Hermosillo y Buenos Aires lideran lucha climática en Latinoamérica

Lunes 16 de Noviembre de 2020 10:17 am
+ -Las ciudades latinoamericanas de Hermosillo y Buenos Aires figuran entre las 88 en el mundo con mejor puntuación a los esfuerzos en la lucha contra el cambio climático
Las ciudades latinoamericanas de Hermosillo y Buenos Aires,
así como las estadounidenses de Baltimore, Berkeley, Boston, Boulder y
Cleveland, y Calgary en Canadá, figuran
entre las 88 en el mundo con mejor puntuación a los esfuerzos en la lucha
contra el cambio climático, según el Carbon Disclosure Project (CDP).
La Lista A 2020 elaborada por CDP, organización sin ánimo de
lucro, incluye las ciudades que han demostrado un gran progreso en la
adaptación y resiliencia al cambio climático desde la firma del Acuerdo de
París en 2015.
Dinamarca es el país con más ciudades en la Lista A 2020 de
CDP (6), seguida por Suecia (5), Finlandia (4) y España, al igual que Portugal,
con 3.
Entre los veinte primeros puestos de la clasificación,
figuran las ciudades americanas de Hermosillo (en tercer lugar), seguida por
las ciudades estadounidenses de Baltimore (12), Berkeley (13), Boston (15),
Boulder (16), Buenos Aires (17), Calgary (Canadá, 18) y Cleveland (EE.UU., 20).
La clasificación en España la lidera la ciudad de Barcelona,
seguida en cuarto y quinto lugar por Murcia y Vitoria, respectivamente.
En la lucha contra los impactos del cambio climático,
Barcelona tiene como objetivo incrementar por 5 la generación de energía solar
local para 2030, además, está aumentando la construcción de espacios verdes,
así como la instalación de tejados verdes, refugios climáticos e incrementando
la permeabilidad de la tierra para el ahorro de agua de lluvia.
El consejero de Emergencia Climática y Transición Ecológica
del Ayuntamiento de Barcelona, Eloi Badia Casas, ha señalado que “las ciudades
tienen la responsabilidad de proteger a sus ciudadanos de las crisis
medioambientales ahora y en el futuro. A través de su sistema de puntuación,
CDP motiva a las ciudades a divulgar los impactos en el medio ambiente y los
recursos naturales y emprender acciones para reducir los impactos negativos”.
Barcelona ha sido reconocida como una de las 88 ciudades de
la Lista A de CDP 2020 por “su liderazgo y transparencia en cuanto a la acción
sobre el clima”, según Badia Casas.
Las tres ciudades españolas, entre las 33 europeas que
figuran en la clasificación, representan el 5 % de la población europea total,
y en ella figuran, además, Bærum Kommune (Noruega), el Concejo de Bournemouth,
Christchurch y Poole y el Concejo de Bristol (todos en el Reino Unido), Atenas
y Berlín.
Entre las ciudades europeas en el listado figuran asimismo
Copenhague (puesto 21), Espoo (Noruega, 23), Helsinki (27), Lahti (Finlandia,
28), Lund (Suecia, 31), París (34) y Oporto (Portugal, 37), según un comunicado
de CDP.
En 2015, el 60 por ciento de las ciudades de la Lista A 2020
en Europa no tenían fijados objetivos de reducción de emisiones. En la
actualidad, las 33 del listado los tienen.
Asimismo, solo el 9 por ciento (3/33) de las ciudades
europeas en la Lista A 2020 tenían objetivos de neutralidad en emisiones en
2015, frente a un 42 por ciento (14/33) en este año.
Las ciudades, según CDP, han progresado en la lucha contra
el cambio climático, así, en 2015, solo una de cada cinco ciudades europeas del
listado divulgaron planes de adaptación a los impactos del cambio climático,
frente a las 33 actuales.
El 39 por ciento de las ciudades europeas son nuevas en la
clasificación de este año, entre ellas, Múnich, Oporto, Zúrich, Helsinki,
Florencia y Copenhague.
Entre otros aspectos, según CDP, las ciudades incluidas en
el ránking, están avanzando en energías renovables, y diez ciudades europeas
trabajan en conseguir que su energía sea 100 por ciento renovable en 2050.
Actualmente, Copenhague, Turku (Finlandia) y Estocolmo, ya han alcanzado el 50
por ciento o más de este objetivo.
La directora del Compromiso Político de CDP Europa, Mirjam
Wolfrum, ha asegurado que “las ciudades europeas son la fuerza impulsora para
conseguir un clima neutral en la UE en el 2050 y para alcanzar el objetivo de
reducción de emisiones de la UE en el 2030.