Don Felipe, de 84 años, a punto de graduarse en ingeniería y quiere seguir estudiando
Foto Internet
Martes 18 de Mayo de 2021 9:16 pm
+ -Felipe Espinosa Tecuapetla está a punto de graduarse dela carrera Ingeniería en Procesos y Gestión Industrial en la BUAP, porque su principal motor es la superación y nada lo detiene
Don Felipe
Espinosa Tecuapetla, de 84 años de edad, está a punto de graduarse de la
carrera de Ingeniería en Procesos y Gestión Industrial, en la Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), gracias a que su principal motor es la
superación y no se asusta con la tecnología porque “si es uno chango viejo hay
que hacer maromas nuevas”.
“Nada me va a
detener…claro…sólo la muerte”, resalta don Felipe.
Para
continuar con sus estudios, Don Felipe, quien siempre llegaba a la universidad
(hasta antes de la pandemia) con su peculiar costal en el que cargaba sus
útiles; utilizaba sus ratos libres para ganarse unos pesos con la venta de
cebollas, chile, limón y tomates en la Central del Abasto y en los mercados de
Tepeaca y Cholula.
Don Felipe,
quien tiene como su principal motor la superación, les recuerda a los jóvenes
que la superación del humano está en la mente, las cosas están cambiando y sólo
se vive una vez.
-¿La
tecnología fue un obstáculo para estudiar, realizar y entregar trabajos…?
“Nooo. Le
tiene usted que echar ganas, como dicen. Si es uno chango viejo hay que hacer
maromas nuevas y allí se iguala usted con los jóvenes. La superación del humano
está en la mente, es una cosa muy grande la mente”, comenta don Felipe en
entrevista con personal de la BUAP.
“Hoy ya
estamos acá y no me queda más que dar gracias a todos, principalmente al
Rector”, agrega.
En 2016, don
Felipe, quien de joven trabajó la tierra, fue obrero y formó parte del
Ejército, se convirtió, con 79 años de edad, en el aspirante de mayor edad en
el Proceso de Admisión.
-¿Cómo fue
convivir con los jóvenes?
“Es bien
lindo, porque son diferentes: diferentes memorias, diferentes pensamientos”.
-¿Le costó
trabajo?
“No, no, es
como si fuera usted, es una cosa inolvidable”.
-¿Qué
aprendió usted de los jóvenes; ellos que aprendieron de usted?
“Con la
convivencia…su corazón…”, agregó don Felipe en su entrevista con la BUAP.
Don Felipe,
padre de 5 hijos, es un hombre autosuficiente, pero solitario, a quien no le
importó levantarse todos los días a las 4:30 de la mañana y tomar dos autobuses
para llegar a tiempo a clases.
“Veo bien,
oigo bien, razono bien. Este es mi gran capital y lo que me nutre es el trabajo
y la ilusión”, destaca.
Don Felipe
porta con orgullo el escudo de la BUAP ya que hay que portarse a la altura:
“con respeto, siempre derecho”.
“Claro, sí se
puede. Qué me detiene, oigo bien, veo bien, razono bien, no tengo la mente
hueca. El estudio es grandioso: se estudia para la superación, para una vida
mejor”, añade.
A pesar de
que está a punto de graduarse, dice Don Felipe que nada lo detiene para seguir
estudiando.
“Nada me va a
detener, haré mi solicitud para seguir estudiando”. Hace una pausa, corrige:
“Sólo la muerte”.