¿Has oído hablar de la droga burundanga?
Miércoles 10 de Noviembre de 2021 1:49 pm
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La burundanga es una droga de tipo alcaloide tropánico que
generan ciertas especies vegetales tras realizar su proceso metabólico. Esta
sustancia tiene efectos alucinógenos y causa síntomas como sueño, sumisión,
hipertensión e incluso en grandes dosis, deficiencias respiratorias y
cardiacas.
La burundanga, conocida en la jerga científica como
escopolamina, tiene entre sus efectos más comunes la capacidad de anular la
voluntad de quien la consume y la ausencia de recuerdos tras la intoxicación.
Además, es difícil de detectar porque el organismo metaboliza y expulsa la
sustancia sin dejar rastro pocas horas después de ser ingerida.
Una de las características de la burundanga es la rapidez
con que actúa. Esto se debe a que, al ser ingerida —ya sea por vía oral,
respiratoria o cutánea—, tiene una gran facilidad para atravesar la barrera
protectora —barrera hematoencefálica— entre los vasos sanguíneos del cerebro y
los tejidos cerebrales. Es su puerta de entrada al cerebro, y por lo tanto,
toma el control del sistema nervioso central y periférico.
AFECTA AL SISTEMA NERVIOSO
El sistema nervioso central realiza funciones conscientes e
inconscientes. La burundanga afecta a operaciones conscientes como la formación
de pensamientos o de recuerdos. Asimismo, también influye en los actos
reflejos: en este sentido hablamos del sueño y la actividad de algunos órganos
como el corazón.
Con respecto al sistema periférico, la burundanga afecta,
entre otros, al control de la respiración, la digestión y la producción de
saliva. Sin olvidar los movimientos voluntarios, entre los que se incluye la
respuesta de defensa ante una situación de peligro.
¿CÓMO ACTÚA LA BURUNDANGA EN EL CEREBRO?
Cuando la burundanga se activa, su primer objetivo es
provocar un mal funcionamiento en los neurotransmisores, como, por ejemplo, la
serotonina. Estos compuestos químicos son los responsables de generar las
conexiones que se realizan en nuestro cerebro, crean enlaces entre las neuronas
para comprender la realidad que nos rodea. Además de suprimir la producción de
los neurotransmisores también los bloquea, por lo que la voluntad de la persona
queda anulada.
Este proceso también es el causante de los efectos como el
adormecimiento, el estado de semiinconsciencia y la amnesia.
Por otro lado, al estar bajo los efectos de la burundanga
sus funciones regulatorias, las que realizamos automáticamente, también se ven
condicionadas. Una de las repercusiones más graves es que el corazón deje de
funcionar de manera normal, originando, entre otros trastornos, arritmias o
fibrilación ventricular.
¿QUÉ EFECTOS TIENE EN EL RESTO DEL CUERPO?
El cerebro es el órgano de control principal, de él salen
las órdenes para que nuestro organismo trabaje correctamente. Como su
funcionamiento no es adecuado, el sistema nervioso periférico también se
resiente.
En este aspecto, uno de los trastornos más serios afecta al
sistema pulmonar, que ante una coordinación deficiente puede generar una parada
respiratoria si la cantidad de burundanga consumida es muy alta.
Además, provoca la incapacidad de tomar decisiones complejas
tales como correr o defenderse, ya que el sistema periférico no sabe cómo
reaccionar ante la incorrecta interpretación del cerebro a los estímulos que le
llegan del exterior.
La burundanga permanece en la sangre aproximadamente entre
15-30 minutos después de ser consumida y su rastro en la orina desaparece en
unas 12 horas, por eso es muy complicado detectarla. Aunque puede ser
administrada por vía oral o a través de la piel, su actuación es más rápida al
ser inhalada.
Estas características convierten a la burundanga en una
droga peligrosa tanto por la anulación de la voluntad de la persona que es
intoxicada como por su complejidad para ser detectada. Además, la amnesia y la
confusión que produce, dificulta recordar a quien la ha consumido si ha estado
bajo sus efectos o no.