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Oasis, espacio para motivar el cuidado del medio ambiente



Domingo 08 de Marzo de 2020 7:31 am

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EN pleno centro de la ciudad, entre calles pavimentadas y edificios antiguos, está Oasis; espacio biocultural. Ahí se siente un ambiente vivo, fresco y agradable. Los colores, olores, y sonidos despiertan los sentidos para motivar el conocimiento y cuidado del medio ambiente. Ubicado en la calle Allende 135, tiene una gran puerta que es la entrada a este espacio, en donde destaca el color verde de las plantas, y da la bienvenida con pequeños detalles artísticos y naturales.
Un pasillo lleva a la cafetería en donde ofrecen alimentos de cocina vegana macrobiótica, rodeada de flores de colores, junto está una pequeña ludoteca para que los pequeños trabajen con la pedagogía Baldor, orientada al juego libre, la integración y la conciencia ambiental. A un lado, un estudio de yoga y danza. Al fondo está el huerto orgánico, en donde producen plantas nativas como el maíz tuino de Cerro Grande, pero también tienen hortalizas, plantas medicinales, hierbas de olor y hasta plantas de otros países.
Hace 6 meses Oasis abrió sus puertas, buscando demostrarle a la gente que hay alternativas para el consumo responsable, y como experimento socio-ambiental urgente para una ciudad pequeña que está empezando a desarrollar problemas de urbe, señaló el creador y coordinador Paul Nevin Bordes. Para Diana Laura Vizcaíno, voluntaria en el huerto urbano, “Oasis, es hermoso, es tranquilidad, paz, armonía, porque hay mucha vida, un espacio en donde puedes ser tú, expresarte y sacar tus emociones y sanarte”, mientras que Brenda Záizar, encargada del estudio de danza, refiere que es abrirle la puerta al público a los proyectos bioculturales.
Nevin indica que es una iniciativa ciudadana totalmente independiente para trabajar a mediano y largo plazo sin ninguna condición ni concesión, siendo un centro de educación ambiental y un punto de fomento de las estrategias para generar resiliencia en la ciudad. Expone que la bioculturalidad es esparcimiento, bienestar y salud, por ello en Oasis incluyeron un estudio de yoga. Las clases son abiertas al público en un horario de 7 y 11 de la mañana. En las tardes tienen actividades para niños también de yoga, danza área, ballet, danza contemporánea y expresión corporal. Hay actividades de 7 a 8 de la noche. A un lado de la sala había un vestidor en donde planean abrir un espacio para terapias de acuacultura y masajes, como parte de lo que planean ofrecer a los vecinos para que acudan a sentirse mejor.
Además están en la instalación de un taller de artesanías y reciclaje, en donde harán cajas con cáscaras de naranja para guardar tés, los cuales están produciendo ahí, “un té que no sea contaminante, porque ahora vienen en una caja de cartón plastificada y adentro otra bolsa”. Entre otros productos. También instalarán un horno de barro para hacer alfarería, “estamos levantando, apenas llevamos 6 meses operando”. Considera que el proyecto es realizable, y que este tipo de esfuerzos son clave para que la ciudadanía se empodere, se dé cuenta que es fácil y sencillo producir los alimentos en la ciudad. Si nada más, tienen azotea, existen las azoteas verdes, pues también ofrecen el servicio de diseño de azoteas y muros verdes. También elaboran lombricomposteros caseros para hacer composta de la basura orgánica. “Son detalles que al incorporarlos a la vida cotidiana disminuye considerablemente el impacto de una ciudad en el medio ambiente y a la vez le quita al campo el yugo de tener que alimentar el consumo masivo e irresponsable de las ciudades”, apunta.
HUERTO URBANO
Menciona que en el huerto urbano están experimentando el sistema entre milpa y árboles frutales, tienen cerezos tropicales, aguacates, mangos, papayo, con maíces criollos nativos, uno llamado tuino de Cerro Grande, otro de Comala y uno de Michoacán. Tienen hortalizas, plantas medicinales, hierbas de olor y otras plantas traídas por amigos viajeros como una cocona del Amazonas, una yuca peruana. Están cultivando una variedad de jitomate orgánico llamado Xitlali, parecida al cherri, así como taro, ejotes dulces, zanahoria, brócoli. Hay menta, mitle, orégano, albahaca, hierbabuena, romero, lavanda. “Estamos echando todas las semillas, ahí va poco a poco”. En el huerto dan cursos de agroecología y permacultura. Esta última es una metodología que formula respuestas a las pregunta de cómo hacemos que nuestra civilización sea sostenible, y desarrolla distintas alternativas tanto de producción de alimentos como de generación del hábitat. La permacultura como el yoga tiene ocho ramas que permiten llevar una calidad de vida mayor, una sociedad más justa y próspera, con mayores posibilidades de perdurar a través del tiempo. En tanto, en la cafetería también están dando talleres de cocina vegana macrobiótica, en donde ofrecen desde hamburguesas veganas hasta enchiladas vegetarianas, lasaña vegetariana con papas al horno con espinacas y champiñones para “chuparse los dedos”. En este mes de marzo Oasis y Huerto Cinema comenzaron con el cine-club de películas y documentales sobre medio ambiente, cada sábado a las 6:30 de la tarde. La entrada es gratuita.
ENTRE MUJERES
En el proyecto también está la esposa de Paul, Nayeli Fernández, así como cinco socias Brenda Zaizar, Magali del Toro, Laura Pizano, Ana Bolívar y Paulina. “Me siento bendito entre las mujeres, es la mejor forma de trabajar porque realmente son mucho más comprensivas, las mujeres se saben relacionar, generar los esfuerzos necesarios para prosperar en equipo, es algo que originó y se perpetua gracias a las mujeres”.
Le fascina este trabajo en donde hay cordialidad, propuestas, iniciativa y siempre con el entusiasmo por delante, y de la mano sobre todo en los baches. “Es un experimento social, porque todos somos padres de hijas que son amigas, las niñas son las generadoras de este espacio porque para ellas es principalmente y ahora se han integrado un montón de amiguitos de ellas, ha crecido el espacio”. Diana Laura Vizcaíno, voluntaria en el huerto, señala que Colima tiene mucho potencial para este tipo de acciones, pues hay muchas personas preocupadas y conscientes, pero hace falta mucha difusión y que las personas se involucren. Oasis, “es hermoso, es tranquilidad, paz, armonía, porque hay mucha vida, un espacio en donde puedes ser tú, expresarte y sacar tus emociones y sanarte”.
A Laura le gustan mucho las plantas, cuidarlas, la conservación y que la gente se haga consciente de la importancia de tener un huerto urbano. Así promueven los huertos en llantas y cajas para que las personas cultiven lechugas, zanahorias, jitomate, que es orgánico y libre de pesticidas, y además están fomentando la interacción con la naturaleza y eso te ayuda al bienestar físico, mental y emocional. En tanto, Brenda Zaizar, encargada del estudio de danza, es la maestra de danza aérea para niños, jóvenes y adultos, así como bebé ballet, para niños de entre 5 y 8 años. Indica que la danza ayuda a los niños a preocuparse por su cuerpo y su bienestar, pues muchas veces llegan muy energizados por varios factores como el azúcar y la televisión. “Las clases de danza les dan chance de respirar y hacer ejercicio, salirse de su entorno un rato para experimentar con su cuerpo y aprender nuevas técnicas en la danza área y en el ballet”.
Para ella, Oasis le ha dado la oportunidad de emprender, y abrirle la puerta al público para que se enteren de que en Colima también hay proyectos bioculturales. “Ha sido lleno de aprendizajes desde hace año y medio que comenzamos a diseñar el proyecto, y desde que abrieron las puertas todo ha sido una aventura. Considera que este proyecto será difícil que permee en la sociedad, pero está abriendo camino para que otras personas se acerquen y aprendan sobre el cuidado de la naturaleza. Oasis, espacio biocultural abre sus puertas a las 8 de la mañana y cierra a las 9 de la noche, aunque por este momento en el horario de 2 a 4 está cerrado, pero se espera que pasando las vacaciones se reanude, porque quieren ser un refugio del calor.

Elena DEL TORO



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