Polémica pintura de Zapata atrae visitantes y aún genera discusión
FOTO INTERNET
Martes 17 de Diciembre de 2019 6:14 pm
+ -Desde lejos, como Sonora y Morelos, personas visitan el Museo de Bellas Artes para observar la polémica obra “La Revolución”, de Fabián Cháirez.
Alrededor de
150 personas -un elevado número de público para una mañana de martes- coinciden
en la sala del Palacio de Bellas Artes, en la exposición Emiliano. Zapata después de Zapata; han llegado atraídos en gran
medida por la polémica que la pintura de Fabián Cháirez, La Revolución, generó en la última semana.
Uno de los
asistentes es Isidro Aragón, quien vino desde de Ticumán municipio de
Tlaltizapán, Morelos, para ver la obra y la exposición.
Ataviado con
sombrero, Isidro fue de los primeros en entrar en la mañana; recorrió las
salas, vio obras y entró a ver y leer acerca de la pintura de Cháirez que,
opinó, es agresiva.
“Nos sentimos
agredidos con esas imágenes. No estamos impuestos a ver esas imágenes de
Zapata, o sea que no se ven comúnmente”, explicó.
Isidro se
conmovió con la exposición porque le recordó a su abuelo que fue
ferrocarrilero, y también al hijo menor de Emiliano Zapata, Mateo Emiliano, a
quien conoció. Tras caminar entre las obras, dijo: “De Zapata se dicen muchas
cosas. Pero lo importante con él fue la ejecución del Plan de Ayala, en 1915.
Lo que veo en este cuadro es que en el centenario del Zapatismo ponen un
elemento aquí que es agresivo”.
Isidro
consideró que en su integración la exposición es excelente, pero señaló que
prefiere a Diego Rivera y sus lienzos.
Más adelante
comentó: “Si hay otros grupos que se sienten también vulnerables, yo pienso que
cada lobo con su sierra. Nosotros como zapatistas, a la Guadalupana y a Zapata
los respetamos”. Pero en todo caso, aclaró: “Nosotros no somos fundamentalistas”.
Uriel y
Alexandra fueron otros de los primeros en visitar este martes la exposición, y
de los primeros en acercarse a la obra de Fabián Cháirez, que ha generado
polémica por representar a un héroe con
rasgos femeninos.
Dos, y por
momentos tres vigilantes, de manera permanente, acompañan la pequeña pintura,
instalada tras un muro, a un lado de la no menos elocuente pintura A usted, bellísimo supremo, de Miguel
Cano. La novedad es que los vigilantes están provistos de silbatos para, en
caso de algún accidente, pedir apoyo de personal del resto del Museo.
En la mañana,
un grupo de cinco bomberos recorrió las salas y estuvo en el lugar donde se
presenta la obra de Cháirez, que todo el tiempo es vigilada y que se ha robado
la atención.
Alexandra y
Uriel vieron la obra, se hicieron selfies y tomaron fotos de la cédula, esta
última desde hoy contiene un breve texto en el que la familia Zapata expresa su
desacuerdo con la pieza y la define como
“inadecuada”.
No es así,
inadecuada, coincidieron Alexandra y Uriel. Para los dos jóvenes, la obra no es
más que una mirada sobre el machismo. “No siento que ofenda”, dijo ella. Para
Uriel, la pintura representa la libertad y está contra el machismo. “No creo
que la hicieran para ofender”.
Antonio Orea
opinó diferente. Él vino con su familia desde Sonora.
“Ciertas
pinturas ahí me hacen sentir mal como mexicano. Cómo la de Zapata con delantal
(mandil). Él es un símbolo, tal vez machista, pero arraigado en nuestra
historia. Hay imágenes que no representan la cultura de México. No nada más
esa, otras no me gustaron”.