La Vendedora de Pericos
(Manzanillo 1921)
Domingo 15 de Agosto de 2021 11:00 am
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En los años veinte, desempeñando
el cargo de secretario de Educación, José Vasconcelos se lanzó a una cruzada
cultural por todas las capitales de los estados, utilizando como medio de
transporte un carro de ferrocarril agregado a los de otros jefes
revolucionarios. En ese recorrido lo acompañaba una pléyade de políticos e
intelectuales prometedores, tales como el orador Antonio Caso, los escritores y
poetas Carlos Pellicer y Jaime Torres Bodet, y el pintor Roberto Montenegro.
Dice el autor de Ulises criollo, en
su obra Desastres, escrita en 1937,
donde rememora su visita a Colima en los años veinte:
“…Montenegro y Ledesma pintaron acuarelas del vendedor de tuba y tipos,
entre casas y panoramas
colimenses. Estos ingenuos trabajos fueron el comienzo de la pintura popular
que más tarde hizo escuela. Al día siguiente partieron a Manzanillo a los baños
de mar, de ahí sacó Montenegro el motivo de la vendedora de pericos que decora
el vitral de la ex iglesia de San Pedro y San Pablo, titulada De las
Discusiones Libres, en recuerdo de mis épocas de afición indostanesa”.
En el antiguo convento anexo a
San Ildefonso, Montenegro diseñó para el Salón de las Discusiones Libres dos
importantes vitrales: El Jarabe Tapatío y la Vendedora de Pericos, la
realización la llevó a efecto el reconocido vitralista Enrique Villaseñor. El
movimiento muralista mexicano lo inicia Montenegro con el diseño de ese par de
vitrales, ayudado por artesanos mexicanos, para decorar los tragaluces del hoy
Museo de las Constituciones, designado así, ya que ahí se promulgó la Constitución
de 1824.