Tiene el país 7.5 millones de terrenos irregulares
Miércoles 15 de Septiembre de 2021 12:10 pm
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En el país existen entre 6.7 y 7.5 millones de lotes en
condiciones de irregularidad, muchos de los cuales están en zonas de riesgo, como
sucede en el Cerro del Chiquihuite, pues cada año alrededor de 100 mil familias
de escasos recursos se ven obligadas a adquirir vivienda en ese tipo de áreas.
Lo anterior, debido a que el afán de lucro y la especulación encarecen el suelo
en zonas urbanas consolidadas, señaló el director del Instituto Nacional del
Suelo Sustentable (Insus), José Iracheta Carroll.
Como se ha informado en este diario, el pasado viernes
ocurrió un deslave en la zona del Chiquihuite que ha dejado hasta el momento
dos personas muertas y dos desaparecidas, además de daños materiales en al
menos 10 casas y la posibilidad de evacuar otras 136.
El funcionario destacó que si
se aprovecharan todos los predios vacíos que existen en las grandes ciudades
–conocidos como “suelo vacante”–, se podrían cubrir las necesidades de vivienda
de las personas por los siguientes cinco o 10 años.
Según el especialista, entre 90 y 95 por ciento de dichos
asentamientos precarios no son producto de invasiones, como suele pensarse
comúnmente, sino de acuerdos de compraventa entre los dueños de los predios
–ejidatarios en la mayoría de los casos– y las familias que desean construir
sus casas.
Aunque se tiene un número aproximado de los lotes
irregulares que existen en la República, todavía no hay estudios para
determinar con certeza cuántos de ellos se encuentran en zonas potencialmente
riesgosas, admitió Carroll, por lo que el Insus trabaja con el Instituto
Nacional de Estadística y Geografía y la organización civil Techo para saber la
magnitud del fenómeno.
Luego de destacar que desde mediados de los 70 y hasta la
fecha el gobierno de México ha regularizado alrededor de 2.5 millones de lotes,
el especialista señaló que uno de los principales elementos que facilitan el surgimiento
de los asentamientos irregulares es la mala regulación de los mercados de suelo
de vivienda en las ciudades, la cual “genera un incremento de forma artificial
por la especulación”.
“Al ‘inflar’ el precio del suelo, hacen que se vuelva
totalmente excluyente para las familias de bajos ingresos, que no tienen más
remedio que buscar asentamientos irregulares”, a lo cual se suma que
prácticamente ninguna autoridad municipal trata de generar políticas públicas
para controlar este escenario.
Para solucionar dicha problemática, Carroll indicó que es
necesario aumentar la recaudación por la vía del predial para incentivar a los
dueños de terrenos baldíos a no mantener espacios vacíos por años, esperando
sólo un aumento de precio del suelo, además de hacer menos rígida la planeación
de vivienda, con el objetivo de que se facilite la construcción de inmuebles
nuevos, pero a cambio de establecer reglas claras sobre el uso de dicho
espacio.