Dan 17 años de cárcel a cura acusado de abusar de seminaristas, en Argentina
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Miércoles 08 de Septiembre de 2021 10:29 pm
+ -Nicolás Parma había sido acusado de abuso sexual contra dos seminaristas de la parroquia del pueblo donde estaba asignado
El cura
Nicolás Parma fue condenado este miércoles a 17 años de prisión por un tribunal
argentino que lo encontró culpable de abuso sexual a dos seminaristas en la
parroquia de un pueblo al sur del país.
Los hechos
juzgados ocurrieron entre 2009 y 2012 en la parroquia Exaltación de la Cruz en
Puerto Santa Cruz, a 250 kilómetros de Río Gallegos (2.500 km al sur de Buenos
Aires) y donde se realizó el juicio.
Parma es el
segundo sacerdote de la Congregación de "Hermanos Discípulos de Jesús de
San Juan Bautista" sentenciado por abuso sexual después de que su
fundador, Agustín Rosa Torino, fuera condenado en julio pasado a 12 años de
cárcel por la justicia de Salta (norte).
La Cámara
Oral Penal consideró a Parma autor penalmente responsable de "abuso sexual
simple doblemente agravado por haber sido cometido por un ministro de culto,
encargado de la educación y guarda de menor conviviente" y de "abuso
sexual gravemente ultrajante doblemente agravado por haber sido cometido en la
modalidad continuada" contra otro menor, según el fallo.
El acusado
que cumple prisión preventiva desde 2018 en la comisaría de Puerto Santa Cruz,
siguió la audiencia en forma remota. Su abogado, Cristian Ariel, anticipó que
apelará la sentencia.
Las víctimas
Yair Gyurkovitz y Jonatan Alustiza escucharon la sentencia desde sus lugares de
residencia en Cafayate, Salta (norte) y Pergamino (centro).
Según su
propio relato, Alustiza tenía 14 años cuando en marzo de 2009 llegó desde
Pergamino a Puerto Santa Cruz en la búsqueda de su vocación religiosa. Vivía en
la casa junto a la parroquia junto a Parma y otro hombre.
“Ese mismo
año empezaron los abusos, pero no podía hablar con nadie. No tenía ni teléfono
ni dinero y teníamos prohibido contar lo que pasaba dentro de la congregación”,
contó Alustiza al diario La Nación.
Al año
siguiente comenzaron a llegar otros adolescentes y llegaron a ser 13 a cargo de
Parma.
“El otro
denunciante y yo somos las caras visibles de la denuncia, pero estoy seguro que
hubo más menores abusados. Vivimos un horror en ese lugar. Éramos presos
moralmente, no podíamos pensar, era imposible irte, yo empecé a pensar en el
suicidio”, dijo el joven, hoy de 26 años.
En 2012, con
el secundario terminado, Jonatan fue trasladado a Salta para ingresar al
noviciado. Allí le contó los abusos a los que había sido sometido por parte de
Parma al fundador de la Congregación, Rosa Torino, quien le pidió que perdone y
olvide ya que solo era "una debilidad del hermano", contó. Torino,
quien también abusó de él, fue condenado en otro juicio en Salta.
Alustiza se
escapó y desde afuera logró que le devolvieran sus documentos y regresar a
casa. Pasaron varios años hasta que pudo denunciarlos ante la justicia.