Ansiedad, miedo incierto al futuro: Experta
Domingo 05 de Enero de 2020 12:00 am
+ -La psicóloga Xóchitl Rebolledo explica dos tipos de ansiedad: de rasgo y de estado
Seguramente,
en algunos momentos de la vida, muchos han tenido miedo al futuro: si reprobarán
alguna materia, si podrán salir seguros a la calle o si la decisión que tomaron
es la correcta. A esta sensación de incertidumbre se le conoce como ansiedad, y
aunque es una respuesta emocional normal en el ser humano, hay un punto donde
estos miedos no se pueden controlar y la persona debe ser atendida por un
especialista.
Xóchitl
Rebolledo Prudencio, psicóloga del Departamento Psicológico del Centro de
Desarrollo de la Familia Universitaria (CEDEFU), explicó en entrevista que
tanto la ansiedad como el estrés “son mecanismos de respuesta adaptativos
normales en el ser humano, los cuales permiten estar alerta ante ciertos
sucesos. Una de las características de la ansiedad es tener miedo a lo que no
se tiene claro y se centra en el futuro. En cambio, el estrés es una reacción a
algo que pasa en el momento y genera un cambio”, explicó.
Según
Rebolledo Prudencio, se podría hablar de dos tipos de ansiedad: de rasgo y de
estado. La primera implica características de personalidad y se refiere a la
predisposición de algunas personas a ver como amenazantes situaciones que para
otros son normales o estresantes. En cambio, la segunda, es una respuesta
emocional transitoria, de tiempo corto, e incluso se puede decir que es una
“ansiedad natural”, porque le permite al individuo afrontar, adaptarse a las
circunstancias y salir adelante.
“La
ansiedad de rasgo se distingue por no tener una respuesta adecuada; es decir,
el sujeto se pone nervioso más tiempo de lo habitual, tiembla, hay sudoración,
palpitaciones, entre otros síntomas; entonces, se tendría que hacer una
exploración para identificar si es un trastorno como tal o si la respuesta no
es la adecuada”, comentó.
Este
tipo de ansiedad, amplió la universitaria, “puede presentarse en eventos
menores como un examen, porque está lloviendo o por pendientes; también se
presenta luego de haber tenido estrés postraumático, que es cuando se vive un
evento traumático seguido de un desajuste en diferentes áreas de la vida, donde
el sujeto tiene una serie de sintomatologías que no le permiten salir adelante”.
“Y
aunque esta patología podría afectar la salud de quien la vive y de quienes lo
rodean, no es tan fácil que se percaten de ella debido a que afecta la
percepción”, agregó.
Además,
Xóchitl Rebolledo comentó que las personas que buscan ayuda es porque ya
presentan problemas de salud, o algún familiar o amigo ve que lo que pasa no es
normal y los ayudan a salir adelante, “porque es difícil que se den cuenta que
hay algo que no es normal”.
Xóchitl
Rebolledo Prudencio, psicóloga del Departamento Psicológico del Centro de
Desarrollo de la Familia Universitaria (CEDEFU), explicó en entrevista que
tanto la ansiedad como el estrés “son mecanismos de respuesta adaptativos
normales en el ser humano, los cuales permiten estar alerta ante ciertos
sucesos. Una de las características de la ansiedad es tener miedo a lo que no
se tiene claro y se centra en el futuro. En cambio, el estrés es una reacción a
algo que pasa en el momento y genera un cambio”, explicó.
Según
Rebolledo Prudencio, se podría hablar de dos tipos de ansiedad: de rasgo y de
estado. La primera implica características de personalidad y se refiere a la
predisposición de algunas personas a ver como amenazantes situaciones que para
otros son normales o estresantes. En cambio, la segunda, es una respuesta
emocional transitoria, de tiempo corto, e incluso se puede decir que es una
“ansiedad natural”, porque le permite al individuo afrontar, adaptarse a las
circunstancias y salir adelante.
“La ansiedad de rasgo se distingue por no tener una respuesta adecuada; es decir, el sujeto se pone nervioso más tiempo de lo habitual, tiembla, hay sudoración, palpitaciones, entre otros síntomas; entonces, se tendría que hacer una exploración para identificar si es un trastorno como tal o si la respuesta no es la adecuada”, comentó.
Este
tipo de ansiedad, amplió la universitaria, “puede presentarse en eventos
menores como un examen, porque está lloviendo o por pendientes; también se
presenta luego de haber tenido estrés postraumático, que es cuando se vive un
evento traumático seguido de un desajuste en diferentes áreas de la vida, donde
el sujeto tiene una serie de sintomatologías que no le permiten salir adelante”.
“Y aunque esta patología podría afectar la salud de quien la vive y de quienes lo rodean, no es tan fácil que se percaten de ella debido a que afecta la percepción”, agregó.
Además,
Xóchitl Rebolledo comentó que las personas que buscan ayuda es porque ya
presentan problemas de salud, o algún familiar o amigo ve que lo que pasa no es
normal y los ayudan a salir adelante, “porque es difícil que se den cuenta que
hay algo que no es normal”.