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Rescatan la Hacienda de Buenavista



Domingo 11 de Julio de 2021 7:25 am

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A principio del Siglo XX fue una de las haciendas más prósperas de la región; su extensión cubrió en ese tiempo una superficie de 8 mil 800 hectáreas; hoy, en este inmueble se pueden celebrar eventos sociales como bodas, graduaciones, XV años y otros festejos


Herencia de un gran pasado es lo que se percibe al pasar el portón que luce en su herrería un hermoso pavorreal, en el acceso a una de las edificaciones más emblemáticas de Colima, la Hacienda de Buenavista.
Localizada en el municipio de Cuauhtémoc, en la población de Buenavista, a 8.5 kilómetros al sur de la cabecera municipal, ahí se erige imponente la casa principal de lo que fue a principio del Siglo XX una de las haciendas más prósperas de la región.
Su extensión cubrió en ese tiempo una superficie de 8 mil 800 hectáreas, es decir, colindaba con el municipio de Tonila, Jalisco, y se extendía hasta los límites con la población de La Estancia.
Inició como un rancho llamado el Tecolote que Don Tiburcio Ochoa Barrera, oriundo de Jalisco, comenzó en la población de Buenavista hacia la segunda mitad del Siglo XIX, en 1879.
Ahí, Don Tiburcio formó su familia junto con su esposa Juana Mendoza, procreando a siete hijos: Trinidad, Juana, Salomé, María, Refugio, Gabriel y Salvador. Es precisamente este último quien hereda la hacienda a la muerte de su padre.
Es Salvador Ochoa Mendoza quien consolida la hacienda hacia 1900, convirtiéndola en una de las más importante y prósperas de la época, pues en torno a ella se construyeron presas, sistema de irrigación, redes de agua, entre otras.
Su producción abarcó distintos cultivos y productos como caña de azúcar, cacao, café, maíz, frijol y arroz, aunque su principal actividad económica era la cría, reproducción y engorda de ganado vacuno.
La construcción de la casa principal de la hacienda se hizo a un lado de donde fueron los inicios del rancho El Tecolote, la cual Don Salvador Ochoa edificó por amor a quien sería su esposa, Guadalupe Álvarez García.
Ella le condicionó casarse con él, si le construía una casa que reuniera todas las comodidades. Don Salvador se esmeró en edificar la casa al diseñarla de un corte 100 por ciento campirano.
Se distinguió por sus amplios tejados rojos, sobre los muros de piedra y adobe encalados, amplios corredores, con un enorme patio que bien servía para el secado de granos, como para los bailes de las fiestas.
RESCATE
Tras la época de esplendor que tuvo la Hacienda Buenavista vino un declive posterior al movimiento armado de la Revolución Mexicana, donde también pasó la Guerra Cristera y los movimientos sociopolíticos que marcaron al país y, por ende, al territorio colimense.
Don Salvador Ochoa tuvo que vender la hacienda y sus propiedades ante las deudas y lo insostenible que resultaba, por lo que la casa principal de la hacienda tuvo varios dueños que no cuidaron del todo la edificación, que fue deteriorándose con el tiempo.
Es hacia finales del Siglo XX que empieza el rescate de la hacienda que poco a poco fue realizándose, buscando que conservara lo más original a como se construyó.
Incluso, ya hacia 2019 el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) incluyó la casa principal y sus alrededores en el Catálogo Nacional de Monumentos Históricos, dentro de los inmuebles protegidos del estado.
Los actuales propietarios han buscado recatar muchos de los espacios que tuvo la casa en sus grandes épocas, para que conserven esa esencia provincial y que evoca tradición y distinción en un espacio armónico.
Varias de las áreas y habitaciones se han remodelado bajo criterios que dan un entorno agradable para la convivencia y reuniones, donde cada rincón provoca emociones distintas, con un toque de historia.
A un costado se conserva parte del casco de lo que fue el inicio de la hacienda, el rancho El Tecolote, donde se puede apreciar el corral donde tenían al ganado, así como las áreas donde estaban los cuartos de los trabajadores.
Quedan, también, vestigios de la capilla que en su momento Don Tiburcio Ochoa erigió y más al fondo se observa el chacuaco que actualmente tiene inscrito “1900, Hacienda Buenavista” y que anteriormente tenía “El Tecolote”.
Más al fondo está lo que fue la fábrica de aceite que ahí se mantuvo por un tiempo, como el intento de darle una nueva vida a ese histórico lugar.
EVENTOS SOCIALES
Hoy, bajo ese nuevo aire se ha logrado dar la oportunidad que la gente pueda disfrutar de esos espacios y rincones revitalizados, a los que se han sumado otros que le han dado un mayor interés y vistosidad a la Hacienda Buenavista.
Está el jardín trasero con su vegetación abundante y sus pasillos que permiten tener un ambiente magnifico para la convivencia; también su alberca a un costado, para pasar un momento de diversión importante.
O su estanque artificial, de gran dimensión, con su kiosco al pie de la orilla y un pequeño muelle que da a una plataforma casi al centro del estanque donde tienen su hábitat peces, principalmente mojarras.
Hoy, en la Hacienda de Buenavista se pueden celebrar eventos sociales como bodas, graduaciones, XV años y otros festejos, con capacidad de 50 a 400 comensales, con estacionamiento para 200 autos. Pueden solicitar informes al correo electrónico haciendabuenavista@gmail o al teléfono 551 320 6456.

Hugo VELÁZQUEZ ROQUE



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