgen del Refugio y fue concluida el 8 de junio de 1898.
La Hacienda de Nogueras fue fundada sobre el pueblo indígena de Ajuchitlán, el español Juan de Noguera, de quien le quedó el nombre, fue su primer propietario. En 1813, fue adquirida por Tomas Bernardo de Quiroz, quien no pudo desplazar su nombre anterior. Cambió varias veces de manos, hasta que en 1898 fue comprada por la familia Rangel, que la conservó hasta 1996, y hoy es propiedad de la Universidad de Colima.


Nogueras fuera una hacienda cañera dedicada principalmente a la producción de alcohol. Entre la casa y la capilla aún se conservan, sin restaurar parte de las instalaciones del antiguo trapiche, con su alto chacuaco de ladrillo.
Alejandro Rangel vivió en Nogueras de 1955 a 1992, fue hijo de los dueños de la Hacienda.
MUSEO ALEJANDRO RANGEL
En lo que fue la casa del capellán, quien cuidó la iglesia en tiempos de La Colonia, se encuentra el Museo Universitario Alejandro Rangel Hidalgo, en donde se expone una colección de cerámica prehispánica seleccionada por él, y una muestra de su obra como diseñador e ilustrador.


El espacio abrió sus puertas en 1996 para rendir un homenaje por toda la obra que realizó este artista como pintor, coleccionista de cerámica prehispánica y diseñador, en herrería, madera, vestuario, telones, escenografías y museografías.
Es una casa típica, impregnada de las creaciones e inspiraciones del artista. Este recinto está compuesto de cinco salas.
La primera, muestra la obra personal del artista, exhibiendo pinturas y dibujos. Destaca la tarjeta navideña que le dio la vuelta al mundo con la Unicef, con imágenes de ángeles, pastores y otros motivos navideños.


“Alejandro ve la manera de mostrar identidad, tradición, cultura, vestuario, plantas, flores, vasijas, que caracterizan regiones”, indica Gloria Elizondo, quien es la encargada del espacio.
La segunda, expone una cocina típica tradicional mexicana, con instrumentos prehispánicos y de La Colonia. Ahí se exhiben objetos como chicol, tinaja de barro, zarzo, metates y molcajetes.


En la tercera, se exhibe la obra original en pintura y diseño mobiliario del artista, quien junto con sus hermanos creó la escuela de Artesanías Comala, donde produjeron muebles de alta calidad, que adornaron la Casa Presidencial de Los Pinos y las embajadas de México.
“Los muebles le han dado identidad al estado, se les conoce como muebles colimotes o rangelianos”. Ahí, hay lupas a través de las cuales los visitantes pueden apreciar con detalle cada obra.


En la cuarta, se encuentra la cerámica prehispánica que Rangel coleccionó de la Hacienda de Nogueras, que pertenecen a la Cultura de Occidente, tienen una antigüedad de 300 años de A.C a 500 D.C, son piezas huecas hechas en barro cocido de una sola pieza.
En las vitrinas se exhiben figuras que representan ancianos, guerreros, individuos con enfermedades o con deformidades físicas, así como vasijas geométricas y otras que representan la flora y la fauna de la región.
Al terminar el recorrido por esta casa, se sale del Museo y se pasa por la fachada de la iglesia, la cual está cerrada al público, pero se continúa en la segunda sección con el Estudio Galería, compuesto por tres salas en las cuales se muestra la obra y objetos personales del artista.
ESTUDIO GALERÍA
En este lugar, de manera cronológica se muestran algunas obras de Alejandro Rangel, desde su primer dibujo a la edad de 1 año 5 meses, hasta la última de 1999, mostrando las etapas y estilos más reconocidos.


Hay cinco libreros con sus libros favoritos en donde predominan los temas de arte, dibujo, artesanía, vestuario, plantas y flores, aves, así como de cocina, literatura latinoamericana y arte sacro.
“Aquí el maestro trabajó desde 1955, quizás durante 3, 5 años, mientras adaptaba un área de la casa de la ex Hacienda, para hacer su estudio ahí”, dice Mónica Barajas, encargada del Estudio Galería.
Son tres salas pequeñas con dos exhibiciones, una permanente y otra temporal. La primera son casi todos los muebles y lámparas, y la segunda es toda la colección de pintura, entre cada 3 ó 4 meses se cambian las obras del maestro.
Actualmente hay una cronología de su pintura desde que tenía un año hasta sus últimas creaciones, abarcando las tarjetas de Unicef, una época expresionista cuando tomaba clases con José Clemente Orozco, las primeras piezas que pintó en Santander, España. También un nacimiento de los que hicieron en Tlaquepaque, bajo la dirección de Alejandro Rangel.


En la tercera sala, hay mil 100 libros que corresponden a su biblioteca personal, así como algunas obras más conocidas como las tarjetas y las pinturas de las tradiciones de México.
“Muebles diseñados por Alejandro Rangel, fotografías personales con su esposa, amigos y familia. El Estudio es un espacio más íntimo en donde uno se puede imaginar que Alejandro vivió y trabajó aquí”, refiere Barajas.
ECOPARQUE Y CASCO DE LA HACIENDA
A un lado del Estudio se encuentra el Ecoparque y Casco de la Ex Hacienda de Nogueras.
En el casco de la Hacienda, se exhiben exposiciones de muebles diseñados por Alejandro Rangel, así como la recámara de Margarita Septién, antes de casarse con el artista colimense, y un hermoso comedor.


Al fondo está La Molienda 36, que fue construida en 1878, un espacio de cuatro naves sostenida de 36 arcos. En este lugar se realizaron las tareas de la molienda de caña para fabricar azúcar y alcohol de caña, la de limón para fabricar aceite y ácido cítrico, a la molienda y tostado de café, así como de alimentos para distintos tipos de animales.
Es un hermoso espacio, en donde también hay exposición de artículos relacionadas con la actividad de la molienda como molino de martillo, polea loca, afilador de brocas, que fueran algunas que se rescataron, ya que las máquinas fueron vendidas como chatarra al cerrar el ingenio azucarero.
En las paredes de la Molienda, hay cántaros, que eran llamados “porrones”, en los cuales almacenaban el piloncillo o la melaza, pero al cerrar el ingenio en los años 30, fueron reutilizados para definir o cerrar espacios.


Entre los grandes pasillos y al caminar por unas escaleras se llega al Ecoparque, un hermoso espacio verde, dedicado a propiciar la actitud reflexiva y participativa en la conservación y mejoramiento del entorno.
El recorrido entre plantas, árboles y flores es placentero, pues los visitantes entran en contacto con la naturaleza, con el correr del agua, el murmullo del viento, el canto de las aves, los aromas y la riqueza visual.
Hay plantas regionales, fauna como tortugas, mariposas y aves silvestres; ecotecnología para captación de agua de lluvia y ahorro de agua; la escultura “La torre interactiva hiperbólica”, construida con bambú y la labor de construcción fue dirigida por el alemán Jorg Stamm.
Mónica Barajas indica que el Centro Cultural Nogueras es muy grande, los visitantes pueden pasar todo un día en el lugar, también hay una tienda de artesanías con obra rangeliana, y los viernes, sábados y domingos hay restaurantes.

Elena DEL TORO



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