Efectos a largo plazo por calentamiento son “imprevisibles”: científico de la NASA
Domingo 17 de Enero de 2021 5:15 pm
+ -Actualmente, ya son visibles los efectos inmediatos en forma de fenómenos meteorológicos extremos cada vez más usuales pero a largo plazo son desconocidos
Más allá de los récords y de que los años 2020 y 2016 hayan
igualado como los más calientes del registro histórico, los científicos alertan
sobre la “tendencia sostenida y “muy preocupante” de que la Tierra no se enfría
desde los últimos siete años y son “imprevisibles” los efectos a largo plazo.
Así lo manifestó el científico español Alfonso
Delgado-Bonal, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, quien en
entrevista recalcó que ya son visibles los efectos inmediatos en forma de
fenómenos meteorológicos extremos cada vez más usuales, aunque las
consecuencias a largo plazo son imprevisibles.
“Si sigue esta
tendencia, los efectos no los podemos ni siquiera prever o medir, es muy
preocupante”, señaló el físico atmosférico.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio
(NASA) difundió su reporte anual sobre la temperatura del planeta, que reflejó
que el promedio global del año 2020 fue 1.02 grados Celsius más caliente que la
media entre 1951-1980 que se usa como referencia.
De acuerdo con la Administración Nacional Oceánica y
Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, el año 2020 tuvo una temperatura promedió
de 14.88 grados Celsius, unas pocas centésimas detrás de 2016, mientras que
para la NASA 2020 fue más cálido que 2016, pero por tan poca diferencia que
esencialmente se considera un empate.
Pero Delgado-Bonal se hace eco de lo que el reporte de la
NASA puso de relieve, esto es, la tendencia de los últimos siete años, los más
cálidos desde que se tienen registros (año 1880), y que auguran nuevos récords
a batirse a menos que se cambien los hábitos.
GASES DE EFECTO INVERNADERO
“Nuestras emisiones de gases de efecto invernadero no cesan,
la atmósfera se sigue calentando y además es un proceso acumulativo”, manifestó
el científico.
Por ello, las cuarentenas obligadas en buena parte del planeta
por la pandemia del coronavirus, y que según recientes reportes lograron
reducir el 10 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero, tienen a
la larga un efecto residual en el promedio global de la temperatura del
planeta.
De hecho, los confinamientos hicieron posible reducir la
contaminación del aire en muchas áreas, permitiendo que más luz solar llegase a
la superficie y produjera un cierto efecto de calentamiento.
Delgado-Bonal destacó el consenso de la mayor parte de los
científicos sobre el efecto que la actividad humana tiene en la temperatura del
planeta, algo que no solo abarca las emisiones de CO2 producto de la actividad
industrial, sino incluso la tala de árboles en la selva amazónica.