Desde la pobreza daremos, dice la Iglesia Católica ante el COVID-19
Miércoles 01 de Abril de 2020 10:45 am
+ -Alfonso Gerardo Miranda Guardiola, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) señaló que la epidemia afectó a la iglesia
A la imponente arquitectura, belleza y antigüedad de las iglesias capitalinas se suma un silencio vacío, no ese silencio que acompaña a los actos de contrición, de reunión de los fieles con Dios, sino el que provocó la epidemia de coronavirus (COVID-19) en el país, y que ahora cierra las puertas de los templos católicos en todo el país.
Pese a la amenaza invisible del coronavirus, la fe aún mueve voluntades: en la iglesia San Juan Bautista de Coyoacán, Ana (68 años) está en una de las bancas rezando.
– ¿Por qué sale, ahorita usted debería estar en casa por lo del coronavirus?
– Es la última vez, en lo que se compone esto. Vine a rezar y a pedir que esto pare, porque nos afecta a muchos, más que en lo físico, en lo emocional.
Otros, escasos fieles, humedecen sus dedos en agua bendita y se persignan, unos más, con sana distancia, oran o se arrodillan ante los santos, a quienes dirigen sus silenciosas plegarias; los iconos, imperturbables son mudos testigos del entrar y salir, por última vez en un tiempo, de fieles.
Al respecto, Alfonso Gerardo Miranda Guardiola, obispo auxiliar de Monterrey y secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) señaló que la epidemia afectó a la iglesia, pero buscan por todos sus medios apoyar a los católicos para que no se queden sin misa “aunque sea por medios electrónicos y sobre todo en Semana Santa”.
“Como sabes se suspendieron las misas públicas, con la presencia de fieles. Ya no hay grupos juveniles, de oración, catecismo, bodas y bautismos. Todo se ha detenido por esta emergencia”, señaló el prelado.
En lo que respecta a la afectación económica, compartió: “la iglesia se verá tremendamente afectada como todos, en la cuestión de que como no hay misas, no hay sacramentos, pues tampoco hay ingresos para poder sostener los servicios del agua, la luz, el gas y todos los salarios”.
Miranda Guardiola refirió que buscan la manera, a través de ahorros y otras ayudas, para sostener a las parroquias pues algunas de ellas ofrecen comedores, casas de migrantes, consultorios médicos, dispensarios, entre otros apoyos para su feligresía.
Y aunque el panorama se avizora complicado para el país, Miranda Guardiola aseguró que “con fe” acatarán cada una de las disposiciones de la Secretaría de Salud para garantizar la salvaguarda de la gente, y aunque se queden sin recursos, “la iglesia fue fundada en la pobreza, entonces desde la pobreza tendremos que dar”.