Colimenses por el mundo: Nada es imposible
Domingo 24 de Octubre de 2021 7:18 am
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Ayax Ante Lezama se asume como un ejemplo, y lo es, de que estudiar en escuelas públicas no representa en ningún sentido una limitante ni un impedimento para desarrollar una próspera carrera.
Su disciplina académica, acompañada de la formación que le dieron su padres, los profesores Ricardo Ante Villalobos y Blanca Estela Lezama Cervantes, le han demostrado que el trabajo y el esfuerzo constante rinden frutos que hoy ve traducidos en una exitosa carrera profesional y una vida que lo complace, que a sus 37 años disfruta junto con su esposa Zaira y sus hijos: Lisa, de 2 años, y Alejandro, de 6 meses.
Siempre tuvo el ímpetu de buscar oportunidades y desarrollarse, por lo que en su etapa de bachiller empezó a proyectar el camino que quería seguir, fue al terminar su licenciatura y gracias a un programa de gobierno que viajó a Canadá para conocer la experiencia de vivir en el extranjero. Un año y medio estuvo en British, Columbia, lugar que lo impactó por su estilo de vida, el intenso frío, las nevadas y su increíble naturaleza.
Una vez terminada su experiencia en Canadá y gracias a una beca de la Organización de Estados Americanos (OEA) se trasladó a Costa Rica, en donde realizó la Maestría en Administración de Negocios, con enfoque en Finanzas y Desarrollo Sostenible, que le ayudó a fortalecer sus conocimientos, lo que a la postre le abrió las puertas al mundo corporativo.
En 2012, después de estar 2 años en Costa Rica, regresó a nuestro país y empezó a trabajar para el Banco de México, en la intensa e impresionante Ciudad de México, en donde conoció a Zaira, no obstante haberle tomado cariño a la ciudad, a finales de año decidió buscar nuevamente suerte en el extranjero, aplicando para una posición en la transnacional Caterpillar, en el sector de maquinaria de construcción, decisión que lo llevó al estado norteamericano de Illinois y después a Florida.
En Caterpillar se ha desempeñado en múltiples posiciones que iniciaron con un programa de formación de líderes gerenciales en marketing, luego en el área de renta de maquinaria en América Latina y actualmente se desempeña en Estrategia y Operaciones de Mercado, para el Caribe y el norte de Sudamérica.
Aunque ahora vive en la Ciudad de México, para el mes de diciembre planea fijar su residencia en Panamá, lo que es todo un cambio, porque aunque anteriormente ya había emigrado de un país a otro, esta será la primera vez que lo hará acompañado de su familia.
Muy atrás quedaron sus años de estudiante en el Cendi, en la Primaria Adolfo López Mateos, en la Secundaria Enrique Corona Morfin, en el Bachillerato número 4 y en la Facultad de Contabilidad y Administración de la Universidad de Colima, pues desde hace 14 años salió por primera vez de Colima, de México. Ayax sabía que gran parte de su vida sería conocer y vivir en ciudades diferentes, que para él representa un gran logro. Dice que hoy en día el mundo corporativo es muy interesante, pues te da la oportunidad de compartir tiempo con personas de otras nacionalidades, lo que le gusta porque dice que “enriquece siempre tu perspectiva de vida”.
Desde su experiencia, los mexicanos siempre llamamos la atención en el extranjero, dice que la gente nos quiere e invariablemente siempre se encuentra con alguien que conoce México y ha quedado fascinado, por lo que le encanta presumir que es colimote. “Les hablo del mar, del volcán, de la gente buena, sencilla y capaz que son mis paisanos, y se me alegra el corazón cuando escucho a alguien reconocer que soy mexicano, de Colima”. Eso lo llena de orgullo.
Aunque hoy la tecnología le permite estar en contacto con los suyos, no deja de extrañar a sus padres y a sus hermanos Lenin, Ricardo y Minerva, pero hay algo más que confiesa extrañar: al Volcán de Colima, el imponente guardián que para los que vivimos aquí y observamos a diario, podría pasar incluso desapercibido, pero se convierte para nuestros paisanos que viven en el extranjero, en una imagen que algún día podrán volver a observar en esta tierra que los vio nacer.
Ayax cree firmemente que en Colima viven muchísimos chavos talentosos y capaces a los que quiere compartir su experiencia, decirles que aprovechen su tiempo de escuela, porque el futuro se trabaja todos los días desde el presente. No antes ni después.
Al hacer un recuento de todo lo vivido, de sus logros profesionales y personales, dice sentirse pleno y satisfecho, pero sobre todo orgulloso de encontrar en sus padres y hermanos una familia amorosa que lo sostiene; de sus raíces y de ser de Colima, por lo que está totalmente enfocado en construir los cimientos para brindar junto con Zaira un futuro sólido para su propia familia.
Para terminar y como anécdota, comparte que todas las veces que vienen a Colima hay una cosa que es impostergable y obligada: comer sopitos, que les encantan, en especial a Zaira, así que es para ellos una rica tradición familiar.
Ayax es un colimense más del cual podemos sentir orgullo, que nos muestra que la constancia y dedicación son nuestros mejores aliados cuando se trata de alcanzar anhelos.