Lula da Silva agradece ‘solidaridad’ de Alberto Fernández, el papa Francisco y otros líderes
Miércoles 10 de Marzo de 2021 12:13 pm
+ -Lula da Silva dijo haber recibido "constantes pruebas de solidaridad" de líderes mundiales, sobre todo durante los 580 días que pasó en la cárcel
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva
agradeció este miércoles la “solidaridad” del mandatario argentino, Alberto
Fernández, el papa Francisco y otros líderes mundiales, en su primera aparición
desde que fueron anuladas las condenas de cárcel que pesaban en su contra.
En su primer pronunciamiento en su nueva situación legal,
Lula citó también una larga lista de “agradecimientos” al expresidente del
Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, al exmandatario boliviano Evo
Morales y al Foro de Sao Paulo, que reúne a partidos de la izquierda
latinoamericana.
De todos ellos, dijo haber recibido “constantes pruebas de
solidaridad”, sobre todo durante los 580 días que pasó en la prisión por unas
condenas que fueron anuladas el pasado lunes por un juez de la Corte Suprema,
quien consideró que el tribunal que condenó a Lula no tenía competencia legal
para juzgarlo.
Su primera mención fue para el presidente argentino, de
quien dijo que en 2019 “tuvo la decencia y el coraje, como candidato a la
presidencia de su país contra la extrema derecha”, de visitarlo en la celda que
ocupaba en la sede de la Policía Federal en Curitiba.
“Le pedí que no diera entrevistas para no ser perjudicado
por la derecha, pero me dijo: Lula, no tengo problemas con lo que vayan a
decir, porque yo sé que tú eres víctima de la mayor mentira vista en la política
de América Latina”, detalló.
También reveló que Fernández “fue el primero” que lo llamó
por teléfono el pasado lunes, después de que el juez Edson Fachin, de la Corte
Suprema, anuló todas las condenas a prisión en su contra y determinó que los
juicios sean realizados nuevamente, pero en tribunales de Brasilia.
Sobre el papa Francisco, Lula recordó que, cuando estaba en
la cárcel, “mandó un persona” a visitarlo con una carta y que luego lo recibió
en el Vaticano, una vez que recuperó su libertad por un cambio de
jurisprudencia en las normas que rigen la prisión de un condenado.