A 500 años del encuentro de Cortés y Moctezuma II
Viernes 08 de Noviembre de 2019 12:00 am
+ -Hoy se cumplen 500 años del encuentro que cambió la historia de nuestro país; te presentamos la crónica de la llegada del conquistador español
El encuentro entre Moctezuma II y Hernán
Cortés marca simbólicamente el nacimiento de una nueva nación. Fue en el año 10 Conejo del calendario azteca
(1502) cuando Moctezuma Xocoyotzin, hijo
de Axayácatl, fue elegido emperador.Sus dominios,
bajo control por medio de la fuerza, comprendían la amplia zona del centro y
sur de México. Hacia el siglo XVI los aztecas se encontraban en el esplendor
de su civilización, fruto de la mezcla entre el comercio, la agricultura, las
artes, los usos y costumbres de varias razas y las lenguas indígenas que
convergían en esta zona de Mesoamérica.MALOS PRESAGIOSLas
crónicas indígenas (Visión de los
vencidos y Relaciones indígenas de la conquista) narran que dos años
antes de la llegada de los españoles se observaron augurios que alertaron a
los indígenas sobre el destino que aguardaba a su mundo. Durante
varias noches apareció una especie de aurora
en el cielo, descrita como una enorme espiga de fuego que de acuerdo a los
sacerdotes presagiaba el regreso de los dioses, encabezada por el mismo Quetzalcóatl.Otro signo
fue un rayo sin trueno que cayó
sobre el templo de Xiuhtecutli (Dios del fuego). La gente temía la llegada de
la noche, pues creía escuchar los
aterradores lamentos de Cihuacóatl (mujer serpiente), la diosa que lloraba y gritaba por sus hijos perdidos.El mismo
Moctezuma tuvo una extraña visión en su ‘Casa de lo negro’, lugar donde se
encerraba a orar y meditar: una garza
portaba un espejo en la cabeza, en cuya superficie pudo ver el cielo
estrellado y un grupo de seres humanos montados en una especie de venados
gigantes (caballos). Pronto se
tuvieron noticias de la llegada de extranjeros
de piel blanca en enormes barcas,
que aparecieron las costas del Golfo.LA LLEGADA DE LOS DIOSESPara su
primera expedición Cortés, quien partió en febrero
de 1519, contaba con 10 navíos, 100
marineros, 508 soldados, 200 indios de Cuba, 16 caballos, 10 cañones, 13
escopetas y 4 falconetes. Sus capitanes más destacados eran Pedro Alvarado, Francisco de Montejo,
Alonso de Alvarado y Juan Velázquez de León.Tras llegar
a Cozumel el español tuvo su primer combate y victoria en el río Grijalva,
donde los caciques locales le brindaron una bella indígena llamada Malinalli o Malintzin, quien también le
servía de intérprete.Moctezuma temía que esos poderosos visitantes fueran los
anunciados por la profecía del retorno
de Quetzalcóatl, cuya venida marcaría el final de sus dinastía. Así que,
preocupado y empeñado porque no llegaran a Tenochtitlán, los quizo halagar con regalos como oro,
piedras preciosas y ropas de algodón.Sin
embargo, el encuentro entre Moctezuma y
Hernán Cortés se efectuaría, pues la codicia del conquistador aumentaba. Durante su
recorrido, se admiró del poder y la influencia del emperador azteca en
aquellas zonas. En la costa cercana a San Juan de Ulúa recibió los primeros
regalos de Moctezuma, con la súplica de
que se marchara. Cortés
estaba en una encrucijada: su misión tenía límites muy estrictos de
exploración, comercio y evangelización, pero él quería ir mucho más allá.Ayudado por
su astucia natural y habilidad política, durante su camino se ganó la amistad
de muchos caciques y consiguió su apoyo militar con la promesa de liberarlos
del yugo azteca, por ejemplo, los animó a dejar de pagar tributo (impuestos),
obteniendo de ellos mil 300 guerreros.El pequeño
ejército de Cortés empezó a recorrer más de mil kilómetros que separan Veracruz
de Tenochtitlan (actual Ciudad de México). Además, contaba con la ventaja
de ser considerado un semidiós por los
nativos.Su mayor
éxito fue atraerse el favor de los tlaxcaltecas,
una nación muy numerosa que al principio se mostró contraria a ellos (incluso
les presentaron batalla dos veces), pero que guardaba una animadversión mucho
mayor hacia los mexicas, que los dominaban desde hacía más de 70 años.En la
ciudad de Cholula, aliada de los mexicas, el ejército de Cortés se anticipó
a una posible emboscada de éstos con un indiscriminado “ataque preventivo”. El fraile Bartolomé de las Casas habla de 30 mil personas asesinadas, aunque
otras estimaciones rebajan la cifra a cinco mil. Quienes sobrevivieron se
unieron a los españoles.EL ENCUENTRO ENTRE MOCTEZUMA Y HERNÁN CORTÉSTras cruzar
el desfiladero entre dos volcanes hoy conocido como Paso de Cortés, los
expedicionarios llegaron al Valle de México. Allí,
Moctezuma realizó los últimos intentos de disuadirlos de entrar en su
capital, Tenochtitlan, la fastuosa
ciudad construida en medio del lago de Texcoco sobre una isla. Pero nada
podía frenar ya a Cortés, quien llegó a ella el 8 de noviembre de 1519.Moctezuma recibió amistosamente a los
españoles y los alojó en el importante Palacio de Axayácatl. Hacía las veces de anfitrión y
les enseñaba la ciudad, e incluso aceptó declarar su vasallaje al rey Carlos
I de España en diciembre de 1519. Malinche le aconsejó a él, como antes a
los líderes de otros pueblos nativos, no irritar a los aguerridos españoles.No es
complicado descifrar el profundo significado de ese primer saludo, del abrazo
fallido entre el extremeño y el monarca tenochca. En un gesto, con la audacia
de Cortés, el dios encarnado había transmutado en hombre común.Sólo nos
queda el momento en el que ambos hombres se saludaron, tal y como lo consigna Bernal Díaz del Castillo: “Y EL GRAN
MONTEZUMA VENÍA MUY RICAMENTE ATAVIADO […] OTROS MUCHOS SEÑORES QUE VENÍAN
DELANTE DEL GRAN MONTEZUMA BARRIENDO EL SUELO POR DONDE HABÍA DE PISAR, Y LE
PONÍAN MANTAS POR QUE NO PISASE LA TIERRA. TODOS ESOS SEÑORES NI POR
PENSAMIENTO LE MIRABAN EN LA CARA […] E COMO CORTÉS VIO E ENTENDIÓ E LE DIJERON
QUE VENÍA EL GRAN MONTEZUMA, SE APEÓ DEL CABALLO Y DESQUE LLEGÓ CERCA DE
MONTEZUMA, A UNA SE HICIERON GRANDES ACATOS […]Y ENTONCES
SACÓ CORTÉS UN COLLAR QUE TRAÍA MUY A MANO DE UNAS PIEDRAS DE VIDRIO, QUE YA
HE DICHO QUE SE DICEN MARGARITAS, QUE TIENEN DENTRO DE SÍ MUCHAS LABORES E
DIVERSIDAD DE COLORES Y VENÍA ENSARTADO EN UNOS CORDONES DE ORO CON ALMIZCLE
POR QUE DIESEN BUEN OLOR, Y SE LA ECHÓ AL CUELLO EL GRAN MONTEZUMA, Y CUANDO
SE LA PUSO LE IBA A ABRAZAR, Y AQUELLOS GRANDES SEÑORES QUE IBAN CON EL
MONTEZUMA DETUVIERON EL BRAZO A CORTÉS QUE NO LE ABRAZASE, PORQUE LO TENÍAN
POR MENOSPRECIO”.
En ese
momento Moctezuma y Hernán Cortés tomaron conciencia de su propia humanidad:
para el extranjero, el Huey Tlatoani
se convirtió en un humano al que podía vencer, y para el mexica el visitante se
convirtió en un igual, en alguien que podía tocarlo y mirarlo a los ojos sin
recibir castigo divino.Este encuentro
solo fue el principio de lo que desencadenó la caída de Tenochitlan, casi 2 años más tarde, el 13 de agosto de
1521.
Durante su
recorrido, se admiró del poder y la influencia del emperador azteca en
aquellas zonas. En la costa cercana a San Juan de Ulúa recibió los primeros
regalos de Moctezuma, con la súplica de
que se marchara.
Sólo nos
queda el momento en el que ambos hombres se saludaron, tal y como lo consigna Bernal Díaz del Castillo:
“Y EL GRAN
MONTEZUMA VENÍA MUY RICAMENTE ATAVIADO […] OTROS MUCHOS SEÑORES QUE VENÍAN
DELANTE DEL GRAN MONTEZUMA BARRIENDO EL SUELO POR DONDE HABÍA DE PISAR, Y LE
PONÍAN MANTAS POR QUE NO PISASE LA TIERRA. TODOS ESOS SEÑORES NI POR
PENSAMIENTO LE MIRABAN EN LA CARA […] E COMO CORTÉS VIO E ENTENDIÓ E LE DIJERON
QUE VENÍA EL GRAN MONTEZUMA, SE APEÓ DEL CABALLO Y DESQUE LLEGÓ CERCA DE
MONTEZUMA, A UNA SE HICIERON GRANDES ACATOS […]
Y ENTONCES
SACÓ CORTÉS UN COLLAR QUE TRAÍA MUY A MANO DE UNAS PIEDRAS DE VIDRIO, QUE YA
HE DICHO QUE SE DICEN MARGARITAS, QUE TIENEN DENTRO DE SÍ MUCHAS LABORES E
DIVERSIDAD DE COLORES Y VENÍA ENSARTADO EN UNOS CORDONES DE ORO CON ALMIZCLE
POR QUE DIESEN BUEN OLOR, Y SE LA ECHÓ AL CUELLO EL GRAN MONTEZUMA, Y CUANDO
SE LA PUSO LE IBA A ABRAZAR, Y AQUELLOS GRANDES SEÑORES QUE IBAN CON EL
MONTEZUMA DETUVIERON EL BRAZO A CORTÉS QUE NO LE ABRAZASE, PORQUE LO TENÍAN
POR MENOSPRECIO”.