Un antihéroe muerto
Julio César Zamora
Viernes 10 de Diciembre de 2021 10:33 pm
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IMPOSIBLE
dejar de hablar del ser humano que solía decir: “Algunos están dispuestos a
cualquier cosa, menos a vivir aquí y ahora”. Ese mismo hombre, en la última
entrevista que le hicieron en vida, expresó a una famosa revista: “A mí no me
interesa ser un héroe muerto...”. Ironías del destino, pues lamentablemente tres
días después lo mataron.
Desde
luego hablo de John Lennon, quien el pasado 8 de diciembre cumplió un
aniversario más de su trágico final. Respecto al contenido de la entrevista, se
dio a conocer apenas hace unos años y fue publicada en la revista Rolling Stone, firmada por el editor y
escritor Jonathan Cott, quien dijo: “Sus palabras eran totalmente alegres y
vibrantes, esperanzadoras y subversivas y sin temor. Él no se andaba con
rodeos”.
Tres
días antes de que fuera asesinado, el ex Beatle se quejó de sus críticos,
alegando que sólo les interesaban los héroes muertos, y habló optimistamente
sobre su familia y su futuro y señaló que tenía “suficiente tiempo” para lograr
algunos objetivos de su vida.
Respecto
a sus críticos, quienes estaban eternamente contrariados con la vida y la
música de Lennon, después que dejó The Beatles, dijo: “Esos críticos con las
ilusiones que se han creado sobre los artistas es como la adoración de ídolos.
Sólo les gustan las personas cuando van hacia la cúspide... Yo no puedo volver
a la cima nuevamente”.
“Lo
que quieren son héroes muertos, como Sid Vicious y James Dean. A mí no me
interesa ser un héroe muerto... Por lo tanto no hay que tomarlos en cuenta”.
También dijo que Bruce Springsteen, por ese entonces con un futuro brillante en
el rock, pasaría por la misma ruta crítica: “Y que Dios ayude a Bruce
Springsteen cuando ellos decidan que él ya no es Dios… Lo atacarán y espero que
sobreviva”.
El
autor de Imagine solía expresar que
“mientras más realidad enfrentamos, más nos damos cuenta de que la irrealidad
es el programa principal del día”. Con estas palabras y los anteriores
comentarios, nos damos cuenta de que John, en los últimos años de su vida,
tenía una visión más clara de lo que pretendía, algo más sencillo, más humano.
La maravilla del hombre la resumía en las siguientes palabras: “Todo es más
claro cuando estás enamorado”.
Lennon
habló además sobre su intento de ser un buen padre para su hijo menor Sean y
habló de su fuerte vínculo con su esposa Yoko Ono: “He seleccionado trabajar
con... sólo dos personas: Paul McCartney y Yoko Ono... No es una mala
selección”.
A
los 40 también reflexionaba sobre lo que había logrado y seguía comprometido
con su objetivo de paz y amor a la Tierra.
De
acuerdo a Rolling Stone, la
entrevista fue planeada para una carátula del próximo álbum de Lennon y Ono
titulado Double Fantasy, pero en el
apuro de incluirla en una nota después que Lennon fue baleado por Mark David
Chapman, sólo se usaron algunos fragmentos.
En
el momento del asesinato, Chapman dijo que le molestaba la fortuna de Lennon.
Se había convencido de que su ídolo era un fraude. Había leído una reciente
biografía y todas esas propiedades y riquezas que Lennon poseía habían hecho
que mirara a su ídolo con otros ojos. En algún momento también sostuvo que fue
por aquella declaración de que los Beatles eran más famosos que Jesús y que eso
había herido sus profundos sentimientos religiosos; pero de eso habían pasado
quince años.
En
una de las últimas audiencias para su liberación, Mark Chapman dijo que lo
había hecho para ganar notoriedad, para que la gente lo viera, para buscar la
gloria personal. Una década antes confesó que a Lennon le tocó de casualidad,
como le podía haber tocado a otro, pues en su lista de posibles víctimas había
otros personajes como Paul McCartney, Richard Burton, Liz Taylor y varios más,
entre ellos David Bowie, quien el 9 de diciembre, al día siguiente del
asesinato de Lennon, estrenaba El Hombre
Elefante en Broadway. Entonces se dijo que Chapman había comprado una
entrada en la fila 3, y muchos años después Bowie declaró que en ese debut en
la fila 3 había tres asientos vacíos: el de Chapman y los que correspondían a
John y Yoko que habían sido invitados.
De
alguna manera, hoy más que nunca se extraña a John Lennon, sí, por la filosofía
de sus canciones que cada vez cobran un mayor significado, una mayor necesidad
de asirlas y revelarlas al mundo una y otra vez, tan sólo por un par de
títulos: Imagina y Dale una oportunidad a la paz.