El amigo colimense de Sirhan Bishara, asesino de Robert Bob Kennedy
Tejabán IV/IV
Viernes 17 de Septiembre de 2021 1:44 pm
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Para
Pepe Ferruzca Ofrezco una traducción
literal de los últimos informes del FBI sobre el caso de Crispín González.
A mediados de 1965, la
familia Curiel González migró de Colima, México, a California, sin un destino
definido, para ganarse la vida. Aparentemente, habían escuchado los beneficios
del Programa Bracero, por lo que decidieron dedicarse al campesinado en Estados
Unidos de Norteamérica, aunque también migraban para alejarse de las disputas
con sus familias.
El matrimonio de Crispín
Curiel Zamora y María Cruz González, y su hijo, Crispín Curiel González, de 15
años, decidieron probar suerte en EUA. Arribaron en San Bernardino, California,
donde los recibió una pequeña comunidad de mexicanos.
Ahí vivieron varios meses
de relativa tranquilidad y mucho trabajo, hasta a finales de 1966, cuando la
señora María Cruz González manifestó malestar general en el cuerpo. El 25 de
enero de 1967, ella y su hijo asistieron al Hospital Público de Los Angeles
California, donde fue hospitalizada con diagnóstico de cáncer.
Crispín Curiel decidió
dejar a su mamá en el Hospital, y viajar a San Francisco. Allá buscó asilo en
la Asociación de Jóvenes Cristianos, quienes lo acogieron por algunas semanas,
y le ofrecieron protección dada su condición de inmigrante ilegal y menor de
edad.
Con la primavera de 1967,
los señores María Cruz González y Crispín Curiel Zamora regresaron a Colima,
México, para hacer más llevadera la convalecencia de la madre.
Un día recibieron la
llamada de las autoridades de la Asociación de Jóvenes Cristianos de San
Francisco, California. Le informaron sobre el estatus de su hijo, y Crispín Curiel
Zamora aseguró que su hijo era un desequilibrado mental. Pidió que lo
entregaran a la policía local para deportarlo a México.
Cuando las autoridades de
la Asociación de Jóvenes Cristianos le comentaron las indicaciones de su padre,
Crispín Curiel González se escapó de la residencia, sin papeles y sin dinero.
El 24 de octubre de 1967 fue detenido en Los Angeles, California, por el
Departamento de Policía, sospechoso de vagancia.
Interrogado por el
Departamento, respondió que era inmigrante de origen boliviano. Luego de tres
semanas de permanecer encarcelado, dijo que había nacido en Colima, México, y
que sus padres vivían en Los Angeles, California, a quienes les había robado
800 pesos para escaparse de casa.
Fue remitido a una Corte
juvenil del condado.
El juez ordenó su remisión
al internado de Boys Oasis, en Hinkley, California, de donde escapó el 22 de
enero de 1968. Tres meses después fue capturado y auspiciado en Manhattan
Project Residence (MPR), en Los Angeles, California, una clínica de
rehabilitación para drogadictos y de reinserción social para jóvenes
delincuentes.
Entre el 22 de marzo, la
fecha de su ingreso al MPR, y el 21 de mayo, Crispín Curiel González se escapó
en cuatro ocasiones de su custodia. Además, intentó suicidarse por lo menos en
dos ocasiones. La más grave fue 8 de mayo de 1968, cuando pidió que lo
analizaran en el Hospital Público de Los Angeles, donde logró robar medicina
con la que se intoxicó.
El 6 de junio de 1968,
Crispín Curiel González leyó los titulares de la prensa amarilla mexicana: el
asesinato del Senador y Gobernador electo del Estado de California, Robert Bob Kennedy, a manos de su amigo
palestino, Sirhan Bishara Sirhan. Huyó a Santa Rosa, California.
Entre el 8 y el 16 de
junio, Crispín Curiel González descendió rápidamente de California a Texas,
entre casetas policiales y cárceles juveniles.
El 17 de junio de 1968, los
directivos de MPR recibieron una llamada telefónica de Crispín Curiel González
desde El Paso, Texas. Deseaba saber qué le pasaría si regresaba a Los Ángeles.
Se le explicó que había una orden judicial pendiente para su arresto y que
probablemente lo remitirían a la Autoridad Juvenil de California.
Durante esa conversación
telefónica, Crispín Curiel informó que estaba involucrado en el contrabando
internacional de narcóticos entre El Paso, Texas y México.
Dijo que era la
"conexión" de Los Ángeles, en un restaurante llamado México Lindo, y
que ya lo había declarado al Departamento de Narcóticos del Departamento de
Policía de Los Ángeles.
En esa conversación
telefónica, Crispín Curiel González dijo que llegaría a Los Ángeles dentro de
las seis horas, hecho que nunca sucedió. Fue deportado a Ciudad Juárez,
Chihuahua, donde fue custodiado en el Pabellón Psiquiátrico del Hospital
General, donde se quitó la vida la noche del 4 de julio de 1968, casi frente a
los ojos de los agentes del FBI.
La parte final del informe
del FBI, se añade una nota más bien subjetiva del entrevistador. En su opinión,
Crispín Curiel es un joven brillante pero inestable. Sus padres fueron
represivos con él, por lo que es antagónico a toda figura de autoridad. Habla
un inglés aceptable y parece mayor que su edad real. Es junior en la escuela
secundaria.
Sin que nadie lo supiera en
su familia, porque lo regañarían, durante su adolescencia se unió a un Club
Nazi en Colima. Fue un líder capaz de adoctrinar a grandes audiencias, y llegó
a convocar hasta a 200 muchachos en las calles de Colima, pero moderó su
discurso cuando comenzó a recibir cartas amenazadoras de personas que se
oponían a su actividad.
También le preocupaba que
su actividad en el Club Nazi repercutiera en la integridad de sus padres. Luego
advirtió que le desagradaba el nazismo y comenzó a estudiar libros sobre
comunismo.
Fue cuando expresó su
inconformidad a las políticas estadounidenses por su presencia militar en
Vietnam, y se expresaba en contra de la intervención en Cuba.
Desde entonces, las
corporaciones de seguridad del Gobierno de Estados Unidos de Norteamérica
comenzaron a espiarlo.