El rápido avance de la tecnología en el Fitness
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Jueves 13 de Mayo de 2021 8:07 pm
+ -Cada vez accesorios más nuevos y con más prestaciones, pero lo importante sigue siendo el deporte
El
culto a la salud y el cuidado de la forma física se han convertido en un nicho
de mercado de grandes dimensiones en la última década. No se trata sólo de la
concienciación de muchas personas a favor de un mayor respeto por el cuerpo
propio, sino que también las nuevas tecnologías, y en especial las redes
sociales, han ayudado en mayor o menor medida a este fenómeno.
Lo
que antes se resumía en estar “apuntado a un gimnasio” hoy tiene más que ver
con compartir con nuestros contactos las evoluciones que realizamos en materia
de ejercicio físico. Y no se trata sólo de un narcisismo propio de los tiempos
que vivimos, sino que cualquier forma de motivación es bienvenida en cuestión
de cuidarse un poco. Para facilitar este particular y no decaer en nuestro
empeño tienen un papel importante las nuevas tecnologías asociadas al deporte.
Muchos usuarios disponen hoy de un reloj inteligente que miden nuestros esfuerzos, las pulsaciones, la distancia recorrida, las calorías quemadas… Pero también una tablet con la que seguir a los gurús del deporte virtual, que nos dan consejos y nos recetan tablas de ejercicios; o que nos permiten recorrer ciudades sin perder de vista la pantalla mientras no nos movemos del sitio.
Y
todo ello mejora cada día. Es la tecnología asociada al deporte. Mueve
cantidades ingentes de dinero. Algunos las usan para mejorar su rendimiento y
llevar un control de éste; otros se ilusionan con estos “wearables” y los
utilizan durante un tiempo para luego olvidarlos en un cajón, junto a las
buenas intenciones que les llevaron a proponerse hacer deporte.
El
avance de esta tecnología no sólo aparece por la demanda de estos productos
debido a la necesidad de cuidarse o el placer de incorporar el deporte al ocio,
sino también por la sinergia de los diferentes campos del conocimiento que
convergen para crear este tipo de productos: por un lado, la ingeniería y la
informática, con el importante complemento de las tecnologías de la información
y la comunicación, y por otro, los profesionales del deporte, con una formación
específica como la de licenciados en Ciencias del Deporte, que aunque algunos
hayan tomado otros caminos que les han llevado a ser
reconocidos mundialmente, otros han iniciado este sendero de aliarse con
los técnicos para ofrecer este tipo de “gadgets”.
El
resultado va
más allá de los conocidos relojes inteligentes que ya hemos mencionado y
que todos tenemos en mente: hablamos de plantillas sofisticadas que
regulan la temperatura de los pies y miden el recorrido de nuestro entreno, o
de ropa ajustada que se comunica directamente con nuestro móvil para registrar
toda la actividad de nuestro desempeño. Hasta un espejo de casi 1.500 dólares
que hará las delicias del que entrena en casa, sea cuál sea la disciplina que
elija (yoga, boxeo, cardio…).
Como
todo en esta vida, depende de la moderación y del sentido común que empleemos
con su uso. Si para nosotros todo
se trata de imagen, además de mostrar una potencial falta de autoestima, es
posible que no estemos anteponiendo la salud a otros aspectos más
superficiales. En cambio, un uso complementario a un deporte bien planificado,
seguro y que seamos capaces de disfrutar puede ayudarnos en nuestros objetivos.
La
idea es seleccionar bien la tecnología que queremos que nos ayude y
preguntarnos qué puede aportarnos. Pero siempre, y tenemos que tenerlo claro,
se trata de una ayuda, un complemento. Lo primordial es el deporte moderado y
lo beneficioso de éste. Y para ello es importante seguir los consejos de los
profesionales para poder evitar lesiones y otro tipo de dolencias. Eso sí, todo
lo que nos pueda ayudar, bienvenido es; y cada vez se nos ofrecen más opciones
al respecto. Según parece la suma de tecnología y deporte sólo acaba de iniciar
su andadura, quién sabe qué nuevos elementos tendremos a nuestro alcance en un
futuro próximo; pero el deporte lo seguiremos haciendo las personas.
