Google rinde tributo al Superman, Christopher Reeve, con un doodle
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Sábado 25 de Septiembre de 2021 12:57 pm
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Este sábado,
Google rinde homenaje al director, actor, autor y activista Christopher Reeve
con un doodle. Conocido por su trabajo de defensa de la investigación de la
médula espinal junto con su personaje en cuatro cintas de Superman.
Christopher D’olier Reeve nació el 25 de setiembre de 1952 en la ciudad
de Nueva York (Estados Unidos). Estudió en The Juilliard School, donde se
graduó. Además, debutó en la comedia de Broadway en 1976 A Matter of Gravity.
El homenaje de Google
Dos años
después de ingresar al mundo de la actuación, audicionó para interpretar al
hombre de acero en la película Superman
de 1978.
Sus rasgos físicos
similares al Hombre de Acero, de los
cómics de DC, así como su complexión física y musculatura desarrollada por su
afición a los deportes le valieron el papel de Clark Kent, para la película de Superman,
dirigida por Richard Donner.
Tras el éxito
en taquilla de Superman que lo llevó
al estrellato, Christopher Reeve rodó otras tres secuelas de la saga Superman II, en 1980; Superman III, en 1983, y Superman IV, en 1987.
Aunque su
mayor papel fue como el superhéroe, Reeve también participó en títulos como El reportero de la calle 42 (1987), de
Jerry Schatzberg; Interferencias
(1988), de Ted Kotcheff; ¡Qué ruina de
función! (1992), de Peter Bogdanovich; Las
bostonianas (1984) y Lo que queda del
día (1993), de James Ivory.
Así como Sin palabras (1994), de Ron Underwood; El pueblo de los malditos (1995), de
John Carpenter, o Libre de sospecha
(1995), de Steven Schachter.
Y, en los
escenarios, en montajes como Fifth of
July (1980-1982) o Las bodas de
Fígaro (1985).
Pero no todo
era dicha, ya que Reeve se divorció de su primera esposa en 1987, aunque
después volvió a encontrar el amor y cinco años más tarde, en 1992, se volvió a
casar con la actriz Dana Morosini, madre de su hijo Will (1992).
En abril de
1997 debutó como director con una película que narra la historia de un joven
enfermo de Sida que regresa a su casa para morir junto a su familia. Además,
escribió la biografía Still Me, cuya transcripción a disco le valió el Grammy
al Mejor Álbum hablado de 1999, al que se suma otro libro publicado en 2002 y
titulado Nothing is impossible; Reflections of a new life.
La
tragedia
El popular
actor sufrió en 1995 un grave accidente al caerse de su caballo durante una
competencia en Virginia; se rompió dos vértebras cervicales que le seccionaron
la médula espinal.
Desde
entonces, Reeve dependía de la respiración asistida para poder sobrevivir,
aunque en sus últimos años de vida presentó una leve mejoría, pues logró
recuperar el movimiento en un dedo y la sensibilidad en las piernas.
El hijo del
actor Matthew Reeve reveló en una entrevista para The Daily Mail el sufrimiento que debió enfrentar su padre.
“Sabíamos que
su vida estaba en peligro, así que fuimos a verlo de inmediato. Su lesión era
de las más severas, estaba cuadripléjico, necesitaba respiración asistida y
cuidados las 24 horas”, refirió.
Matthew
relató que cuando su padre se accidentó, se vieron en la necesidad de decirle: “Esta
es tu silla de ruedas, acostúmbrate a ella. No volverás a recuperar el
movimiento”.
El heredero
del actor, quien en ese entonces tenía 15 años, recordó que su padre al
principio se deprimió, pero optó por aceptar lo que sucedió y decidió “enfrentarse
a todo y ayudar con las investigaciones contra la parálisis, ya que era un
personaje público y podía dar voz. Mi padre tenía una gran esperanza y trabajó
incansablemente para recaudar fondos para la investigación”.
Altruismo
En la cima
del éxito que alcanzó como superhéroe, Christopher se convirtió en activista y
trabajaba en favor de causas sociales, apoyó y contribuyó en las Olimpiadas
especiales, asistía como invitado a conferencias, reuniones y daba charlas
sobre los problemas sociales, enfermos, discapacitados y personas con parálisis
que necesitan ayuda.
También
trabajó por el ambiente y visitaba hospitales de niños enfermos cuyos últimos
deseos eran conocerlo; además contribuyó con los pioneros de la Fundación
Americana de Parálisis.
El intérprete
también fue un activista que reunió fondos y contribuyó en la ampliación de las
investigaciones relacionadas con las células madre.
Antes de su
accidente, Reeve apoyaba a organizaciones para personas con discapacidad y
niños con cáncer; posteriormente creó la Fundación Christopher y Dana Reeve,
dedicada a beneficiar a quienes sufren de parálisis o de lesiones en la médula
espinal.
El 10 de
octubre de 2004, Christopher falleció de un ataque cardíaco luego de recibir un
antibiótico para una infección. En ese entonces su organismo ya estaba
deteriorado, susceptible a las infecciones y era tratado por un problema de
hipotensión (presión arterial más baja de lo normal) a causa de una sepsis
(enfermedad grave que ocurre cuando el cuerpo tiene una fuerte respuesta
inmunitaria a una infección bacteriana).
Fuera de la
actuación, Reeve era un ecuestre y atleta. Sin embargo, e 1995 quedó paralizado
del cuello para abajo por un accidente en un concurso de equitación.
Las lesiones
lo convirtieron en un activista para ayudar a las personas con lesiones en la
médula espinal en el mundo. El actor usó su plataforma para generar una mayor
conciencia sobre las discapacidades.
Así como para
aumentar los “topes” de seguros de por vida para mejorar la calidad de vida de
personas con discapacidad. Mediante su fundación logró mejorar las subvenciones
individuales.
Asimismo,
Reeve ayudó a la financiación gubernamental de la investigación con células
madres para promover el tratamiento de males de salud, como lesiones en la
médula espinal.
Su legado
continua en con la Fundación Christopher & Dana Reeve, la cual fundó en
1998.