Consorcios usan la reforma de Peña para evadir al fisco
Martes 12 de Octubre de 2021 1:45 pm
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La participación de firmas privadas en el sector eléctrico,
derivada de la reforma energética de 2013, se tradujo en la creación de un
mercado eléctrico paralelo, defraudación fiscal y pagos millonarios por parte
de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a empresas, sostuvo Rocío Nahle
García, titular de la Secretaría de Energía (Sener).
En la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel
López Obrador, la funcionaria dijo que la modificación a los artículos 25, 27 y
28 de la Constitución busca que la compañía estatal se reintegre –pues fue
dividida en nueve subsidiarias– para que el Estado recupere el control del
sector y se acaben los contratos con privados, y no se nacionalizará “ni un tornillo
ni una tuerca”.
Explicó que la CFE ha pagado más de 6 mil millones de pesos
a 335 centrales privadas por los Certificados de Energía Limpia, emitidos por
la Comisión Reguladora de Energía (CRE), como incentivo por generar energía
renovable. Apuntó que la CFE está obligada a pagar, porque es la única empresa
que compra electricidad para vender al público.
“Si estos contratos no se cancelan, a 20 años la CFE va a
tener que pagar más de 100 mil millones de pesos en esto, o sea, nos salen muy
caros”, indicó.
Comentó que “la CFE sostiene a los privados”, pues existen
otros pactos como los celebrados con Productores Independientes de Energía, a
los cuales la empresa estatal está obligada a comprar 100 por ciento de la
energía de 34 plantas por 25 años para apalancar la inversión.
Detalló que estos generadores entregan menos y el excedente
lo venden a sociedades de autoabasto, que son permisos para que grandes
fábricas produzcan su electricidad.
Sin embargo, cayeron “en una práctica ilegal creando un
mercado eléctrico paralelo, donde simularon estos permisionarios tener socios,
socios de un dólar, y empezaron a vender electricidad utilizando las líneas de
transmisión de la CFE e incurriendo en fraude fiscal”.
Apuntó que existen 239 centrales con permisos y 77 mil 767
consumidores, es decir, no sólo 239 consumidores como debería ser.
Bajo este esquema están Bimbo, Kimberly Clark, Oxxo, Femsa,
Cemex, Walmart y otras grandes empresas que no pagan “porteo”, es decir, el
transporte de la electricidad sobre el cable de la línea de transmisión. “Estas
empresas se interconectan en la red creando inestabilidad y pérdida de
confiabilidad en el sistema y aparte captan incentivos de la CFE”, señaló.
Nahle García añadió que las 191 plantas de generación de CFE
son subutilizadas, pues tras la reforma energética impulsada en el sexenio del
presidente Enrique Peña Nieto sólo operan al 55 por ciento de su capacidad, a
pesar de que 69 son de energías limpias.
Destacó que en 2020 la CFE tuvo que comprar 90
teravatios-hora en el mercado eléctrico por 223 mil millones de pesos y por
tener sus plantas subutilizadas no generó 215 mil millones de pesos, dinero que
fue a parar a privados como Iberdrola o Naturgy.
Agregó que esto sucede porque el Centro Nacional de Control
de Energía (Cenace) sube primero la energía a la red de transmisión a quien
oferte más barato, que por lo general lo hacen los privados.
La funcionaria denunció que los privados se rotan en grupos
para mantener su prioridad. “Al final del día, a todos se les paga por igual el
precio más alto, haciendo esto un mercado perverso”, dijo.
Aseguró que la CFE podrá vender su electricidad producida y
obtener mayores ingresos para llevar a los 46 millones 200 mil usuarios energía
constante las 24 horas a precios bajos.