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Las piñatas, tradición y creatividad



Martes 31 de Diciembre de 2019 9:00 am

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“¡DALE, dale, dale, no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino!”, es el canto popular para quebrar la tradicional piñata, fundamental en estas fiestas decembrinas, tanto para la celebración navideña como para la de fin de año. Los niños, jóvenes y adultos se divierten desde el inicio y hasta el final, primero rompiéndola y después ganando los dulces esparcidos en el suelo.
El papel y el cartón, así como la imaginación y la creatividad, son los elementos indispensables para crear las piñatas. Aunque en esta época tienen mucha demanda las de estrellas, Santa Claus, renos y pinos, se pueden hacer de cualquier figura.
Diario de Colima entrevistó a Rosalba Chávez Rebolledo y a su esposo Jaime Zepeda Carrillo, quienes durante 15 años se han dedicado a la elaboración y venta de piñatas, así como a Rosi Ocampo, quien tiene 20 años haciendo estas piezas coloridas.
Concordaron que en estas fechas las figuras de estrellas tienen mucha demanda. Las de siete picos representan los siete pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza; y las de seis picos simbolizan a la Estrella de David, que guió a los tres Reyes Magos al pesebre del Niño Jesús.
A través de los años, el principal cambio que han tenido estas piezas es el reemplazo del cántaro de barro por globos y cartón, para hacer el centro de la piñata, pues los padres y madres de familia temen que el cántaro dañe a sus hijos y a quienes lo quiebran.
PIÑATAS, PARA SALIR ADELANTE
En estas fechas, quienes se dedican a la producción de piñatas empiezan labores desde muy temprano para satisfacer la demanda, o se preparan con anticipación para cubrir los pedidos.
Rosalba Chávez y Jaime Zepeda son los propietarios del negocio Piñatas Happy, quienes ante las dificultades financieras vieron en la elaboración y venta de estas piezas una actividad económica para sacar adelante a la familia. La señora Rosalba señala que cuando comenzó a producir piñatas, en 2005, con unas personas que eran globeros, surgió en el momento en que se tenía que trabajar ante la difícil situación económica.
“Tuve que apoyar a mi marido para poder salir adelante”, luego empezó a tener clientes de todos los municipios. Ahora también sus hijas ayudan en el negocio. Añade que en esta temporada decembrina las piñatas tienen una alta demanda, por lo que empiezan las labores desde las 5 de la mañana y terminan hasta después de las 8 de la noche.
Por ello, en esta época solamente trabajan piñatas navideñas como son estrellas, Santa Claus y renos. “Es lo tradicional, es lo que pide la gente, es lo que se vende”.
Explica que para realizarlas, primero se identifica el tipo de piñata, como en el caso de las estrellas, si es de cántaro, globo o de tambor.
El tambor es un círculo hecho de cartón, para lo cual primero se realiza un círculo con papel corrugado, luego se hacen los conos, se forran y se le da la estructura de seis picos; después se coloca una imagen, la forran y finalmente le ponen los cordeles.
En el caso de la piñata de cántaro, primero éste se forra con papel periódico, luego se arman los conos y también se le pone el papel colorido, y para terminar los cordeles. La diferencia es que ésta no lleva figura.
Rosalba abunda que con los años la técnica para elaborar las piñatas ha cambiado un poco, pues “ya se metió el tambor, es lo que ha estado fluyendo más por la venta de las piñatas”.
El material básico es cartón, papel de china y metálico, así como las estampas. En tanto, el proceso para elaborarlas depende de la práctica de la persona, “al que le gusta el arte, el estar trabajando, pues eso es lo que hace rápido su trabajo y con gusto en lo que lo hace”.
En esta época, las personas buscan la piñata tradicional que son las estrellas de siete picos. “porque quieren romper los siete pecados capitales”, así como la de seis picos, que representa la estrella de Belén que guió a los tres Reyes Magos.
Aunque unos rompen las piñatas en Nochebuena, otros lo hacen el último día del año, “es una tradición que depende mucho de la creencia de las personas”.
En su negocio, refiere que tienen venta de mayoreo y menudeo, por lo que el costo varía entre un 30 y 40 por ciento. El mayoreo es a partir de 10 piñatas.
Entre sus anécdotas, refiere que las quemadas de los dedos y manos “son el pan de cada día”, y recuerda que tenía una empleada que mientras trabajaba se sentó en la pistola de silicón caliente, “ella se movía y movía, y le preguntaba qué pasa, qué tienes, y cuando se levanta resulta que se había sentado en la pistola”, y suelta la risa al acordarse del suceso.
Las piñatas tienen diferentes precios, desde 35 hasta 220 pesos. La estrella de tambor cuesta 35, 80, 110, 220 pesos. “Depende del tamaño y el personaje que quieran”.
PARA SATISFACER GUSTOS
Rosi Ocampo, propietaria de La Casa de las Piñatas, indica que desde hace más de 20 años elabora estas piezas, y desde hace casi 14 años tiene su propio negocio, en donde todos los días vende. Se inició en esta actividad porque su hijo cumplió años y no le gustaban las piñatas que vendían, por lo que ella las hizo; aunque no fue a un curso para aprender, tiene habilidad para las manualidades.
“Siempre me han gustado las manualidades, y a partir de eso, echando a perder se aprende, eso fue lo principal, ya con los años poco a poco fui viendo que me quedaban bien”.
Añade: “Inicié por necesidad, primero de cumplirle el gusto a mi hijo, y de ahí a alguna amistad, un familiar que sus hijos cumplían años, queriendo tener piñata del mismo tipo”.
La señora Rosi comparte su tiempo entre su negocio de piñatas y su trabajo administrativo en el Hospital de Cancerología. Menciona que durante todo el año se dedican a la venta de piñatas, pero considera que la de diciembre es muy buena, porque ya tienen sus clientes.
Además, en esta época tienen piñatas navideñas pero también de personajes, que en esta temporada no las encuentran en muchos lados, porque toda la gente nada más hace navideñas, “nosotros tratamos de tener surtido”. Puntualiza que en estos tiempos tienen mucha demanda la estrella de siete picos y la de cinco, esta última es más chica. Los materiales básicos para elaborar estas figuras son papel periódico, engrudo, papel de china y crepé, cartón, así como los cántaros.
En cuanto a los precios, dice que “el tamaño es el precio, tenemos piñata chica desde 170 pesos, hasta una grande de 650 pesos”.
Respecto a los cambios de la técnica para elaborarlas, destaca que la de cántaro ya no la piden tanto, ahora van globos y cartón, papel minagris y caple. Asimismo, los personajes también han cambiado, que no son los mismos que hace 20 años, ahorita cada temporada salen diferentes.
Las piñatas tienen la coincidencia de que tienen que tener el hueco para colocarles los dulces, “finalmente el llamativo es que rompes la piñata y la van a caer los dulces, los niños no van a identificar si cayeron del cántaro o del cartón”.
ENSEÑANZA DE PIÑATAS
La señora Ocampo añade que también ha enseñado a muchas personas a hacer las piñatas, pues hace varios años tuvo un taller en el Cereso de Colima, para que las mujeres aprendieran esta actividad y pudieran tener ingresos.
“Me tenía que meter pasando todos los filtros necesarios, llevar yo misma mi material, porque al enseñarles, ya que lo lograban, les pagaba porque trabajaran para tener en existencia en la tienda el tipo de piñata que yo quería tener”.
Así tenían doble beneficio, para tener piñatas en su negocio, y para las internas para que aprendieran un oficio y tuvieran trabajo en el Cereso, porque ahí no tienen manera de generar ingresos. También da trabajo a más personas en su casa para hacer piñatas, pues ella sola no se da abasto para satisfacer la demanda.
“Todos los días cumplen años los niños, a veces los papás buscan una piñata económica, pero en otras quieren una especial como personajes que no están de moda. Hay que tener paciencia para agarrarle el gusto a los personajes, aunque no tengas la edad para ver caricaturas, hay que seguir viéndolas”.
Entre los personajes más raros que han elaborado son para adultos, “hacemos piñatas de despedida de soltero; una vez tuvimos un cliente de 100 años, un señor que vino acompañado para pedir una piñata porque nunca le habían festejado y quería su figura con el número de 100 años, y así se la hicimos”.

Elena DEL TORO



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