Bicentenario de la Armada de México
Domingo 31 de Octubre de 2021 7:23 am
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EL ORIGEN
Si hay instituciones que los mexicanos debemos honrar, sin duda es a la Armada de México, que el pasado 4 de octubre cumplió 200 años de haberse creado, 7 días después de la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México como consumación de la Independencia, el 27 de septiembre de 1821, cuya acta se firmó al día siguiente y se creó una Regencia presidida por Iturbide en el Palacio Virreinal (hoy Palacio Nacional).
Para la organización de la administración pública del país, la Regencia creó el 4 de octubre de 1821, cuatro Secretarías de Estado (ministerios), las cuales fueron: Negocios y Relaciones Interiores y Exteriores; Justicia y Negocios Eclesiásticos; Hacienda; y la de Guerra y Marina, esta última dirigida por el teniente de Navío retirado, Antonio de Medina Miranda. Con esta acción, inició la historia de la Armada de México como cuerpo de guerra del Estado Mexicano.
En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, 118 años después, se le dio autonomía al Departamento de la Marina Nacional, al separarse de la Secretaría de la Defensa Nacional (anteriormente Secretaría de Guerra y Marina) en 1939, lo que dio pie a la creación de la Secretaría de Marina el 31 de diciembre de 1940, fue así como comenzó la base de la estructura institucional actual, donde sobresale la Armada de México como componente operativo de la Secretaría de Marina.
LA ARMADA DE MÉXICO
En entrevista exclusiva con Diario de Colima, el capitán de Navío CG DEM, Juan Carlos Magaña Cárdenas, perteneciente a la Sexta Región Naval, en Manzanillo, destacó las epopeyas gloriosas que han quedado registradas en las páginas históricas de la Secretaría de Marina, algunas de estas proezas en defensa de los intereses y soberanía del país, otras en apoyo a la población civil, como es el caso de la aplicación del Plan Marina, que “ha permitido garantizar la salvaguarda de la vida humana mediante operaciones de búsqueda y rescate en las zonas marinas, así como también, en auxilio a la población en casos y zonas de desastre o emergencia”.
EL CICLÓN DE 1959
Se recuerda el devastador ciclón del 27 de octubre de 1959, catalogado como el más fuerte, destructivo y mortal que ha impactado en la cuenca del Pacífico norte oriental, que azotó con gran intensidad al estado de Colima, destruyendo a su paso poblados y rancherías, principalmente de los municipios de Manzanillo y Minatitlán.
“El meteoro también causó serios destrozos y daños irreparables a la infraestructura portuaria, escorando y hundiendo a buques; provocó la varadura de un buque mercante y de un guardacostas de la Armada de México. Una gran pérdida fue la del mercante Sinaloa, que después de horas de terror que vivieron los tripulantes, tristemente fue embestido por el ciclón y zozobró alrededor de las 6 de la mañana, hundiéndose lentamente por el costado sobrecargado de agua de mar”.
El capitán Juan Carlos Magaña relató que la Secretaría de Marina movilizó de manera organizada, oportuna y eficaz sus buques, helicópteros, unidades terrestres y personal de trabajos submarinos integrantes del Comando Submarino, quienes fueron pieza clave durante los apoyos proporcionados para cumplir la misión de brindar auxilio a la población.
“Las incansables proezas realizadas por los valerosos hombres de mar hacia el pueblo manzanillense, pusieron de manifiesto su amor, convicción y lealtad, atendiendo de manera presta la emergencia que se vivió en esos días”.
A las 6:15 horas de la mañana del 27 de octubre, se sintieron los primeros azotes del viento en el puerto, “demostrando su furia con rachas de hasta 120 nudos, una presión barométrica de 955 mb. con un desplazamiento de 5 nudos. En la bitácora del buque Mary Bárbara, se registró que el meteoro se encontraba en una posición a las afueras del puerto, a las 11:15 horas la lectura del barómetro era de 958 mb., el paso del ojo de la tormenta fue a las 11:50 horas”.
El capitán Magaña Cárdenas relató que la mayoría de las personas fallecidas fueron sepultadas por aludes tanto de piedra como de lodo, quedando ahogadas por inmersión; “muchos cadáveres fueron recuperados y sepultados por cuadrillas de rescatistas de la Armada, del gobierno y voluntarios que los conducían a fosas comunes del cementerio, evidentemente muchos quedaron en calidad de desaparecidos”.
OPERACIÓN OCCIDENTE
El Gobierno Federal movilizó de manera inmediata a las Secretarías de Estado, así como a las Agencias descentralizadas, a ese movimiento se le conoció de manera unánime como la Operación de Occidente, como símbolo del espíritu solidario de todos los participantes, quienes en sinergia lograron atenuar los estragos de la catástrofe.
El presidente Adolfo López Mateos designó como su representante personal al almirante secretario de Marina, Manuel Zermeño Araico, para estar al frente del Comité de Auxilio en Manzanillo y asumir la dirección general de la ayuda federal.
La Armada de México y la compañía “Obras de México”, pusieron en marcha la reconstrucción inmediata de los edificios e infraestructura de la Secretaría de Marina, la instalación de señales marítimas, reparación de los rompeolas, el muelle fis, así como el malecón de cabotaje.
El capitán Magaña destacó que la participación de la Armada de México fue notable, “las afectaciones que sufrieron las vías de comunicación dificultaron a las autoridades brindar los apoyos de manera ágil, por lo que el principal medio de apoyo fue la aeronáutica, el 30 de octubre la Armada de México concentró al puerto de Manzanillo los helicópteros Bell 47-J que pertenecían al Escuadrón de Búsqueda y Salvamento, cuya sede era el puerto de Veracruz, este escuadrón fue creado por acuerdo presidencial el 16 de diciembre de 1958, y estaba conformado por cinco helicópteros marca Bell (un 47-G2 y cuatro 47-J); estas unidades se encontraban equipadas con cables salvavidas, sillas y mallas de rescate y fueron adquiridas a los Estados Unidos para apoyar en las labores de seguridad de la vida humana en la mar y auxilio a la población civil en casos y zonas de desastre”.
El 30 de octubre, las aeronaves de la Armada de México, Fuerza Aérea Mexicana (FAM), Petróleos Mexicanos (Pemex) y del periódico de Novedades y avionetas particulares iniciaron sus operaciones, las cuales alcanzaron para el día 2 de noviembre más de 350 misiones; con un total de 30 mil 463 kilogramos de carga transportada; 466 personas movilizadas, entre heridos, pasajeros, médicos y enfermeras. Para el 6 de noviembre, se habían realizado mil 520 vuelos y al 10 de noviembre se acumularon mil 927 apoyos de puente aéreo, realizando traslados de heridos evacuados, médicos, enfermeras y periodistas.
Los apoyos que se proporcionaron vía marítima en asistencia a las unidades aéreas fueron por medio de los buques Constitución, el buque Papaloapan, el yate Sotavento, el Guardacostas GC 33 y Reynosa, que desde Mazatlán, Acapulco y Autlán transportaron toda clase de auxilio de manera ininterrumpida, también el buque Cacalilao transportó combustible y el buque Presidente Alemán. agua potable.