¿Quién es Javier Sicilia, rechazado por el presidente López Obrador?
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Martes 19 de Noviembre de 2019 9:14 pm
+ -Lo puede atender la secretaria de Gobernación, dice AMLO; el activista pide cambios en la estrategia de seguridad
Este lunes Andrés
Manuel López Obrador rechazó reunirse con el fundador del Movimiento por la Paz
con Justicia y Dignidad, Javier Sicilia, quien anunció una marcha para pedir un
cambio en la política de seguridad, porque, dijo el Mandatario, no quiere hacer
el caldo gordo a sus opositores, “da flojera eso”.
“Imagínense
que yo voy a estar esperando aquí y la prensa conservadora, fifí, y nuestros adversarios dándose
vuelo. Yo haciéndoles el caldo gordo a los conservadores: ‘El gran encuentro’.
Cuántos días de notas en la prensa fifí sobre la marcha y el encuentro para que
me sienten en el banquillo de los acusados y todo México se dé cuenta: ‘¡Qué
barbaridad!’, ‘vilipendiado el Presidente, ninguneado’, ‘hasta que hubo alguien
que le dijo sus verdades’. Da flojera eso", dijo el mandatario.
¿Quién es
Javier Sicilia? De su lema "Estamos hasta la madre" en 2011, por el
clima de violencia y el asesinato de inocentes por el crimen organizado, el
también poeta pasó a la protesta y las marchas en 2012 durante la administración
del presidente Felipe Calderón.
Dos años
después se reunió con el mandatario Enrique Peña Nieto para impulsar la Ley
nacional de víctimas, y cuatro años después, en septiembre de 2018, participó
en el equipo del presidente electo Andrés Manuel López Obrador en la búsqueda
de una justicia transicional.
"Con
Andrés Manuel nos reunimos varias veces y acordamos una agenda de verdadera
búsqueda de justicia y paz, basada en la justicia transicional en septiembre de
2018, cuando ya era presidente electo, y ahí salimos a unas mesas con
Gobernación que simplemente no funcionaron porque no le interesaron lo que
trabajaron con nosotros y las consecuencias ya las vemos", recordó
Sicilia.
Estudioso de
Gandhi, Martin Luther King y de la Teología de la Liberación, además de
admirador del subcomandante Marcos, Sicilia conoce las rutas de la
manifestación y los métodos para convencer, liderar y protagonizar marchas que
surgen con unos 20 participantes y en el trayecto suma adeptos por la
identificación de su descontento: la inseguridad pública.
Así inició su
protesta en marzo de 2011 cuando células del Cártel del Pacífico Sur (CPS)
mataron a su hijo Juan Francisco y seis de sus amigos en una casa de seguridad
del municipio de Jiutepec, municipio conurbado a Cuernavaca. Los cuerpos fueron
arrojados a la orilla de la autopista México-Acapulco, en el tramo
correspondiente al municipio de Temixco, unos cinco kilómetros al sur de la
capital del estado.
El abogado de
Javier Sicilia fue Julio de Jesús Hernández Barros, actual defensor de Rosario
Robles, y durante las gestiones legales lograron detener a 21 presuntos
responsables, entre ellos al líder de la célula criminal Julio de Jesús Radilla
Hernández, "El Negro Radilla".
Esa noche
"El Pelón" entró al cuarto con la orden de matar a Juan Francisco
Sicilia y sus amigos, los cuales estaban sometidos en el piso de una casa de
seguridad. Entre los cuerpos amontonados, maniatados y vendados de los ojos,
Isacc Hernández Villarino, "el Pelón", reconoció a Juan Francisco
Sicilia Ortega como uno de sus excompañeros de la universidad privada donde
estudió en alguna ocasión. Además lo
había visto recientemente en un bar de Cuernavaca, relató ante el Ministerio
Público Federal, Víctor Manuel Valdez Arteaga, "el Gordo" Varilla, otro
implicado en el crimen. Enseguida
"el Pelón" salió del cuarto y caminó hacia su jefe Julio de Jesús
Radilla Hernández, "el Negro", para interceder por Sicilia: "A
él no", le pidió. "O todos o nadie", respondió el jefe del grupo
delictivo. Valdez Arteaga dijo que cuando entró a la habitación escuchó a sus
compañeros que los jóvenes suplicaron por el perdón de sus vidas a cambio del
pago de uno y hasta dos millones de pesos, pero nada los salvó.
En abril de
2011, unos días después de la masacre, anunció su primera marcha a la Ciudad de
México para exigir al gobierno de Felipe Calderón Hiojosa cambiar el método de
lucha contra el crimen organizado, porque la secuela de detenidos y asesinatos
de inocentes se contaban por miles. Desde un templete en el zócalo de
Cuernavaca, Javier Sicilia exhibió su fuerza moral para exigir un encuentro con
Calderón Hinojosa. Ahí estaban Julián LeBarón, Olga Reyes, del movimiento 5 de
junio de la Guardería ABC; Emilio Álvarez Icaza, el padre Miguel Concha, Miguel
Ángel Granados Chapa y de Alberto Athié.
"Tenemos
la deuda de poner en claro los nombres, apellidos, historias de los más de 40
mil muertos de esta guerra mal hecha, mal planteada, mal dirigida, para
reivindicarlos moralmente e indemnizar a sus familias, que, además de sufrir el
desprecio y la criminalización de las autoridades, son pobres", expuso
Sicilia.
Más adelante
propuso a los cárteles del crimen organizado una tregua y los conminó a retomar
sus códigos de honor y comunicar si realmente estaban dispuestos a respetar a
la ciudadanía, "si nos van a proteger, si no nos van a matar, si no se van
a meter con nosotros no van a matar a nuestros hijos, no van a sembrar el
terror en esta nación", expuso.
Ahora con el
proyecto de retomar las calles, el poeta considera necesario plantear otra vez
a los capos del narcotráfico una tregua para detener los crímenes violentos,
aunque lo más importante para el activista es lograr un encuentro con el
presidente Andrés Manuel López. La tregua
es necesaria porque "tienen ensangrentada la casa" y eso es
perjudicial para todos. "Tienen que volver (los grupos delictivos) a una
mínima ética, una responsabilidad de ellos, así como de la ciudadanía y el
Estado", sugirió.
En el plan de
manifestaciones están considerados varios activistas, entre ellos Julián
LeBaron, cuyos familiares murieron acribillados en Bavispe, Sonora, y en
solidaridad Sicilia convocó a una gran marcha rumbo a la Ciudad de México, pero
encontró el rechazo del presidente López Obrador.
Vía
telefónica el activista consideró que el gobierno federal evidencia una pobreza
política e intelectual, pero dijo que el presidente López Obrador todavía tiene
tiempo de reaccionar y releer la carta que le envió y mirar la realidad del
país.
La marcha,
dijo el activista, no será en estas fechas porque se acerca la protesta de los
grupos feministas, luego vienen los festejos de la Cuarta Transformación y
después Navidad.
"Necesitamos
un espacio tranquilo para posicionar un argumento que no sea capitalizado por
grupos adversos al presidente, que sea un encuentro del cual surja un acuerdo
para unir al país", dijo.