Gabriela Gómez, la mujer que murió en el atentado a García Harfuch
Foto Internet
Viernes 26 de Junio de 2020 6:31 pm
+ -Habitantes se preparan para recibir el cuerpo de la joven de 26 años, quien vendía tlacoyos y quesadillas, y deja huérfanas a sus niñas.
Hace tiempo
que la muerte no se paseaba por la Comunidad del Potrero en Xalatlaco, Estado
de México, pero hoy sus habitantes ya se preparan para recibir el cuerpo de
Gabriela Gómez, joven de 26 años que perdió la vida esta mañana en medio del
ataque que sufrió el secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México,
Omar García Harfuch.
Desde las
cuatro de la tarde los vecinos del Potrero levantaron una lona con la esperanza
de que las autoridades entreguen el cuerpo de Gabriela y le puedan dar un
último adiós bajo ese pedazo de plástico.
En la
comunidad el sentimiento de tristeza crece con el pasar de los minutos, pues ya
no verán sonreír a la mujer que dejó huérfanas a dos niñas y que toda su vida
se dedicó a vender tlacoyos y quesadillas para sobrevivir. Gabriela salió de su
casa en la madrugada para ir al Auditorio Nacional a atender su puesto de
comida junto con su esposo y su hermana Tania, cuando un grupo delictivo cerró
la circulación de avenida Paseo de la Reforma y abrió fuego contra la camioneta
donde viajaba Omar García Harfuch. Una bala perdida le quitó la vida a
Gabriela, mientras otra hirió a Tania.
La noticia no llegó pronto al Potrero, un lugar casi olvidado del Estado
de México con suelo de tierra, casas de madera y ladrillo, con carencia de
algunos servicios básicos como el agua y donde la señal de celular se pierde
con frecuencia.
A Gabriela la
recuerdan tal y como es su hogar: humilde. Desde muy pequeña falleció su madre
y debido a que su papá se desentendió de ella y de sus hermanas, tuvo que
buscar la manera de ganarse la vida. El puesto de tlacoyos y quesadillas que
hoy no pudo abrir fue el mismo que la acompañó siempre y con el cual esperaba
sacar adelante a sus dos hijas.
"Que nos
apoyen en lo que puedan, ella perdió la vida sin querer, sólo iba a ir a
trabajar y de repente la mataron; necesitamos apoyo del gobierno", pide
Petra Velázquez, abuelita de la víctima, en entrevista. Ella también pide a las
autoridades un apoyo económico para las niñas huérfanas, quienes siguen
esperando que su mamá vuelva a casa sana y salva.
El destino le
jugó una mala pasada a Gabriela, quien no iba a trabajar a diario para
prestarle atención a sus hijas, pero hoy, justo cuando salió para ganarse unas
monedas, la inseguridad acabó con su vida.