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Más de un siglo produciendo hielo



Domingo 20 de Octubre de 2019 8:51 am

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POR más de un siglo, la fábrica de hielo Gómez Guerra ha tenido en operación sus máquinas productoras de hielo. Está ubicada en la calle Nicolás Bravo, en pleno centro de Colima.
El señor Antonio Gómez Guerra inició con la fábrica en esta capital y también abrió otras en Villa de Álvarez, Tecomán, Armería y Manzanillo. Todas siguen funcionando. Las heredó a sus hijos; a José Gómez Guerra Morales le tocó la fábrica ubicada en el municipio capital.
Hace años las máquinas tenían motores de diésel y luego pasaron a eléctricas. Las barras de hielo primero eran repartidas en carretones de mulas, luego en camionetas y actualmente, las personas llegan en auto, camiones y motocicletas para comprarlo y la empresa aún hace repartos. La finca de la fábrica se encuentra a unos escasos metros del emblemático Auditorio Miguel de Madrid, que primero fue un mercado, luego la central camionera, para finalmente ser un auditorio.
En el inmueble destaca una gran entrada por la cual ingresan los camiones a abastecerse de hielo, al fondo se encuentra la máquina compresora con la cual producen las barras de 50 kilogramos. Ahí, Javier Díaz, quien tiene más de 20 años trabajando en la empresa, saca las barras de la máquina y se las entrega al despachador. Dice que le gusta mucho su trabajo y más en una empresa con tanta historia.
En 2014, el Ayuntamiento de Colima entregó al reconocimiento al Mérito Emprendedor a la fábrica de hielo Gómez Guerra, que tenía 98 años de estar en funciones. Entrevistada por Diario de Colima, Laura Beatriz Gómez Zermeño, administradora y propietaria de la fábrica de hielo Gómez Guerra, refiere que nadie le dijo con exactitud en qué año su abuelo Antonio Gómez Guerra inició la fábrica de hielo. Aunque recuerda que el Ayuntamiento de Colima entregó un reconocimiento por 101 años, por ello “yo le calculo unos 105, 106 años”.


SUS INICIOS
Su abuelo era originario de Ciudad Guzmán, y su abuela Antonia Morales Tolentino, de Colima. Vivieron un tiempo en Colima, luego se fueron a radicar a Tecomán, en donde tenían una botica, pero durante la Revolución se regresaron a Colima.
Aproximadamente en 1910, su abuelo se asoció con un señor Morril, trabajaron en una farmacia ubicada en la calle Madero, misma que compraron al dueño, luego se separó la sociedad.
Dice que su tío Jorge se fue a trabajar a Guadalajara, de donde regresó con la idea de abrir una fábrica de hielo. Así, en la calle Ocampo, Antonio Gómez empezó con una paletería, y empezaron a producir hielo.
La fábrica empezó en la calle Ocampo, luego al fondo de donde se encuentra actualmente instalaron el primer tanque de barras de hielo.
Hace muchos años, el hielo lo repartían en carretones jalados por mulas. Eran tres repartidores los principales, Nacho Ahumada, uno de sus hijos aún reparte hielo; Alberto Piña, uno de sus hijos y un nieto siguen la tradición, y David Villaseñor, de él ya no queda ninguno de sus hijos.
Hace unos 65 años cambiaron el tanque a las nuevas instalaciones, lugar en donde está en la actualidad, para aumentar la producción. Las máquinas eran compresores con motor de diésel.
Entre 1968 y 1970, su papá José Gómez Guerra quitó los motores de diésel y metió eléctricos. Trajo un compresor holandés marca Grasso, que compró en México, es el mismo que utilizaba Pemex. Aún lo usan para fabricar la barra de hielo.


Para satisfacer la demanda, instalaron más tanques en Villa de Álvarez, porque ya no era suficiente la fábrica de la calle Nicolás Bravo. “Era muy grande y el crecimiento del tráfico obligó a sacar una parte de la producción a la Villa, la cual también sigue operando”. Recuerda que su papá mandaba hielo a diferentes lugares, para ello lo empacaban con aserrín. El encargado tenía que parar la barra, meterlo a la arpilla, rellenarla con aserrín y cocer el costal y ponerle una etiqueta. A cierta hora la llevaba a la estación, o la central de camiones.
VISIONARIOS Y TRABAJADORES
Afirma que su abuelo fue un hombre visionario en los negocios, pero también su abuela Antonia Morales, porque ella tuvo mucho que ver. “Le gustaba mucho comprar y vender, vendía alhajas, tenía dos, tres, señoras que ofrecían las alhajas en abonos, por eso no se quién fue mejor para los negocios si mi abuelo o mi abuela, pero eso sí, los dos eran muy trabajadores”.
ÚNICOS EN EL MERCADO
Mientras su abuelo estaba en la fábrica, también estaba la del señor Melesio Espinosa, pero la cerraron.
Indica que el principal producto es la barra de hielo de 50 kilos, “somos los principales productores desde hace muchísimo tiempo, durante muchos años la familia de mi papá fue el único productor de hielo en Colima en toda la zona. “Nada más quedó la fábrica durante mucho tiempo hasta que llegó grupo Bajo Cero, iniciaron en Tecomán y Armería. Había otra fábrica pero era exclusiva de una cervecería, luego la compró Grupo Bajo Cero”.
En la actualidad tres empresas producen barras de hielo, pero de cubos hay muchas marcas.
Para Gómez Guerra su fuerte es la barra, pero también tienen en cubo, su marca es El Oso Polar. “En cubo, fuimos los primeros”.


El proceso para fabricar hielo en cubos también se ha modernizado. Primero había maquinas especiales de cubo, era unas cortadoras. “Con una sierra de disco, mi papá apartada cierta producción de barra para hacer el cubo, las barras las metían en una máquina, la primera era de mano, metían la barra parada y la tenían que empujar contra los discos, y había que estarle jalando. Luego construyó un carrusel, eran seis barras, era un carrusel que tenía canastillas en donde paraban las barras.
“Después, siguió la máquina que siguen usando. Ya no cubos, sino cilindros, es un tubo, depende de lo alto de la máquina, es un tubo que se va congelando, luego la máquina entra en descongelación y el tubo se despega, y cae, una persona lo va quebrando”.
PRODUCCIÓN ACTUAL
Laura Beatriz Gómez señala que tienen instalados cuatro tanques, y en temporada baja, al día mueven en promedio 800 barras, “ya es muy poco a lo que se movía hace 20 años, que eran unas mil 400”. La disminución se debe al uso de refrigeradores y congeladores.
El hielo se utiliza para muchísimas cosas, para enfriar y conservar alimentos, y hasta en procesos de construcción, pues en Manzanillo están usando una gran cantidad de hielo para el concreto.
La fábrica surte a Colima, Villa de Álvarez, Comala, Coquimatlán, Minatitlán, así como Ixtapilla, Michoacán, y Tonila, Jalisco. Una parte del reparto lo hace la fábrica, y otra son repartidores independientes que compran ahí y lo venden a sus clientes.
Confía en que la fábrica continuará abierta para seguir ofreciendo hielo, pero tienen el reto de modernizarse en equipo y maquinaria. “Porque el principal compresor es el que instaló mi papá hace mucho tiempo, entonces hay que renovar equipos más automáticos, aunque el sistema de fabricación de hielo en cantidad industrial sigue siendo el mismo, no ha cambiado”. Las puertas de la fábrica de hielo Gómez Guerra siguen abiertas, en donde ofrecen el producto con calidad y mucha atención de los trabajadores.


Elena DEL TORO



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