Laguna El Naranjal
Domingo 08 de Septiembre de 2019 9:12 am
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VILLA DE ÁLVAREZ.- La Laguna El Naranjal es un lugar excepcional, con clima templado, magnífica vista del Volcán de Fuego de Colima, infraestructura con excelentes condiciones para disfrutar de un día de campo y practicar diversas actividades como tirolesa y campismo.
Es el lugar ideal para encontrarse con la naturaleza y disfrutar de la vista del Volcán y el aire fresco, disfrutar con la familia y los amigos. Se encuentra a sólo 30 kilómetros de distancia de la zona metropolitana de Colima y Villa de Álvarez.
Para llegar a la Laguna se atraviesa la comunidad de El Naranjal, sobre un camino empedrado, en el cual se observa la tranquilidad del lugar, casas de campo, un jardín pintoresco, escuelas, iglesia y las viviendas de los habitantes. Al término del camino se llega a la Laguna El Naranjal, y se observa el bello lago natural, rodeado de cabañas con techo y asadores, así como rústicas mesas, verdes pinos, fresnos, nogales, cedros y guayabos.
Hace aproximadamente 13 años, el parque abrió sus puertas. Fue creado por su propietario, un hombre originario de Michoacán, que aproximadamente a los 8 años de edad se vino a vivir a Colima. Sus hermanos y él quedaron huérfanos desde pequeños, pero él tenía mucha hambre de salir adelante. Por ello, desde los 17 años se fue a Estados Unidos, y con el fruto de su trabajo en el país vecino pudo acondicionar la Laguna El Naranjal. “Es un señor muy trabajador e inteligente”, señaló a Diario de Colima, Guillermo Cortés Rivera, encargado del lugar.
ESPACIO PARA DISFRUTAR
El lago tiene 2 hectáreas de extensión y en total el parque tiene aproximadamente 9 hectáreas, fue diseñado para el esparcimiento familiar, tiene infraestructura para la venta de comida típica regional, así como servicios para la convivencia de las familias.
En el restaurante ofrecen una gran variedad de rica comida casera como costilla, tatemado, caldo de res, mariscos, camarones, filete de pescado y pescado frito, así como antojitos mexicanos como sopes de lomo, de queso crema, además de tostadas de lomo y de pata. También café de olla y chocolate.
Para los pequeños venden hotdogs y hamburguesas. El restaurante funciona sábados, domingos y días festivos. Tiene 24 cabañas con techo, mesa, bancas y asador, así como 17 mesas rústicas de madera que se encuentran más cerca del vaso lacustre.
Ofrecen el servicio de acampar, aventarse de una tirolesa que atraviesa el lago, subirse a las lanchas para recorrer el lago y se puede practicar la pesca deportiva. Antes hacían recorridos en caballos, pero suspendieron el servicio por un accidente, aunque no pasó nada grave.
Para que los pequeños disfruten su día hay brincolines y un juego infantil, pero mucha área verde para jugar y caminar. También hay baños públicos. Es un lugar siempre verde con maravillosa vegetación, con múltiples variedades de aves, y en donde después de las 4 de la tarde empieza a bajar la neblina y con ello desciende la temperatura.
Lo verde del espacio invita a caminar alrededor de la laguna resguardada por muros de piedra, y sentarse sobre ellos para disfrutar del paisaje que ofrece el lago enmarcado por el Volcán.
Guillermo Cortés, quien vive en la comunidad El Naranjal, refiere que el lago es natural, aunque fue arreglado con máquinas, “estaba del mismo tamaño nada más tenía desniveles, pozos, piedras, una zanja, porque los antiguos dueños le sacaban el agua para sembrar ahí”. Descarta que exista el riesgo de que se seque como está ocurriendo con la Laguna de Carrizalillos, aunque bajan muchos los niveles del agua porque la extraían para regar una huerta.
La familia de Guillermo por más de 8 años se ha hecho cargo del parque, logrando mantenerlo en excelentes condiciones, siempre limpio y con la infraestructura cuidada, pero también manteniendo el espacio 100 por ciento familiar.
FESTEJO DE AGRADECIMIENTO
Sin embargo, a partir del próximo 16 de septiembre cambiará de administración, ya que estarán a cargo unos parientes del dueño, que no viven en la comunidad de El Naranjal. En agradecimiento a los clientes que durante los 8 años visitaron la Laguna, los actuales encargados realizarán el 16 de septiembre un festejo patrio con juegos familiares como son el puerco y palo encebado, sacar monedas en harina, encostalados, además de rifas.
“Ese día esperamos a nuestros clientes para darles las gracias y despedirnos. El principal objetivo es agradecer a los visitantes, hay muchos que cada fin de semana están aquí”. Actualmente, todos los que trabajan en el parque son familia, “aquí en el pueblo todos somos familia, el que no es primo, es hermano, cuñado, por tanto es un negocio familiar completamente, estamos involucrados todos mis hermanos, cuñadas, mis hijos”, comenta Guillermo.
Ante lo cual, la familia ya está buscando empleo en el campo, cuidando ranchos o saldrán a otros lugares, pues en su caso Guillermo ya consiguió trabajo de instalador en Megacable, pensando en que se acabará su fuente de trabajo.
Al hacer un recuento del trabajo hecho durante este tiempo, señala: “Nosotros dimos a conocer la laguna, cuando entramos el proyecto ya tenía funcionando 4 años, pero nadie lo conocía, nosotros le dimos difusión, hemos puesto anuncios en la radio y en redes sociales, si ha crecido este negocio es gracias a la persona que se encarga, que es mi mamá María Ofelia Rivera Iglesias”.
Menciona que lograron que cada fin de semana aproximadamente 500 personas visiten el espacio, “el lugar se mantiene por los fines de semana sábados y domingos”. También ofrecen un ambiente completamente familiar, “aquí pueden estar con su familia, está un área verde y de ahí para adentro no hay ningún carro, no se mete nadie, cuando alguien está haciendo mal uso vamos y decimos y si no entiende le hablamos a la policía y ellos se encargan, cuidamos mucho eso, es nuestro principal objetivo, dar un buen servicio, tener limpio”.
Agrega que es un lugar seguro, porque sólo tienen un ingreso de entrada y salida, y en la noche para quienes se quedan acampar cierran la puerta y realizan rondines en el espacio para resguardar a los visitantes.
“Tengo puras cosas buenas que decir de aquí”, expone cuando le quedan unos cuantos días de trabajar en un espacio que se volvió punto de referencia turístico en el municipio y en el estado. Refiere que su mamá fue regidora de Villa de Álvarez, en su tiempo le propuso comprar el parque al gobernador Mario Anguiano Moreno, para hacerlo un espacio del estado, pero esta propuesta nunca prosperó.
Por el momento, el parque seguirá abierto todos los días desde las 8 de la mañana a 8 de la noche, en espera de las decisiones de los nuevos administradores que tendrán la gran encomienda de mantener el trabajo logrado por la familia de María Ofelia Rivera Iglesias.