Obstinado, Trump bloquea transición presidencial
Martes 10 de Noviembre de 2020 11:34 am
+ -El presidente de EU ordena bloquear la colaboración de los miembros del gobierno con el equipo del presidente electo, Joe Biden, empecinado en rechazar los resultados de las elecciones
La negativa a aceptar la derrota del presidente, Donald Trump,
en las elecciones del pasado martes abre un escenario caótico en Estados Unidos
con el Departamento de Justicia respaldando las denuncias infundadas de fraude
electoral, mientras sigue bloqueada la cooperación con el equipo de transición
de Joe Biden.
Cuatro días después de que se proyectase a Biden, candidato
demócrata, como próximo presidente de Estados Unidos, Trump sigue amparado en
acusaciones de fraude sin ninguna evidencia.
“Estamos haciendo grandes progresos. Los
resultados empezarán a llegar la próxima semana. Volvamos a hacer grande a
Estados Unidos“, dijo Trump a primera hora de este martes desde su cuenta de
Twitter sin ofrecer detalles al respecto.
Aunque en un principio los republicanos habían optado por el
silencio, poco a poco los líderes del partido han ido ofreciendo un apoyo
matizado a las denuncias del mandatario.
“El presidente está
100 por ciento en su derecho de investigar las acusaciones de irregularidades y
sopesar sus acciones legales”, aseguró Mitch McConnell, líder de la mayoría
republicana en el Senado anoche durante una intervención en el Senado.
McConnell se abstuvo de reconocer las proyecciones de los
medios que otorgan la victoria a Joe Biden en los comicios del pasado 3 de
noviembre.
La actual situación supone un marcado contraste con lo
ocurrido hace cuatro años, cuando Trump se impuso a la candidata demócrata,
Hillary Clinton.
Apenas unos días después de conocerse el resultado en 2016,
Trump era recibido en la Casa Blanca por el entonces presidente saliente Barack
Obama (2009-2017), y arrancaba así el proceso de transmisión del poder.
Una escena que parece
impensable ahora.
TENSIONES EN EL SENO
DEL DEPARTAMENTO DE JUSTICIA
Ante la inusual situación, la agitación interna en las
agencias federales es más que evidente.
Pocos minutos después de que el fiscal general de Estados
Unidos, William Barr, ordenara investigar el supuesto fraude en los comicios
presidenciales, el director de delitos electorales del Departamento de
Justicia, Richard Pilger, anunciaba su dimisión inmediata.
“Habiéndome familiarizado con la nueva norma y
sus ramificaciones (…) lamentablemente debo renunciar a mi cargo como director
de la División de Crímenes Electorales”, anunció Pilger, en una comunicación
interna filtrada a medios estadounidenses en la noche del lunes.
Pilger, además, lamentó que la orden de Barr “deroga una
norma de 40 años de no interferencia (federal) en investigaciones de fraude
electoral durante el periodo anterior al de certificación de las elecciones”.
Barr había criticado, precisamente, el rol de la división de
Pilger y había obligado a todos los fiscales del Departamento de Justicia a
investigar supuestas irregularidades en las pasadas elecciones presidenciales
antes de que los resultados sean definitivos.
TRANSICIÓN EN EL AIRE
La agencia gubernamental encargada de iniciar el proceso de
transición es la Administración de Servicios Generales (GSA), una vez que
determina que hay un ganador “aparentemente exitoso” en las elecciones.
Algo que, por el momento, su directora, Emily Murphy,
nombrada por Trump, no ha hecho.
Si bien Biden consideró oportuno dar unos días a la
Administración Trump para que asimilase la derrota, poco a poco la campaña del
presidente electo ve crecer su inquietud ante la postura beligerante del
mandatario.
“Creemos que ya ha llegado el momento de que la directora de
la GSA certifique con rapidez a Joe Biden y Kamala Harris como presidente y
vicepresidenta electa”, indicó un asesor de Biden en una llamada telefónica
anoche.
Esta certificación es necesaria para que la mecánica de la
transición comience a operar, al otorgar acceso a miembros del equipo del
presidente electo a información gubernamental y que puedan establecer contacto
con los funcionarios de las agencias federales.
Biden considera especialmente necesario este paso ante la
gravedad de la crisis del coronavirus, que ha dejado en Estados Unidos más de
237 mil muertos.
La campaña del mandatario saliente, así como el Partido
Republicano, han interpuesto más de una decena de demandas -algunas ya
retiradas- en varios estados denunciando supuestas irregularidades, pero aunque
esos casos fuesen ciertos no parecen ser suficientes para revertir el
resultado.
Para ganar las elecciones en los tribunales, Trump debería
darle la vuelta al escrutinio en Pensilvania, Georgia y Nevada o Arizona, todos
ellos estados en los que Biden ya ha sido declarado ganador o lidera el
escrutinio de forma clara.
Según los últimos conteos, Biden cuenta con 290 votos en el
colegio electoral, por encima de la cifra mágica de 270 que otorga la victoria.