CON una increíble biodiversidad que pocos estados de la República tienen, Colima cuenta con una serie de paisajes y ecosistemas diversos, que es una satisfacción para paseantes y turistas, locales y foráneos, poder visitarlos en un territorio tan pequeño. Desde playas, esteros, pantanos, hasta montañas y volcanes activos, nuestro estado es uno de los lugares más idóneos para disfrutar de la naturaleza, y este tipo de actividades cobraron mucha importancia hasta antes de la pandemia mundial por el Covid-19. NATURALEZA TÁCTIL Colima se ha caracterizado, frente a otras urbes, por tener espacios amplios de zonas verdes, idóneas para poder practicar senderismo, y a pesar de que en promedio 8 de cada 10 personas viven en zonas urbanas, éstas no están imposibilitadas de estar cerca de donde se respire la tranquilidad que sólo la naturaleza puede ofrecer. Aún con esto, el lugar icónico de nuestro territorio que se ha vuelto un ápice del ecoturismo, es el Volcán de Fuego, un imán para todo tipo de excursionistas de todo el mundo. La actividad constante del volcán uno de los motivos que ha llevado a incontables personas a visitar la zona y tratar de acercarse lo más posible a la cima. Desde décadas atrás, paseantes, excursionistas y científicos han buscado llegar al cráter, y aunque en los últimos años el coloso ha tenido una actividad intensa, la gente sigue acercándose a las áreas que ahora son restringidas. También contamos con montañas como la Sierra de Tepames, en donde la temperatura baja considerablemente, comparado con el ambiente húmedo y caluroso de la ciudad, debido al tipo de bosque de encinos que refrescan la zona. Y no se puede quedar atrás la Reserva Biosfera de la Sierra de Manantlán, la cual se caracteriza por tener una impresionante red de cuevas en toda el área del Cerro Grande. Esta montaña se encuentra desde los 600 y hasta los 2 mil 560 metros sobre el nivel del mar, cubierto por bosques de encino, pero los pinos se hacen presentes en su parte más alta, dando un clima sumamente fresco, contrastando con la selva baja caducifolia. ENTRE RÍOS Las zonas que también son muy buscadas por los excursionistas son aquellas que tienen ríos, de los cuales muchos cruzan las zonas urbanas, dando un paisaje distintivo a las ciudades. En la zona metropolitana de Colima-Villa de Álvarez cruzan alrededor de 10 corrientes de agua, entre ríos y arroyos; varios tienen un caudal importante y de grandes dimensiones en temporada de lluvias. Los más grandes que cruzan la zona conurbada son el Río Colima y los arroyos Pereira y Manrique, también hay siete cuerpos de agua que hacen presencia en varias partes de la ciudad. El Río Colima, con su naciente en las faldas del Volcán de Colima, es el de mayor caudal en la ciudad; el arroyo Manrique nace muy cerca de la comunidad de El Trapiche, al norte de la ciudad; el arroyo Pereira comienza más próximo a la ciudad, cerca de El Chivato. También hay varios arroyos que no llevan agua en la época de estiaje, salvo algunos tramos donde se acumulan pequeños estanques, pero en su mayoría son completamente pluviales, se alimentan de la lluvia, ejemplos de estos son los arroyos El Trejo, El Diablo, Los Trastes, El Tecolote, el Santa Gertrudis, El Jazmín; así como el río Chiquito y el arroyo de Los Puercos, de los cuales algunos ya están actualmente embovedados, sólo son pluviales, por lo que no están considerados como arroyos, prácticamente fueron absorbidos por la mancha urbana. PLAYAS Y ESTEROS A pesar de ser un territorio pequeño, Colima tiene una gran diversidad de playas; sólo en el municipio de Manzanillo están la Playa de Oro, La Boquita, Miramar, Olas Altas, Santiago, La Audiencia, Las Hadas, Playa del Tesoro, Salagua, Playa Azul, Las Brisas, San Pedrito y más. Mientras que en Armería se encuentra Cuyutlán, una de las playas más visitadas del estado; se caracteriza por su fuerte oleaje, destacando su principal atractivo, la ola verde, que alcanza una altura de hasta 8 metros durante los meses de abril a junio, perfecto para practicar surf y windsurf. Muy cerca está el Centro Ecológico El Tortugario, icónico sitio en donde se protege a las tortugas marinas, iguanas verdes y cocodrilos, así como cuidar parte del estero Palo Verde. También están El Paraíso y Boca de Pascuales; playas que también son idóneas para practicar el surf y el windsurf. Sin dejar en mención a El Real, Tecuanillo y Boca de Apiza. El Chupadero, además de contar con una playa de arena grisácea, plasmada sobre un declive de contornos suaves y con un oleaje tranquilo, su principal atractivo es el estero que se ubica en esta costa tecomense, lugar donde se encuentra la zona de mangles más grande del estado. Con una extensión de más de 2 mil 600 hectáreas, el estero El Chupadero es un lugar idóneo para los excursionistas que buscan un acercamiento a la flora y fauna tan peculiar de este lugar. No cabe duda que Colima es un paraíso enclavado en la costa del Pacífico Mexicano, uno de los lugares más atractivos para visitar.
