Transforma confinamiento hábitos alimenticios

Jueves 18 de Febrero de 2021 1:57 pm
+ -Cocinar en casa, ingerir más productos ultraprocesados o intentar una dieta que fortalezca el sistema inmune son solo algunos de los cambios.
A nivel
global, la pandemia por coronavirus SARS-COV2 ha modificado la dinámica social
y con ello los hábitos alimenticios de millones de personas. El confinamiento
es uno de los principales factores que alteró la manera en la que la población
compra y consume alimentos.
Estudios consultados por el Laboratorio de Datos
contra la Obesidad (LabDO) revelan la forma diversa en que la pandemia ha
impactado: mientras algunos cocinan más en casa, otros aumentaron su peso por
ingerir más productos ultraprocesados, algunos implementaron dietas saludables
para mejorar su sistema inmune, en tanto que otros más sufren el agravamiento
de sus desórdenes alimenticios.
Por ejemplo, en México, el Centro de Investigación en
Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (CINyS-INSP) junto
con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) realizan una encuesta en donde han
identificado diversos efectos de la contingencia por COVID-19; destaca que
hasta el momento, el 42% dijo haber mejorado su alimentación, el 46% no
reportó cambios, mientras que el 12% restante señaló que la empeoró. (1)
Asimismo, el 39% dijo haber disminuido el consumo de
comida chatarra, 23% lo aumentó y el 38% siguió teniendo el mismo hábito. El
estudio también refiere una reducción de la actividad física en 53% de las
personas entrevistadas, en tanto que 24% la acentuó y 22% no tuvo cambio.
Respecto a la percepción sobre su peso, el 24% señaló sentir que lo redujo,
mientras que el 36% percibió un incremento y el 38% lo mantuvo igual.
Otro estudio efectuado en Estados Unidos reveló que el
85% de su población hizo cambios en su dieta, algunos positivos y otros
negativos. Por ejemplo, se pudo observar que, en contraste con 2019, disminuyó
de 80 al 74% el número de personas que evitaban los azúcares en su
alimentación. (2)
Los participantes en dicha investigación refirieron
las razones por las cuales lo hacen, entre ellas, evitar calorías adicionales
(46%) y considerar que no es saludable (42%). Sin embargo, los resultados
también arrojaron que el 32% comió más snacks entre comidas, derivado de una
mayor accesibilidad por estar en casa, y aun cuando el 43% dijo haber seguido
una dieta durante 2020, dato que creció ante el 2019 cuando el 38% afirmó
haberse sometido a un patrón de alimentación específico.
En ese mismo sentido y con relación al 2019, la
encuesta también registró el aumento del ayuno intermitente (10%), la
alimentación sana (9%), la dieta cetogénica o rica en grasas (8 %) y las dietas
bajas en carbohidratos (7%). Mientras que los principales motivadores para las
nuevas dietas fueron perder peso (47%), sentirse mejor y tener más energía
(40%), mejorar la apariencia física (39%), proteger la salud a largo plazo y
prevenir problemas de salud futuros (37%), así como evitar el aumento de peso
(36%).
Un reporte de la empresa Nielsen parece contrastar con
la encuesta arriba mencionada, ya que identificó que también en Estados Unidos,
Campbell's aumentó en un 93% las ventas de su sopa enlatada entre marzo y mayo
del año pasado, para después de esos meses, regresar y mantener un crecimiento
del 32%. (3)
De igual manera, el corporativo General Mills, que
engloba varias marcas de cereales para el desayuno, reportó un incremento del
29% a fines de marzo y volvió a subir a 37% en la tercera semana de abril,
mientras que Kellogg's registró un 51% más en sus ventas de waffles congelados,
panqueques y tostadas francesas entre los norteamericanos.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas
para la Alimentación y la Agricultura, FAO, por sus siglas en inglés, ha
recomendado mantener una dieta rica en cereales integrales, frutos secos y
grasas saludables como las de oliva, sésamo, maní u otros aceites ricos en
ácidos grasos insaturados, con la finalidad de fortalecer el sistema
inmunológico y ayudar a reducir la inflamación, al tiempo que advirtió que el
confinamiento por la pandemia puede generar estrés y con ello desatar o agravar
los trastornos alimenticios. (4)
Sumado a esto, una investigación llevada a cabo en
Australia encontró que las conductas de restricción, atracones, purgas y
ejercicio han venido en aumento a partir de mayores niveles de ansiedad y
estrés debido al aislamiento social. (5)
Fuentes:
1.- INSP. (2020). Estudio sobre el efecto de la
contingencia por COVID-19 en el consumo y compra de alimentos. Feb. 2021, de INSP
https://www.insp.mx/dieta-covid
2.- International Food Information Council (Junio 2020) COVID-19
Pandemic Transforms the Way We Shop, Eat and Think About Food, According to
IFIC’s 2020 Food & Health Survey.
https://www.globenewswire.com/news-release/2020/06/10/2046323/0/en/COVID-19-Pandemic-Transforms-the-Way-We-Shop-Eat-and-Think-About-Food-According-to-IFIC-s-2020-Food-Health-Survey.html
3.- The New York Times (Junio 2020) Has Pandemic Snacking Lured Us Back
to Big Food and Bad Habits?
https://www.nytimes.com/2020/06/16/well/eat/pandemic-snacking-junk-food-habits-eating-weight.html
4.- FAO (Marzo 2020) Maintaining a healthy diet during the COVID-19
pandemic.
http://www.fao.org/3/ca8380en/ca8380en.pdf
5.- National Library of Medicine (Junio 2020) Eating and exercise
behaviors in eating disorders and the general population during the COVID‐19 pandemic in
Australia: Initial results from the COLLATE project.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7300745/
Acerca del Laboratorio de
Datos contra la Obesidad.
Iniciativa ciudadana
enfocada a promover, con base en datos e información, políticas
públicas que resuelvan uno de
los problemas que más
afectan a las y los mexicanos.
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