Uso extendido de cubrebocas reduciría reproducción del Covid-19, según estudio
Miércoles 10 de Junio de 2020 1:12 pm
+ -Estudio señala que los cubrrebocas pueden reducir considerablemente la tasa de transmisión de COVID-19 si son utilizadas por muchas personas
El uso extendido de cubrebocas faciales en lugares públicos
podría reducir el número de reproducción del coronavirus (R) COVID-19 y evitar
nuevos brotes de la enfermedad, según un estudio divulgado este miércoles por
las universidades británicas de Cambridge y Greenwich.
De acuerdo con una investigación llevada a cabo por expertos
de esos centros académicos, si la población utilizara cubrebocas se lograría
mantener el número R por debajo del 1.0 y se evitarían nuevas oleadas,
combinando esa medida con los confinamientos.
Sus hallazgos, divulgados en la publicación “Proceedings of
the Royal Society“, desvelan que aplicar tan solo medidas de aislamiento no va
a detener una posible reaparición del SARS-CoV-2.
Los expertos observan que incluso los cubrebocas hechos en
casa pueden reducir de forma llamativa la tasa de transmisión si son llevadas
por muchas personas en lugar de limitar su uso a aquellas que muestran síntomas
del COVID-19.
Por ello, hacen un llamado a que se divulguen campañas de
información tanto en países ricos como en otros en vías de desarrollo con
mensajes como: “mi mascarilla te protege, la tuya me protege”.
Precisa que si su uso extendido “se combina con el
distanciamiento social y alguna medida de confinamiento, podría ofrecer una
manera aceptable de gestionar la pandemia y reabrir la actividad económica
mucho antes de que haya una vacuna efectiva”.
Por su parte, Renata Retkute, coautora del estudio, apuntó
que el Gobierno británico puede ayudar emitiendo instrucciones claras sobre
cómo fabricar y emplear de manera correcta esas herramientas.
El nuevo coronavirus se trasmite al respirar partículas que
contienen el virus que exhalan personas infectadas cuando hablan, tosen o
estornudan.
Los científicos valoraron diferentes escenarios de empleo de
cubrebocas, combinadas con periodos de confinamiento e incluyeron en sus
modelos de estudio etapas de infección y transmisión mediante superficies
además del aire, considerando asimismo los efectos negativos de su uso, como el
incremento del acto de tocarse la cara.
A fin de ralentizar la pandemia, es necesario mantener el
número R por debajo de 1.0 y si los ciudadanos las llevaran en cualquier lugar
público, reducir ese parámetro resultaría el doble de efectivo que si solo las
usan personas que muestran síntomas.
Vieron que en todos los escenarios analizados el uso
rutinario de los cubrebocas por un 50 por ciento o más de la población rebajó
la propagación del COVID-19 por debajo del 1.0, aplanando futuros brotes de la
enfermedad y posibilitando medidas menos estrictas de confinamiento.
Encontraron que si un 100 por ciento de la población combina
su uso en público con otras medidas intermitentes de confinamiento se evita el
resurgimiento del virus durante los 18 meses requeridos para dar con una posible
vacuna.
Detectaron que incluso las caseras, hechas de camisetas de
algodón o trapos de cocina son un 90 por ciento efectivas a la hora de prevenir
la transmisión.
El estudio sugiere que si toda la población llevara
cubrebocas de un 75 por ciento de efectividad se podría rebajar un número R muy
elevado de 4.0 hasta situarle por debajo del 1.0, incluso sin medidas de
confinamiento.
Incluso aunque estas solo puedan capturar un 50 por ciento
de partículas exhaladas serían, agregan, “beneficiosas para la población”.
John Colvin, de la Universidad de Greenwich, apuntó que
existe la “percepción común de que llevar cubrebocas implica que consideras a
los otros un peligro cuando, de hecho, principalmente tú estás protegiendo a
otros de ti mismo”.
En el Reino Unido, el enfoque debería ampliarse más allá del
transporte público, según agregó, al opinar que “la manera más efectiva de
retomar la vida diaria es alentar a todo el mundo a llevar algún tipo de
mascarilla cuando se está en un sitio público”.