Con un gol de último minuto de Washington Corozo, los Pumas
cortaron la racha de cinco juegos sin conocer la victoria con el triunfo por la
mínima diferencia ante los Bravos de Juárez, y aún mantienen vivas las
esperanzas de acceder a la fase de reclasificación. La suerte acompañó a la afición en su regreso a las gradas
del Olímpico Universitario. En una campaña para el olvido, los Pumas tuvieron
de regreso al público en su estadio y fueron el amuleto que necesitaban para
volver a la senda de la victoria. Temprano en el partido los universitarios se fueron al
frente, presionaron desde la salida a Juárez e incomodaron a los pupilos del
Tuca, quien a pesar de ser el estratega rival entró entre aplausos a la cancha.
Un disparo de Alan Mozo al travesaño estuvo cerca de convertirse en un golazo
ante el asombro de Hugo González, aquel fue el primer aviso. El balón fue de los locales, con pocas aproximaciones de la
visita, Acosta se animó con un servicio por la banda izquierda, pero Nicolás
Freire se anticipó y de cabeza cortó la acción. Con pocos argumentos, pero mucho más ímpetu que en otros
partidos, la peor ofensiva del campeonato, inyectado de ánimo por los cánticos
desde las tribunas, intentó poner fin a la escasez de goles. Juan Ignacio
Dinenno remató de cabeza, pero González se hizo del balón sin dificultad. Para infortunio de los felinos la única jugada que culminó
con el balón del Tri de la portería rival fue un autogol, Víctor Velázquez
impactó el esférico con la cabeza en dirección a su propio arco, y el grito de
gol estalló en las gradas, pero este se cortó abruptamente cuando el silbante
decretó que el tanto quedó anulado por fuera de lugar de Rogerio. Antes del descanso, Maximiliano Olivera falló un remate de
cabeza que se fue por arriba de la portería de Talavera, hasta ese momento no
había tenido mayores intervenciones. En la segunda mitad el grito de gol se ahogó nuevamente, el
Chispa Velarde mandó un pase a profundidad, pero Dinenno estaba en posición
adelantada. Poco y nada de los Bravos que ofrecieron pocas emociones,
llegadas y un muy limitado accionar. le cedió el balón y el campo a los Pumas,
pero las alarmas se encendieron en la banca de Juárez cuando Hugo González
sufrió de una molestia en la pantorrilla que no lo dejó continuar, su lugar lo
tomó Felipe Rodríguez. Una gran atajada de Alfredo Talavera salvó el marco de los
universitarios cuando Fabian Castillo mandó un centro al corazón del área que
remató con peligro Pedro Raúl. Pero fue Washington Corozo quien sentenció el marcador con
remate con derecha atrás en la puntual asistencia de Cristian Battocchio. El
festejo de Andrés Lillini reflejó alivio y alegría ante un resultado que
momento los mantiene con posibilidades de acceder a la fiesta grande.
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