Enrique Alfaro: “Estoy más que preparado para ser candidato presidencial”
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Lunes 06 de Diciembre de 2021 6:46 pm
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*El gobernador
de Jalisco explica cómo ha mejorado su relación con López Obrador y pone
distancia con los operativos militares recientes contra el crimen organizado en
el Estado
Algo cambió
después de las elecciones de junio. Durante los dos primeros años de sexenio,
el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro (48 años), se había convertido en el
mayor ariete contra el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, liderando un
frente opositor regional desde los Estados ricos del norte. El tono ahora es
más suave y las agendas más cercanas. Lo que no ha cambiado es el goteo
constante de golpes del crimen organizado en el Estado, que acumula el mayor
número de personas desparecidas en el país. En su despacho en Guadalajara,
acompañado de un té y el sonido de la fuente del patio que comunica con su
residencia oficial, Alfaro defiende que durante su mandato han caído los cifras
generales de delincuencia por debajo de la media nacional y traslada al
Gobierno Federal la responsabilidad de la lucha contra el narco. El gobernador
de Movimiento Ciudadano (MC) adelanta también la creación de un frente opositor
para 2024 y no descarta para nada presentarse como candidato.
Pregunta. ¿Cómo es su relación con el presidente
ahora mismo?
Respuesta. Una relación de respeto, pero no de
sometimiento. Una relación de diálogo a veces complicado. Las diferencias han
hecho difícil el poder concretar una ruta de trabajo institucional. Pero a la
vez una relación que no deja de caminar fluida, donde nunca se cierran las
puertas a la hora de platicar.
P. Parece que ha mejorado después de
las elecciones de junio.
R. Sí cambió. Creo que el resultado de
la elección en Jalisco facilitó el entendimiento con el presidente. Vivimos
meses de mucha tensión al inicio del año y la plática que yo tuve con él tras
la elección abrió la posibilidad de reencauzar no sólo la agenda, sino el tono
de la relación. Sin embargo, eso no significa que se haya resuelto todo.
Insisto, sigue siendo complicado poner en sintonía dos visiones diferentes.
P. ¿Cuáles son los motivos para ese
nuevo entendimiento entre ustedes después de unos años de dura confrontación?
R. Yo diría que el presidente entendió,
creo, que nuestra condición de oposición no es sinónimo de ser enemigos. El
hecho de que nuestro proyecto político compitiera solo, sin la alianza
electoral con los demás partidos, creo que para el presidente significó una
muestra de congruencia. Una demostración de que aquí hay un proyecto con
identidad propia. Pero, a la vez, no pensamos que nuestro futuro político se
construya a partir del fracaso del presidente.
P. ¿Está el presidente acercándose a
Movimiento Ciudadano para taponar al PAN?
R. Creo que sí calcularon que con
nuestra postura se estaba dividiendo a la oposición y además generando un
adversario al partido de oposición más grande, el PAN. Pero los hechos
demostraron que esa apuesta no salió como ellos imaginaban. Porque MC consolidó
su condición de primera fuerza en Jalisco, ganó en Nuevo León y se posicionó a
nivel nacional como el partido que más creció.
P. ¿Descartan una nueva alianza con la
oposición? Ya formaron parte de una en 2018.
R. No descartaría la posibilidad de
construir un frente opositor para el 2024. Pero no una alianza simplona de las
burocracias partidistas como se hizo en el 2018. Tendrá que surgir un
movimiento de otra naturaleza.
P. ¿Está en marcha ya ese proyecto?
¿Hay alguna tentativa?
R. No todavía. Pero creo que los
primeros meses del año serán el momento para discutir este tema con liderazgos
y expresiones políticas importantes. La política nacional se construye desde lo
local. No necesariamente tiene que surgir de los partidos políticos o de los
empresarios.
P. ¿Se ve como candidato presidencial?
R. Construir un liderazgo de la
oposición no puede partir de una simple aspiración personal. Tienes que generar
condiciones para poder cumplir con tu responsabilidad. Lo que yo puedo decir es
que estoy absolutamente claro de que no voy a faltar a mi responsabilidad
política con este país. Sé que me va a tocar jugar un rol. Y si ese rol es el
de ser candidato, pues creo estar más que preparado para hacerlo. Pero tampoco
estoy en una búsqueda por un proyecto personal. No estoy con ínfulas de
grandeza, como me ha tocado ver muchos proyectos de gobernadores que piensan
que por ser gobernadores eres presidenciable.
P. ¿Por qué ha perdido fuerza la
Alianza Federalista? ¿Tiene que ver con ese cambio de tono con el presidente?
R. La Alianza Federalista se construyó
por el agotamiento de la Conago como espacio de diálogo. Pero luego tomó otro
rol. Ante la ausencia de una oposición organizada y efectiva se convirtió en el
referente de la oposición. Tras las elecciones hay una reconfiguración política
que creo que hace difícil que la Alianza, como fue concebida, pueda tener
continuidad. Pero al mismo tiempo esa realidad exige que nos imaginemos un
nuevo espacio de diálogo. Los gobernadores que no somos de Morena tenemos la
obligación moral de construir un espacio para platicar y estaré empujando ese
nuevo esfuerzo de coordinación. Con Samuel García, en Nuevo León, ya estamos
platicando.
P. ¿Cómo es la relación con los nuevos
liderazgos de MC, tanto García como Colosio?
R. Muy buena. Es una relación de
respeto a los liderazgos históricos y a los emergentes. Es un proyecto político
en el que también puede haber momentos o asuntos en los que tengamos
diferencias, pero estamos muy unidos y con una comunicación fluida.
P. Las noticias sobre golpes del crimen
organizado no cesan. ¿Qué está haciendo al respecto?
R. Hay que dividir en dos partes el análisis.
Con las cifras oficiales, Jalisco ha logrado bajar todos sus indicadores a
niveles que no teníamos en dos décadas. En tres años de trabajo, hemos bajado
los índices delictivos a la mitad, incluyendo homicidios. Estamos por debajo de
la media nacional. Esto contrasta con los hechos violentos que hacen ver que
los esfuerzos en materia de seguridad son inútiles. Los avances son muchos,
pero también los retos son enormes.
P. Es el Estado con mayor número de
desaparecidos.
R. En este tema tan complicado lo que
decidimos fue hablar con la verdad. Habrá que pensar si realmente el resto de
los gobernadores están hablando con la verdad. Es muy fácil optar por
esconderse atrás del árbol y dar el número que se les antoja. Además, también
hay que decir que hemos localizado a más de 10,000 personas.
P. El año pasado asesinaron al
exgobernador en Puerto Vallarta. ¿Siente el peligro incluso a nivel personal?
R. Sí, claro. Hay amenazas de manera
permanente. Pero lo que más tranquilidad me da es el haber tomado la decisión
desde mis primeras responsabilidades en el gobierno, cuando fui presidente en
Tlajomulco y luego en Guadalajara, de jamás platicar ni dialogar con
delincuentes. Además, el combate al crimen organizado no es una competencia
directa del gobierno estatal. No es evadir la responsabilidad es entender
nuestro marco legal. Desde el inicio del sexenio hablamos de manera clara con
el presidente: nos íbamos a concentrar en los delitos relacionados con el
patrimonio de las personas.
P. En junio de 2020, durante las
protestas en Guadalajara por la muerte a manos de la policía de un vecino,
Giovanni López, en la zona metropolitana, decenas de jóvenes fueron
secuestrados y torturados por policías vestidos de civil. Usted dijo entonces
que los agentes respondían a “órdenes ajenas a las de la autoridad estatal”. Un
año después, ¿cuál es la conclusión de la investigación?
R. La investigación está en la Fiscalía
de la República, no en Jalisco. Los mandos que estuvieron operativos fueron
detenidos y están pagando por su responsabilidad. Fue sin duda el momento más
duro de mi gobierno.
P. ¿Cuál es su versión de lo que pasó?
R. Toda esa construcción de que a
Giovanni lo habían matado por no usar cubrebocas fue inventada. La presencia de
gente de otros Estados en las manifestaciones. Esta actuación inexplicable de
un grupo de policías ministeriales de la Fiscalía del Estado. Nos hacen pensar
muchas cosas.
P. Usted deslizó incluso que podría
tratarse del crimen organizado. No tiene mucha lógica que el narco secuestre a
unos manifestantes.
R. Es que nada de lo que sucedió en
esos días tiene una lógica. En Jalisco, el derecho a manifestarse está
garantizado y hay manifestaciones todos los días y nunca pasó una cosa así.
P. También deslizó que fue una cuestión
de rivalidad política.
R. Se lo dije al presidente y no le
gustó la frase “los sótanos del poder”. Desde mi óptica se construyó desde
algún lugar muy cercano a los círculos del poder en México. No se puede
explicar de otra manera. Detrás de todo eso había otro tipo de intención. Pero
es responsabilidad de la Fiscalía agotar la investigación. Ojalá algún día se
esclarezcan los hechos.
P. ¿Está perdiendo el Estado la batalla
contra el Cartel Jalisco Nueva Generación?
R. No. Jalisco tiene la presencia de un
grupo de la delincuencia organizada con mucho poder económico y de fuego. Es un
problema complejo de atender. Pero Jalisco es mucho más. Es decir, ese no es el
día a día de los ciudadanos de este Estado. Reducir la realidad a los temas de
violencia me parece que es un error. Y por supuesto, pensar que el gobierno
está rebasado me parecería equivocado. El Gobierno está trabajando ante un
problema que se dejó crecer de una forma inexplicable durante décadas en este
país.
P. Cada vez son más comunes los
operativos militares. La semana pasada, el Ejército sitió Zapopan y esta semana
se ha vuelto a repetir.
R. Sí y son operativos que hace la
Marina y el Ejército sin avisar. Ni siquiera se informa al Gobierno del Estado.
P. ¿Le molesta?
R. Siempre ha sido así.
P. No debe ser cómodo no tener siquiera
información.
R. Es algo que entendemos. El sigilo en
ese tipo de estrategias es importante. Y respeto mucho a la Marina y al
Ejército, con quienes tenemos una relación de trabajo permanente. Ver
helicópteros y soldados donde vives no es agradable, pero el Ejército y la
Marina están haciendo su trabajo. Son operativos en los que nosotros no tenemos
el control.