“E484K”, la variante del Covid-19 con un potencial peligro
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Jueves 21 de Enero de 2021 6:24 pm
+ -La nueva mutación produce una de las mayores variantes en la proteína S del SARS-CoV-2, la encargada de fusionar al patógeno con las células del cuerpo humano
Desde la
aparición de la nueva variante del Covid-19, “E484K”, detectada en Sudáfrica,
los investigadores expresaron que supone una visible preocupación para el
combate de la enfermedad, pues ha demostrado que reduce 10 veces la efectividad
del suero convaleciente, uno de los tratamientos de primera elección del
coronavirus, afectando la producción de anticuerpos en los pacientes.
Cuando más
cerca de frenar la pandemia se encontraba la humanidad, el surgimiento de
nuevas variantes en el virus del SARS-CoV-2 han puesto en jaque los avances,
pues la comunidad científica teme que se interfiera con la efectividad de las
vacunas que atenúan la gravedad de la infección del nuevo coronavirus.
Una de las
mutaciones más recientes, “501Y.V1”, fue identificada en el condado de Kent en
Reino Unido, la cual, pese a contar una transmisibilidad 50 veces mayor a la de
la cepa convencional no demostró una letalidad mayor y los clínicos aseguraron
que no se interpondría con los efectos inmunizantes de las vacunas.
Sin embargo,
semanas más tarde, un grupo de bioinformáticos de la Universidad de
KwaZulu-Natal en Durban, Sudáfrica descubrió la aparición de “E484K”, como una “sub-variante”
de la mutación “501Y.V2” que se originó en la provincia de Cabo Oriental.
A partir de
este hallazgo, otro grupo de investigadores observaron 35 muestras de plasma
recolectadas de 17 pacientes con la nueva variante del Covid-19, después de los
primeros 15 y hasta los 121 días, posteriores a la manifestación de síntomas.
Los resultados, publicados en “bioRxiv” demostraron que, inicialmente, el
plasma convaleciente neutralizó el SARS-CoV-2, pero fue disminuyendo
visiblemente del mismo modo que evadió las defensas inmunes.
Los autores
del trabajo mencionaron que “E484K” representa una de las mayores alteraciones
de la proteína de S, encargada de activar la envoltura viral que propicia la
fusión con la membrana celular, infectando a la persona con el virus.
“E484K”, en
particular, conduce a la formación de nuevos contactos favorables. “La afinidad
mejorada de S muy probablemente apuntala la mayor transmisibilidad, lo que
puede proporcionar una explicación de la evidencia de que la variante es capaz
de escapar de la neutralización”, reveló el documento. Eso quiere decir que el
agente facilita la unión del virus al receptor de la célula.
¿Por
qué el SARS-CoV-2 muta tanto?
De acuerdo
con David Montefiori, epidemiólogo de la Universidad de Duke en Durham,
manifestó en una publicación “Nature” que la mutación de un virus, a diferencia
de lo que podríamos pensar, es un fenómeno de naturaleza nata, ya que en el
momento en el que se transmite de una persona a otra sufre, invariablemente,
cambios.
Durante estas
alteraciones, las variantes de un patógeno se caracterizan por evadir las
funciones del sistema inmunitario, cambiando las propiedades del virus y por
ende aumentan o disminuyen su letalidad.
Por ello, dar
seguimiento a su comportamiento resulta esencial para los expertos, ya que,
como declaró el experto en inmunología viral, la secuencia genética del
coronavirus cambió a medida que el virus se propagó de región a región.
Para entender
su mutabilidad, el director del Laboratorio de Investigación y Desarrollo de
Vacunas del SIDA comparó los cambios que ha sufrido el SARS-CoV-2 en
comparación del VIH, concluyendo que el nuevo coronavirus cambia mucho más
lentamente a medida que se propaga. Sin embargo, reconoció que eso no evita que
se manifieste de forma “alarmante”, pues en muchas ocasiones estas variantes se
caracterizan por infectar a las células con mayor facilidad.
¿Qué
riesgo implicaría encontrarnos con la variante “E484K”?
Para los
especialistas es preocupante la posibilidad que “E484K” permita que el virus
escape de las respuestas inmunitarias de algunas personas. Rino Rappuoli, de la
Toscana Life Sciences Foundation en Siena, Italia, fue otro de los científicos
que estudió la mutación, señalando que toda la respuesta de anticuerpos del
individuo contra el SARS-CoV-2 estaba dirigida contra una pequeña porción de la
proteína de pico.
Por su parte,
Jesse Bloom, biólogo evolutivo viral del Centro de Investigación del Cáncer
Fred Hutchinson en Washington, estimó que las mutaciones como “E484K” evitan la
producción de anticuerpos de los pacientes en diferentes grados.
Sin embargo,
aún no esclarecen qué factores motivan a dicha variabilidad. Por lo que
trabajan sin detenimiento, ya que aseguraron que una pregunta urgente es “si
tales cambios alterarán la efectividad de las vacunas en el mundo real”.
Mientras que
Bloom aseguró que las inyecciones provocan enormes niveles de anticuerpos
neutralizantes, por lo que una pequeña caída en su potencia contra las
variantes no motivaría a la disfunción de las vacunas, otros investigadores
consideraron que es posible que se necesiten nuevas terapias con anticuerpos
para atacar las variantes emergentes.