El cempasúchil sufre por calentamiento; 20% no logra sobrevivir
Domingo 24 de Octubre de 2021 11:02 am
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Para poder adornar el camino de los muertos que vienen del
Mictlán a visitar las ofrendas de sus familias el 1 y 2 de noviembre, la flor
de cempasúchil tiene ahora que enfrentar los efectos del cambio climático.
Alteraciones en el ciclo de lluvias, incremento de la
temperatura y nuevas enfermedades, son las preocupaciones actuales para las
familias dedicadas al cultivo de la “flor de los 20 pétalos”, por sus raíces en
náhuatl, en 10 entidades de la República mexicana.
“Los tiempos están muy cambiados, hace más calor, llueve
menos y hay muchas enfermedades, como la mancha negra y la cenicilla”, comentó
Gregorio Telésforo Castro, pequeño productor de San Gregorio Atlapulco, en la
alcaldía Xochimilco.
Lamentó que el rendimiento vaya a la baja, ya que alrededor
de 20% de las plantas no logra sobrevivir, a pesar de que se invierte más en
riego artificial y tratamientos.
De acuerdo con datos de 2020 de la Secretaría de Agricultura
y Desarrollo Rural (Sader), México siembra mil 972 hectáreas de cempasúchil
para una producción total de 18 mil 464 toneladas, con un valor comercial de
poco más de 70 millones de pesos.
La flor de muerto se siembra a finales de julio y después de
un periodo de desarrollo de tres meses está lista para salir a la venta a
finales de octubre.
Puebla abastece casi 80% de la demanda nacional y el resto
lo aportan Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, San Luis Potosí y la Ciudad de México,
específicamente las alcaldías Tlalpan, Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco, donde
sacan macetas y ramos de la zona chinampera a través de las tradicionales
trajineras que se pintan de color naranja.
En los canales de navegación el movimiento no se detiene en
estos días, porque hay que trasladar la cosecha a tierra firme para surtir a
los compradores.
Al conmemorarse este 24 de octubre el Día Internacional del
Cambio Climático por iniciativa de Naciones Unidas, don Gregorio Telésforo,
reconoce que algo grave está pasando en la naturaleza debido a la actividad humana,
porque “cada vez es más difícil el cultivo de esta plantita”.
Los productores, a partir de su experiencia, han definido
fechas de siembra que les permitan tener flor de calidad a finales de octubre,
no obstante, en los últimos años, el cambio climático ha cobrado factura, pues
se ha detectado un incremento en la temperatura que repercute en el desarrollo
y floración.
Debido a la sequía y luego exceso de humedad, el periodo de
cosecha cambió, por lo que, a 15 días de la tradicional festividad, las fechas
de recolección se adelantaron; para el productor esto es una desventaja, pues
la venta está desfasada y eventualmente habrá pérdidas económicas.