Alistan inhumación de 600 cuerpos confinados en Semefos de Morelos
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Lunes 24 de Mayo de 2021 8:35 pm
+ -El confinamiento digno de los cadáveres se logró después de una reunión de la asociación civil “Regresando a Casa Morelos” con autoridades estatales
Del 14 de
junio al 27 de agosto de este año iniciarán los trabajos de inhumación de 600
cadáveres acopiados en los tres Servicios Médicos Forenses (Semefos) del
estado, en calidad de desconocidos.
Así lo
confirmó la vocera de la asociación civil “Regresando a Casa Morelos”, Angélica
Rodríguez Monroy y señaló que el confinamiento digno de los cadáveres se logró
después de una reunión con autoridades estatales, en la cual acordaron sostener
un segundo encuentro en esta semana, porque en la pasada no se especificó sobre
la participación de los familiares de víctimas.
Desde la
ofrenda de las víctimas, instalada en las puertas de Palacio de Gobierno, dijo
que buscan garantizar su participación en estos trabajos y la de un perito
independiente, porque los cuerpos están en calidad de desaparecidos y es
necesario verificar que se cumpla con todos los protocolos, debido a que no se
toma muestra genética o se realiza solo cuando algún familiar acude a reclamar.
Rodríguez
Monroy señaló que el proceso de inhumación de cuerpos que se encuentran en las
cámaras frigoríficas es un avance, pero hace falta la validación de 84 cuerpos
que se exhumaron de la fosa de Jojutla en 2017, ya que ninguno ha sido
regresado a casa.
Los
integrantes del colectivo también exigieron la elaboración y publicación de un
plan de exhumación en el cual se incluya los mapas de todas las fosas comunes
en Morelos.
La historia
de los cuerpos catalogados como desconocidos o no reclamados data de mayo de
2013 cuando el comerciante Oliver Wenceslao fue secuestrado y asesinado por sus
raptores. Su cuerpo sin vida fue localizado en junio de ese año y su familia lo
identificó, pero la entonces Subprocuraduría de Justicia argumentó que se
requerían otras pruebas periciales para la entrega del cuerpo.
Un mes
después lograron acreditar el 99.99% de probabilidad de la prueba de parentesco
y hasta marzo de 2014 las autoridades ordenaron abrir una fosa común, situada
en un campo ejidal del poblado indígena de Tetelcingo, en Cuautla, oriente del
estado.
En esa fosa
inhumaron 105 cadáveres, incluidos los restos de Oliver, y a partir de ese
momento comenzó la lucha de los familiares por identificar los restos humanos,
con la esperanza de encontrar a sus familiares reportados como desaparecidos.
Tres años
después las organizaciones civiles supieron que la Fiscalía General del Estado
tenía otra fosa común, presuntamente irregular, en un panteón del municipio de
Jojutla, sur del estado.
En ese año,
2017, las autoridades federales y estatales exhumaron 84 osamentas,
correspondientes a víctimas de la violencia cuyos cuerpos no fueron reclamados
o llegaron en calidad de desconocidos.